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Seedorf, el caribeño independiente que ha terminado inculcando disciplina
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ENTRENAdor de SUS EXCOMPAÑEROS EN EL MILAN

Seedorf, el caribeño independiente que ha terminado inculcando disciplina

No es que fuera indisciplinado. Ni mucho menos. Era un 'viajero' solitario, a su aire, cuando llegó a Madrid. En Milán, su nuevo destino, sufrió una transformación

Foto: Seedorf cuelga las botas y anuncia su marcha al Milan como entrenador.
Seedorf cuelga las botas y anuncia su marcha al Milan como entrenador.

Un par de años después de ganar la Copa de Europa con el Ajax, Clarence Seedorf aterrizó en el Real Madrid de Lorenzo Sanz (por petición de Fabio Capello), tras una temporada en la Sampdoria. El caribeño –nació en Paramaribo, Surinám-, llegó a un vestuario con jugadores de renombre y pesos pesados como Raúl y Fernando Hierro, con quien llegó a enfrentarse antes de su salida del Bernabéu. No fue el único. De espíritu libre e independiente -y con carácter-, pocas penas pasó cuando el presidente le comunicó en diciembrede 1999 que le traspasaba al Inter de Milán. El billete de vuelta desde la playa de Copa Cabana, donde recibió la noticia, sería hacia Italia. Allí terminó de formarse como futbolista, tanto en el césped como fuera de él. A su profesionalidad de siempre le rodeó una implicación cada vez mayor que le ha llevado a ser una institución en el segundo club más laureado de Europa. El AC Milan, que le fichó en 2002 y permaneció una década, le ha vuelto a llamar. En este casopara ser el entrenador deuna scuadramilanista que camina sin rumbo conocido desde hace unas temporadas.

No era indisciplinado, ni mucho menos. Simplemente ‘viajaba’ por Madrid, Bernabéu y Ciudad Deportiva a su aire. A veces demasiado, como al estrellar su Ferrari a la entrada de La Moraleja. Tenía 20 años cuando pisó un vestuario con nombres como los mencionados Hierro y Raúl, además de Fernando Redondo, Roberto Carlos, Sanchís, Suker, Mijatovic o Alkorta. El Madrid le gustaba pero no demostró una involucración total por hacer grupo. Tal vez, el motivo de ello fueron los múltiples ‘capitanes generales’ por encima de él, o simplemente su juventud y el no tener un sentimiento de pertenencia marcado. Por falta de personalidad o de liderazgo no sería.

Adiós a Seedorf para pagar las nóminas

Seedorf junto a Morientes y Raúl en un partido de Liga de Campeones.El caso es que cuando Sanz le llamó para decirle que necesitaba venderle –el Madrid requería líquido para pagar las nóminas de enero-, Clarence no opuso resistencia. Estaba de vacaciones en Brasil, de donde era su novia de por aquel entonces, y ya no volvería a vestir el escudo madridista con el que ganó una Liga, una Supercopa de España, una Copa de Europa y una Intercontinental. Por cierto, este último trofeo lo conquistó dos días después de tener una pelea con Iván Campo en Tokio.

A Italia viajó con 23 años y un palmarés ya envidiable. A los títulos conquistados de blanco hay que sumarle la Copa de Europa que había ganado con el Ajax y un par de campeonatos domésticos holandeses (además de una Copa y una Supercopa de Holanda). Su buen año en el Inter le sirvió para cambiar de colores pero no de ciudad. Cambió el cartel de Giuseppe Meazza por San Siro y se coronó otras dos veces rey de Europa, además de conquistar dos Scudetto, una Copa y una Supercopa de Italia.

Allí donde ha estado ha triunfado y/o ha dejado un buen sabor de boca. Sobre todo en el equipo de Silvio Berlusconi, donde pudo desarrollar los galones de líder que le hicieron, entre otras cosas, levantar la ‘orejona’ a los 18 años. Los éxitos deportivos acompañaron a un buen sueldo –alrededor de 5 millones de euros- para echar raíces, por fin, en su quinto club y quinta ciudad (contando la suya natal).

Otro vestuario lleno de figuras

El abrazo se repetirá en Milán.Y allí se quedó por una década. Vestido de rossonero se rodeó de figuras como Shevchenko, Kaká, Gatusso, Rivaldo, Cafú, Rui Costa, Nesta, Costacurta, Inzaghi, Pirlo o Maldini. Esta vez, al contrario que en el Real Madrid, Seedorf terminaría siendo un peso pesado. El césped y su curriculum dieron los argumentos suficientes para imponer un respeto inicial que fue engordando conforme las ‘vacas sagradas’ fueron emigrando hasta terminar siendo el líder.

Su final en Milán llegó cuando Berlusconi debió aligerar el salario de la plantilla, y se trasladó hasta Brasil para seguir ganando títulos. Esta vez se enfundó la camiseta del Botafogo y logró, entre otros, el Campeonato Carioca.

"Ha sido una noche difícil"

"Ha sido una noche difícil", señaló este martes en el Olímpico Engenhao de Río de Janeiro. Y es que, pese a sus 37 años, su privilegiado físico le permitía continuar dando patadas al balón en la elite futbolística. Colgar las botas no es sencillo, como ha reconocido el que fuera internacional por Holanda en 70 ocasiones.

"Es el ciclo del fútbol, es el ciclo de la vida. Casi todos los técnicos vivieron este momento. Seguro que no va a haber problema, por el contrario". Ahora, volverá a dar instrucciones a jugadores que ya tuvo como compañeros como Kaká, El Shaarawy, Nocerino, Bonera, Emanuelson, Abate, Amelia, De Sciglio y Abbiati, pero ahora desde el banquillo. Inculcará su mentalidad y disciplina para intentar hacer lo que siempre ha hecho en sus (nada menos que) 22 años como profesional: ganar. De momento, firma por dos años y medio.

Un par de años después de ganar la Copa de Europa con el Ajax, Clarence Seedorf aterrizó en el Real Madrid de Lorenzo Sanz (por petición de Fabio Capello), tras una temporada en la Sampdoria. El caribeño –nació en Paramaribo, Surinám-, llegó a un vestuario con jugadores de renombre y pesos pesados como Raúl y Fernando Hierro, con quien llegó a enfrentarse antes de su salida del Bernabéu. No fue el único. De espíritu libre e independiente -y con carácter-, pocas penas pasó cuando el presidente le comunicó en diciembrede 1999 que le traspasaba al Inter de Milán. El billete de vuelta desde la playa de Copa Cabana, donde recibió la noticia, sería hacia Italia. Allí terminó de formarse como futbolista, tanto en el césped como fuera de él. A su profesionalidad de siempre le rodeó una implicación cada vez mayor que le ha llevado a ser una institución en el segundo club más laureado de Europa. El AC Milan, que le fichó en 2002 y permaneció una década, le ha vuelto a llamar. En este casopara ser el entrenador deuna scuadramilanista que camina sin rumbo conocido desde hace unas temporadas.

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