Ni la 'crisis del topo' puede debilitar a un Bayern que sólo sabe ganar

La tranquilidad sigue sin reinar en Baviera a pesar del ritmo ganador que ha adoptado el Bayern. El fin de semana pasado se las veía con el Borussia, un partido en el que se enfrentaban los dos grandes de Alemania. Guardiola ganó la partida a Klopp, pero estalló. El técnico no soporta que algo se escape a su control y sabe que hay un topo en el vestuario que saca a la luz sus planes. Pep no se cortó y aseguró que cuando le encontrase, no volvería a jugar bajo sus órdenes. El espía ha sido el gran protagonista de la semana aunque sólo de puertas hacia fuera porque dentro del vestuario, la vida sigue igual.

“No tengo tiempo para descubrir qué jugador o qué persona filtró algo. Esto pasa en todos los grandes clubes y también en los pequeños. Ocurrió también en el Barcelona”. Guardiola lo tenía claro así que decidió no perder el tiempo mientras sus jugadores hablaban en el campo. Bien es cierto que se enfrentaban a uno de los equipos más débiles de la Bundesliga, pero para el Bayern no existe rival pequeño. Por si acaso, los de Múnich no tardaron en abrir el marcador (minuto 3) cuando Götze, desde el centro del campo, le metió un pase a Robben, quien, tras un primer remate contra el poste aprovechó el rebote para marcar de cabeza a puerta vacía.

El segundo gol llegó media hora después, otra vez con un pase del centro del campo, esta vez lanzado por Kroos que Robben recogió en el área para marcar con un remate de zurda tras deshacerse de un defensa. Después, el Braunschweig tuvo una buena reacción y en la segunda parte tuvo incluso dos buenas ocasiones de gol. Sin embargo, estaba claro que el Bayern había empezado a jugar a media máquina después de que el partido quedara liquidado tras media hora de juego. Con la victoria, el Bayern se mantiene como líder con cuatro puntos de ventaja sobre el Leverkusen y siete sobre el Dortmund.