Guardiola no puede evitar que surjan pequeños problemas en su paraíso bávaro

El Bayern de Múnich ya domina la Bundesliga y lo hace gracias a ocho victorias y un par de empates; en Europa tampoco conoce la derrota ya que se ha llevado tres partidos de tres. Empezó la temporada generando algunas dudas porque no era el equipo arrollador que se llevó a todos por delante tanto en Alemania como en Europa la temporada pasada. Perdió un título ante su principal rival, Borussia Dortmund, y ganó otro contra el Chelsea aunque no terminaba de enamorar. Algo que ha conseguido con el paso de las jornadas dando visos de que el rodillo alemán ha regresado aunque no todo es perfecto. Las rencillas de Pep Guardiola con alguno de los pesos pesados han salido a la luz enturbiando el paraíso de Baviera.

Todo empezó en el partido ante el Mainz. El árbitro señaló una pena máxima a favor del Bayern y Robben cogió el balón para ejecutarla mientras su entrenador se desgañitaba en el área técnica intentando impedirlo. El Allianz Arena fue testigo de la una escena que para Stefan Effenberg “puso en evidencia” al jugador. Robben no había vuelto a tirar un penalti desde que falló ante el Chelsea en la final de Champions de 2012. Y precisamente fue en la máxima competición continental donde se negó a lanzar desde los once metros: fue la semana pasada contra el Viktoria Plzen a pesar de la insistencia de sus compañeros y de la decisión que se manifestó desde el banquillo gritando el nombre del holandés.

Effenberg ha vuelto a criticar a Pep Guardiola desde las páginas del diario Bild asegurando que tiene “curiosidad por ver cómo tratarán ahora la situación uno y otro” y Ribéry aseguró que Robben estaba “molesto, pero no es grave”. Además, el que fuera jugador del Bayern ha querido ir un paso más allá al comentar que no le extrañaría “que esa situación le pique durante un tiempo”. Una serie de declaraciones a tener en cuenta después de la entrevista que concedió Pep Guardiola a Bayern Magazin, la revista del club, una práctica no habitual en su etapa al frente del Barcelona. En aquella charla no tuvo reparos a la hora de confesar las medidas que tomará si los jugadores no acatan las normas para ello: “Sólo estaremos luchando por los títulos si cada uno de los jugadores acepta mis decisiones. Si no, tendremos problemas. Apoyo a quien asume mis decisiones, pero quien no lo quiera entender se quedará en la grada muchas veces”.