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Radiografía de José Luis Mendilibar, el obrero del fútbol: "No tiene que darle las gracias al Sevilla"
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SE ENFRENTA A MOURINHO

Radiografía de José Luis Mendilibar, el obrero del fútbol: "No tiene que darle las gracias al Sevilla"

Llegó al club por la puerta de atrás, con el equipo cerca del descenso. Ahora se enfrenta a la Roma en la final de la Europa League con el cariño de los jugadores y de la afición

Foto: Mendilibar ha llevado al Sevilla a la final. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Mendilibar ha llevado al Sevilla a la final. (Reuters/Marcelo del Pozo)

En el mundo del fútbol, dos meses es un plazo efímero. No es tiempo suficiente para alterar la inercia negativa; esa sensación de caos que abruma al que está en el fango. Vivir embarrado es parte del proceso. Pero, a veces, en la pelota sí es posible que todo cambie en 60 días. La prueba, el Sevilla. El 21 de marzo, José Luis Mendilibar se convirtió en el nuevo entrenador del club hispalense. Ahora están en la séptima final de la Europa League de su historia, donde solo la Roma de José Mourinho se interpone a la gloria. El obrero del fútbol ha comandado una auténtica revolución, a pesar de que muchos no confiaban en su encaje por su "perfil bajo".

"Estoy harto del perfil bajo. Decían que no iba a ser capaz de gestionar a grandes figuras. Es que parecía que le habían regalado ese puesto y que le tenía que dar las gracias al Sevilla", asegura Raúl Ruiz, exjugador del Numancia y compañero de Mendilibar en el Logroñés, a El Confidencial. Mendilibar ha encajado a la perfección en Sevilla, donde incluso se ha impregnado de la idiosincrasia de la ciudad. "Ha puesto orden con un mensaje sencillo".

El Sevilla es ahora un equipo pragmático, con una presión adelantada y una entrega inexistente bajo la dirección de Jorge Sampaoli. Es el sello de Mendilibar que, sin embargo, no era así cuando jugaba. Lo cuenta Ruiz: "Era todo lo contrario. No era un futbolista agresivo, no tenía intensidad, era técnicamente bueno, tenía buen toque, era inteligente, tenía buen pase y daba muchas asistencias. Pero no era un pulmón".

placeholder Mendilibar saluda a Ancelotti en el Pizjuán. (EFE/José Manuel Vidal)
Mendilibar saluda a Ancelotti en el Pizjuán. (EFE/José Manuel Vidal)

Un fino estilista

"Hablé con él y me dijo que sus equipos juegan así, porque él habría llegado más lejos si hubiera jugado de esta manera. Javier Clemente igual no lo quiso en el Athletic de Bilbao por eso. Por su estilo de juego, no hubiera desentonado tanto en el sur", explica Ruiz. La lección ha sido aprendida por Mendilibar, cuyos equipos no son fieles a ese estilismo del que hacía gala cuando jugaba.

Mendilibar es un entrenador con las ideas claras, que se apoya en sus ayudantes, pero con valentía y personalidad para tomar las decisiones. Lo argumenta en conversación con El Confidencial Iñaki Bea, segundo entrenador en los seis años en el Eibar y al que entrenó en su etapa en el Valladolid en 2006. "Lo conocía muy bien porque había sido mi entrenador. Es una persona segura, enérgica e impulsiva. En un partido no le decía qué hacer, le hacía preguntas para no volverlo loco".

"Te pongo un ejemplo", continúa Bea. "En un partido, curiosamente en el Sánchez-Pizjuán donde ganamos, empezamos con un 4-3-3. Me acerqué y le dije: '¿No ves mejor un 4-4-2 para jugar en campo contrario?'. Le gustó y lo puso en práctica. Realmente, yo siempre le lanzaba así las cosas y él le daba una vuelta". Mendilibar no es una persona intransigente y es sencillo, con una lealtad y honestidad total con los suyos.

placeholder Mendilibar, en su etapa en el Eibar. (EFE/Javier Lizón)
Mendilibar, en su etapa en el Eibar. (EFE/Javier Lizón)

La honestidad con los jugadores

Ruiz conoció a Mendilibar hace 40 años, cuando eran dos chavales en el Logroñés. A pesar del transcurso del tiempo, no ha cambiado en nada. "Es un diez como persona y sigue igual que siempre: sencillo, íntegro, honesto… Se hizo querer y no puedes ir en su contra, porque hacerlo es ir en contra de la sociedad".

"Es humilde, sencillo, muy natural… Básicamente, un tío del pueblo pasional y que dice lo que siente. Es honesto y te inspira confianza, y eso les gusta a los jugadores. Porque él va de cara y sin rodeos", reflexiona Bea. "Es igual a lo que se ve en la rueda de prensa o en el campo". El Sevilla ha encontrado de nuevo un entrenador pasional, un perfil que gusta mucho en Nervión. En el pasado encajaron muy bien técnicos como Carlos Bilardo y Luis Aragonés.

Su interés por el fútbol viene desde la época de jugador, cuando ya le gustaba analizar a los rivales y estar pendiente de todos los detalles. "Estratégicamente, era muy listo. Ese tipo de perfiles, como Xavi o Guardiola, son luego entrenadores. Yo tenía claro que tres compañeros serían técnicos, Miguel Ángel Lotina, Mendilibar y el Tato Abadía. Eran unos enfermos del fútbol".

Su continuidad, en el aire

Mendilibar disputará la primera final de su carrera como entrenador. A pesar de su gran papel en el Sevilla, su continuidad no está asegurada. Habla Ruiz: "Esto no se lo esperaban ni de lejos. ¿Ahora qué hacen con él? ¿No era un entrenador de transición? Seguro que el vestuario está con él".

"Es difícil saber qué pasará, porque son cosas de despachos. Si no lo renuevan, Mendilibar es un fenómeno para eso. Estará agradecido igualmente y será un sevillista más", explica Bea. El entrenador de transición tiene el apoyo de la afición y de los jugadores, aunque en la directiva todavía son reacios a pronunciarse con claridad sobre su continuidad.

Su trayectoria había transcurrido por históricos del fútbol español como Osasuna, Alavés o Athletic de Bilbao. Pero Mendilibar nunca había entrenador a un campeón continental como el Sevilla. "Me ha dicho que es el mejor equipo que ha entrenado en su vida. Tenía claro que, a pesar de ser el Sevilla, le iba a dar la misma naturalidad a la situación que en las etapas anteriores. Ellos van para arriba y será un partido muy bonito, con la Roma agazapada y el Sevilla dominando", dice Bea.

placeholder Mendilibar, en el banquillo el día de la semifinal. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Mendilibar, en el banquillo el día de la semifinal. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Un honor para Mourinho

"El Sevilla viene con la moral arriba, pero enfrente estará Mourinho, que tiene el culo pelao. La final estará muy igualada", asegura Ruiz. Tal es el efecto causado por Mendilibar, que hasta Mou lo ha alabado públicamente. "Tácticamente, es un honor jugar frente a Mendilibar, porque representa a ese grupo de entrenadores, que son tantos, con trabajos enormes en clubes más pequeños, sin posibilidad de ganar títulos".

El Sevilla se aferra a este revolucionario sencillo para añadir la séptima Europa League de siete finales que ha disputado. Aunque el final estaría cargado de épica si fuera feliz, Mendilibar le da la misma naturalidad que siempre. "Nosotros teníamos la duda de si en Old Trafford y en Turín se pondría el chándal o no. Y se lo puso", comenta entre risas Ruiz. En Budapest, en el feudo de Puskas, también se vestirá con la ropa de deporte. Qué mejor homenaje a los que se visten de corto.

En el mundo del fútbol, dos meses es un plazo efímero. No es tiempo suficiente para alterar la inercia negativa; esa sensación de caos que abruma al que está en el fango. Vivir embarrado es parte del proceso. Pero, a veces, en la pelota sí es posible que todo cambie en 60 días. La prueba, el Sevilla. El 21 de marzo, José Luis Mendilibar se convirtió en el nuevo entrenador del club hispalense. Ahora están en la séptima final de la Europa League de su historia, donde solo la Roma de José Mourinho se interpone a la gloria. El obrero del fútbol ha comandado una auténtica revolución, a pesar de que muchos no confiaban en su encaje por su "perfil bajo".

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