La Juventus castiga al Sevilla en la última jugada y el pase a la final se decidirá en el Pizjuán

El Sevilla perdió una oportunidad de oro para dar un paso de gigante a la final de la Europa League (1-1), después de que la Juventus lograra empatar el partido en la última jugada del choque. Los italianos, que no hicieron acto de presencia sobre el césped durante muchos minutos, consiguieron una renta mayor de lo merecido con el encuentro ya acabado, cuando Gatti empujó a gol un gran balón de Pogba y que supuso un duro mazazo para un Sevilla que ya se veía ganador.

Una vez más, el Sevilla volvió a transformarse en Europa. El conjunto hispalense, en clara línea ascendente de juego y de resultados tras la llegada de José Luis Mendilibar al banquillo andaluz, sabía que en Turín afrontaba una de las pruebas más exigentes de los últimos meses. Y la pasó con mejor nota de lo que dice el marcador: dominó durante muchos minutos, pero su incapacidad para aumentar la ventaja, dejó con vida a la Juve... y los italianos no lo desaprovecharon.

TE PUEDE INTERESAR

La sandez de creer que Vinícius tiene una estrategia de provocación queda desmontada

Ulises Sánchez-Flor

Aunque en los primeros compases la Juventus trató de llevar el peso del partido, el Sevilla no tardó demasiado tiempo en tomar la manija del medio del campo para conseguir el dominio absoluto. El equipo hispalense era el que proponía, el que controlaba y el que mandaba en Turín, donde los italianos se trataban de quitar la soga que tenían al cuello a base de contraataques. Dos claros estilos de juego tratando de golpear primero en la ida de las semifinales.

Y las ocasiones no tardaron en llegar para los sevillistas, con un nombre propio claro: Lucas Ocampos. El argentino se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para la defensa italiana en los primeros compases de partido y, de hecho, de sus botas nacieron las mejores ocasiones. Primero, no acertó a cabecear a gol una falta borda por Rakitic; después, cruzó en exceso una clara ocasión; y, a continuación, un remate casi sin querer casi se cuela en la meta de Szczesny.

La Juve trataba de estirarse y Kostic la tuvo para adelantar a su equipo, pero su remate no estuvo a la altura de la gran contra realizada por el conjunto turinés. Y tanto fue el cántaro a la fuente que Ocampos iba a marcar las diferencias, pagando a la Juve con su medicina: corría el minuto 25 cuando, tras una gran recuperación, el argentino ganó la banda derecha, profundizó y filtró un balón al área que En-Nesyri cazó de primeras para adelantar al Sevilla en el marcador.

Hasta ese momento, todo eran buenas noticias para el Sevilla, pero solo unos minutos más tarde iba a perder al propio Ocampos por lesión. Pero esa inoportuna baja no solo no iba a afectar al Sevilla, sino que en los primeros cuarenta y cinco minutos siguió bailando a la Juventus, que no entendía por dónde le venía el viento, y gozó de un par de ocasiones para aumentar su renta. Las más claras, dos potentes disparos lejanos de Rakitic y En-Nesyri que no se colaron de milagro.

El minuto final

La Juventus saltó al campo en la segunda mitad con otro ánimo, cambiando el esquema e introduciendo a Chiesa e Iling-Junior para dar más brío a sus bandas. Y el conjunto turinés, en los primeros compases, mostró una imagen muy diferente: varios metros metido en el campo del Sevilla, tratando de llevar el peso del partido y, sobre todo, con un estilo mucho menos conservador que lo que se había visto hasta ese momento. La Juve quería el empate.

Los italianos sabían que se le escapaban importantes opciones de alcanzar la final y, por ello, se lanzó con todo al ataque, ante un Sevilla que dio un paso atrás y que, ahora sí, esperaba las contras para tratar de ampliar el marcador. A pesar de ello, el Sevilla vivía cómodo y solo un disparo lejano de Illing hizo que Bono interviniera. La Juventus trataba de llegar, pero de manera anárquica, sin ningún orden y, sobre todo, sin pólvora en los metros finales.

Pese a ello, el conjunto de Massimiliano Allegri se volcó sobre la portería de Bono en los últimos minutos en busca de un empate que, al menos, enjugara la diferencia en el marcador de cara al partido de vuelta. Y así fue en la última jugada: era el minuto 96 cuando, en un córner, hasta tres jugadores italianos remataron el balón para que Pogba la pusiera en boca de gol y Gatti la remachara dentro. Un tanto que deja con vida a una Juve que estaba tocada y hundida.

La Juventus, que durante muchos minutos estuvo muerta y desaparecida del campo, barrida por un Sevilla que fue muy superior, supo aprovechar su oportunidad con el partido ya acabado para lograr un empate que deja la eliminatoria abierta de cara al Sánchez Pizjuán. A los hispalenses se les escapó una oportunidad única para sellar una victoria que les hubiera servido para tener medio pie en la gran final. Pero el tanto final de Gatti convirtió la fiesta en pesadilla.