El tercer regreso de Sergio Asenjo al fútbol que ojalá esta vez sea definitivo

Sergio Asenjo tiene varias fechas grabadas en la cabeza, y varias de ellas son situaciones negativas que jamás será capaz de olvidar. Eso le sucede a quien, con 26 años, se ha roto la rodilla tres veces. La última que se sumó a su calendario de eventos horribles es el 29 de abril. Ese día, Asenjo volvía a jugar contra el equipo que le dio la oportunidad de jugar en un grande, el Atlético de Madrid. Pero en una acción fortuita, apoyó mal la pierna izquierda, y volvió a romperse los ligamentos. Otra vez. Tres.

Justo un mes y medio antes de que sucediera aquello, El Confidencial tuvo la oportunidad de charlar con él. Era una persona muy diferente a lo que fue cuando llegó al Atlético. La vida le había dado ya tantos palos que se las conocía todas. "Fueron dos años muy duros y no se lo deseo a nadie. Fue muy complicado recuperarme de la primera y al mes recaí. Se me pasaron por la cabeza mil cosas. Tenía 22 años, si no recuerdo mal, pero con la ayuda de mi familia y mi novia salimos adelante. Me tocó a mí vivirlo, pero me sirvió para ahora disfrutar más del fútbol y saber que de la noche a la mañana esto puede cambiar y que si estoy en un buen momento, tengo que aprovecharlo. Para toda esa gente que pueda sufrir lesiones creo que mi ejemplo es inmejorable", dijo entonces.

Ahora, ese ejemplo del que habla es sin duda mayor, mucho más significativo que en ese lejano mes de marzo de 2015, y eso que ya por aquella fecha tenía una importancia enorme. Porque Sergio Asenjo ha vuelto, una vez más. No se cansa de recuperarse, de demostrar que no se va a rendir le pase lo que le pase. Lleva dos meses entrenando con el equipo, preparado para que cuando Marcelino le reclamase, estar ahí para serle útil e ir progresivamente demostrando que él era el portero titular que llegó a ir con la Selección.

Jesús Unanua, el preparador de porteros del Villarreal que tan bien conoce a Sergio y que ha vivido todos estos meses a su lado, nos recordaba que su progresión dependerá mucho "de las sensaciones que tenga y de cómo vaya evolucionando", porque no es lo mismo una lesión, ni dos, sino tres lesiones. Aun así, nos decía que estaba "genial", trabajando de manera "espectacular". Pero Unanua asegura que no es lo mismo "estar en el gimnasio y machacarte haciendo carrera, que ponerte a dar barrigazos, porque te empujan, puedes caer mal... Para cuando vuelva, tiene que estar perfecto".

Por ahora, su función será la de ser tercer portero. Contra el Napoli, en el decisivo encuentro de vuelta en el San Paolo, probablemente se quede en la grada, porque jugará Barbosa y Areola estará en el banquillo. Pero que esté convocado indica que ya está ahí, preparado para volver a pelear por ser titular. "Habrá pelea, pero para el nivel de ellos y del equipo será muy bueno, porque sabes que si te duermes, estará el otro y luego quitarlo será muy difícil", dice Unanua. Fantástico problema ante el que se encuentra Marcelino.