El Sevilla sale vivo de Lieja y el Villarreal vuelve a exhibirse con otra goleada

El empate a cero logrado por el Sevilla en el campo del Standard Lieja belga le vale al conjunto español para mantenerse de líder del Grupo G tras la tercera jornada de esta fase de la Liga Europa, pero los de Unai Emery fueron de más a menos y pasaron al final apuros ante un rival que se creció.El Villarreal, por su parte, superó con claridad al Zürich y se afianza en lo más alto del Grupo A al acumular siete puntos en las tres primeras jornadas de competición. Los amarillos fueron superiores a su rival, que se presentaba en El Madrigal como líder de la máxima categoría suiza, pero sucumbió ante el mayor talento del conjunto español (4-1).

El Sevilla, con el argentino Éver Benega en la misión dar juego a las bandas y al delantero centro, en esta ocasión el francés Kevin Gameiro, quien volvió al equipo en Elche y logró marcar (0-2) tras una larga lesión, tuvo poco poder a la hora de cerrar las jugadas de ataque pese a que estuvo casi siempre cerca del área rival.La formación belga, por su parte, se vio algo en el último cuarto de hora del primer período, pero un par de lanzamientos de saques de esquina fue su mayor peligro, aunque sí equilibró la posición del balón con los sevillistas.

En la segunda parte, el equipo belga quiso seguir en la progresión que se le vio en la fase final de la primera y salió con bastante más intensidad que su adversario, con lo que llegaron las primeras intervenciones del meta portugués Beto.Emery reaccionó y sacó del terreno a Gameiro, no antes de que el francés tuviera una buena ocasión de marcar de cabeza y de que Iborra también estrellara un balón en la cepa del poste, y a José Antonio Reyes, para dar entrada al colombiano Carlos Bacca y a Denis Suárez.

Para entonces el Standard se había envalentonado y el partido estuvo abierto, aunque en este intercambio de golpes, Bacca, recordado por la afición local por su pasado en el Brujas belga, enseñó su capacidad de hacer daño ante las metas rivales.En esa dinámica, en la que el Sevilla no supo controlar el ímpetu de sus rivales, se entró a los últimos minutos del partido en el que ambos equipos gozaron de ocasiones para desequilibrar el marcador, sobre todo el conjunto local por mediación de Vinicius, ya en la prolongación, por lo que los visitantes incluso dieron por bueno el empate.

Aplastante 'Submarino'

Marcelino echó mano de las rotaciones y dispuso sobre el campo un once lleno de novedades pensando también en el complicado compromiso del próximo domingo ante el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán. Los locales no tardaron en adelantarse en el marcador. Corría el minuto 5 de juego cuando Espinosa se inventó un genial pase interior para Gerard, éste regateó al portero y le regaló el tanto a Cani, que tan solo tuvo que empujar el esférico al fondo de la red.El Zürich se fue desperezando poco a poco y a lo largo de la primera mitad logró crear dos tímidas aproximaciones a la portería defendida por Juan Carlos, pero sin demasiado peligro real.

Eso sí, el gol del empate llegó rozando el tiempo de descanso. Un barullo en el área acabó con el balón rebotado hacia el segundo palo, donde apareció Schönbächler para marcar a placer ante la pasividad de Mario, que no estuvo muy acertado en esta ocasión y se dejó ganar la partida por un rival mucho más atento.Los amarillos volvieron a salir en tromba en la segunda mitad y eso dio sus frutos. No en vano, Vietto volvía a poner por delante al Villarreal al aprovechar un centro raso de Espinosa desde dentro del área (m. 56).

El 3-1 llegó tan solo tres minutos más tarde. Bruno ejecutó con maestría un libre directo que se coló por toda la escuadra de la portería defendida por Da Costa, que no pudo tan siquiera rozar el balón ante la perfección del lanzamiento. Un auténtico golazo que sentenciaba el duelo y prácticamente la clasificación de los amarillos hacia dieciseisavos de final de la UEFA.Pero hubo más. Giovani dos Santos anotó el 4-1 definitivo tras una jugada en la que se escapó de su par por velocidad y anotó con un derechazo junto al palo (m. 77). En definitiva, un triunfo claro de los amarillos, que caminan con paso firme por esta edición de la UEFA Europa League.