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El poderoso Benfica luchará contra su maldición, 15.000 sevillistas y un santo
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"LAS FINALES NO SE JUEGAN, SE GANAN"

El poderoso Benfica luchará contra su maldición, 15.000 sevillistas y un santo

Las apuestas dan favorito al Benfica en la final (20:45/Cuatro) Los números no asustan a un Sevilla conjurado: "Las finales no se juegan, se ganan"

El Sevilla disputa esta noche su tercera final de la Europa League y no le asusta haberse metido en una jaula para pelear contra un león, el Benfica. Las apuestas dan un ligero toque de favoritismo al cuadro luso. Los números no asustan a los gladiadores de Emery. Todos pronuncian una frase rotunda que desde hace días adorna su vestuario: “Las finales no se juegan, se ganan”.

El Sevilla lo sabe por experiencia. La excitación y la motivación de la gente sevillista parecen tan elevadas que puede que hicieran un Everest a base de alegrías. El Benfica es un ogro en Europa y sus dientes afilados son causa a respetar, pero el miedo no existe en el vestuario blanco y sí la motivación. Daniel Carriço y Beto, portugueses que echaron los dientes en el Sporting lisboeta (el enemigo benfiquista), quieren ganar, sí o sí, a ese eterno rival donde más les duele: “No quiero pensar en localismos y sí centrarme en esta final que es la experiencia más bonita de mi vida. No sólo pienso en jugar, sino en ganar. Y si es al Benfica, mejor”. Beto se hizo en el Sporting y cuajó en el Oporto. Es anti-benfiquista por partida doble.

Beto fue campeón de la Europa League en aquel Oporto que venció al Braga con gol de Radamel Falcao, pero vivió la alegría desde el banquillo. Ahora es titular de este joven Sevilla, que mira al rival a los ojos y acepta el desafío: “En una final no hay favoritos. El Oporto era el favorito para ganar este torneo y nosotros los eliminamos. El Benfica hizo lo mismo con el gran coco de la competición, que es la Juventus. Pero el Oporto no era peor que la Juventus. Nosotros vamos a jugar con mucha concentración porque los detalles pueden marcar el desarrollo de una final”.

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El joven Diogo Figueiras es el único portugués benfiquista. Diogo, que puede ver la final desde el banquillo, jugó seis años en los escalafones inferiores del cuadro lisboeta. Piensa lo mismo que sus compañeros: “Pero no me importaría jugar un día en el club que me guió los pasos desde niño”. Curiosamente, el Sevilla tiene tantos o más portugueses que el Benfica porque Kevin Gameiro, francés de nacionalidad, es de origen luso.

En cifras, el Benfica doblará en efectivos al Sevilla. Los blancos de Emery no estarán solos. Se espera que no menos de 15.000 seguidores (50 aviones desde Sevilla, otros tantos autocares, amén de coches particulares: Turín vivirá en blanquirrojo…) dejen sus manos y gargantas en las gradas del lujoso Juventus Stadium. Alrededor de 30.000 serán portugueses. Los hinchas juventinos, con el dolor de la miel en los labios, han dejado caer en las redes sociales que serán tifosi de los sevillistas. “Y también lo será Don Bosco”, comenta Pablo Blanco, ex jugador del Sevilla y antiguo alumno salesiano. Pablo, que dio sus primeras patadas al balón en el colegio de la Trinidad de Sevilla, recuerda que Turín es la ciudad del santo y donde está la casa principal de los salesianos. “Nosotros vamos a poner corazón y fútbol y esa energía nos tiene que llevar muy lejos”.

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Unai Emery, antes del entrenamiento del equipo en el escenario de la final de esta noche, comentaba: “Siendo objetivo, el principal favorito a ganar era la Juventus y el que eliminó a la Juventus fue el Benfica. Eso les puede dar algo pero a nosotros no nos resta ni un ápice de confianza. Los dos equipos somos merecidos finalistas. No creo que vengan más motivados por haber perdido la final del año pasado. Creo que estarán motivados por haber llegado a la de este año”. Al respecto, el técnico vasco recuerda la larga travesía del Sevilla en esta competición: “Nuestra trayectoria ha sido larga y el éxito ha sido el camino. Sabemos de la dificultad de lo de mañana. Hemos vivido situaciones de todo tipo desde el 1 de agosto que empezamos la competición. Ahora son 90 minutos y tenemos que dar la mejor versión de las eliminatorias vividas anteriormente. No vale quedarse con la mala”.

El lema de la final que tantas alegrías ha dado a los sevillistas es “Vamos a por nuestra Copa”. Eso ha dicho Pepe Castro, presidente del club: “Nadie ha apostado por este campeonato más que nosotros, desde el principio al fin. Hay que apostar por esta copa, que debe venir para Sevilla y Andalucía”. Ivan Rakitic, capitán del Sevilla, tiene clarísimo algo: “Yo no sueño con levantar la Copa. Yo quiero ganarla. Quiero ser campeón”. El internacional croata, voz autorizada del vestuario, el líder sin discusión, apostilló: “Nosotros estamos al cien por cien tanto física como mentalmente. Hay partidos mejores y partidos menos buenos. Hoy vamos a estar a un nivel muy alto. Queremos hacer el mejor partido de nuestra vida". Otra voz potente y decisiva en el equipo es el argentino Federico Fazio, un gigante con sonrisa de niño y corazón de mucho peso: “Empezamos por agosto y después de disputar muchos partidos para poder estar hoy aquí. Somos conscientes de ello y no vamos a regalar nada”.

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El entrenador del Benfica, Jorge Jesús, que en las vísperas sacó pecho y auguró el final de la serie consecutiva de derrotas del club lisboeta en las finales (la maldición de Bela Guttman…), ha moderado su discurso: “Creo que no hay favorito”. Y apela al trabajo y al excelente rendimiento de los suyos: “Trabajamos para conseguir estos grandes momentos. Ya hemos conseguido este año dos títulos -Liga y Copa de la Liga- y trabajemos para lograr éste”. El español Rodrigo, internacional sub-21 con la rojita, es una de las bazas del campeón luso, pero no quiere mirar la final que perdió el pasado año contra el Chelsea: “Cada partido es nuevo y el del Sevilla se puede decidir por detalles”.

Esta noche, duelo de corazones. Sevilla y Benfica. El conjunto andaluz (Gameiro y Vitolo, aunque tocados, estarán a disposición de Emery. Jugarán. Nadie quiere perderse una cita histórica) vestirá de blanco y recupera su escudo clásico. Los números hablan portugués, pero con el Sevilla estarán 15.000 gargantas y un santo: don Bosco.

Alineaciones probables

Sevilla: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Alberto Moreno; M'Bia, Carriço; Reyes, Rakitic, Vitolo o Marko Marin; y Bacca.

Benfica: Oblak; Maxi Pereira, Luisao, Garay, Siqueira; Ruben Amorim, André Gomes; Gaitán, Sulejmani, Rodrigo; Lima.

Árbitro: Felix Brych (Alemania).

Estadio: Juventus Stadium.

Hora: 20.45 (18.45 GMT).

El Sevilla disputa esta noche su tercera final de la Europa League y no le asusta haberse metido en una jaula para pelear contra un león, el Benfica. Las apuestas dan un ligero toque de favoritismo al cuadro luso. Los números no asustan a los gladiadores de Emery. Todos pronuncian una frase rotunda que desde hace días adorna su vestuario: “Las finales no se juegan, se ganan”.

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