La redención de Luis de la Fuente: así ha sido su polémico camino al frente de la Selección
El entrenador de La Roja llega a cuartos de final con un bloque compacto, que solo encajó un gol y entre las máximas favoritas a alzarse con la Eurocopa. Alemania, el siguiente paso
Suceder a alguien como Luis Enrique no es papeleta fácil. Y más cuando en tu currículum como entrenador solo has sido trabajador de una empresa y tu mayor logro es ser campeón de un Europeo sub-21. El ya olvidado Rubiales le dio el timón del barco. Los luisenriquistas se echaron las manos a la cabeza. Y tras caer en Escocia en la clasificación de la Eurocopa (2-0), su puesto estuvo en peligro. Como buen estoico, aguantó el golpe, tiró hacia delante y ahora es el entrenador del equipo que mejor ha jugado en lo que llevamos de competición.
En Hampden Park, Luis de la Fuente vivió sus horas más complicadas a nivel deportivo, pero supo cómo remontar el vuelo. En la fase final de la Nations League, primero, ante Italia (2-1). Después, venciendo por penaltis en la final contra Croacia (0-0, 4-5). Esta victoria no fue una casualidad: España mereció alzarse con el título. En Rotterdam surgieron los primeros destellos del gran juego que practica hoy esta Selección. Pero todo se fue al traste apenas un mes y medio después.
El Caso Rubiales dinamitó la Federación por dentro y él, atrapado en un laberinto con una única escapatoria (dar la espalda a su jefe), protagonizó una de las imágenes más bochornosas en la historia del fútbol español: la ovación de todo un auditorio tras el famoso "no voy a dimitir". La crítica fue feroz. El seleccionador nacional no tuvo valor o no supo darse cuenta de la gravedad de la situación. Por ello, unos días después, compareció en rueda de prensa para explicar su versión y disculparse. Ola superada.
No se puede, a nivel deportivo, poner un pero a los meses siguientes al caos. La clasificación a la Eurocopa peligraba y España respondió con un pleno de victorias en los seis partidos restantes. Solo hubo un punto negro en la travesía desde julio: la derrota ante Colombia en Londres el pasado mes de marzo (0-1).
La comparación con La Roja de 2008
El mundo del fútbol se ha rendido ante el juego de España: el dominio total de los partidos, con muy pocos momentos de sufrimiento (en la primera parte ante Croacia, que aun con todo acabó 3-0); una presión en campo rival y tras pérdida asfixiante —fruto de una gran preparación física— ; y un ritmo de juego intenso y vertical con dos puñales en las bandas como son Lamine Yamal y Nico Williams.
Muchos analistas están comparando el juego de este equipo con el de 2008, considerado el mejor nivel futbolístico jamás alcanzado por España. El propio David Villa, leyenda de esta Selección y jugador de la época más gloriosa de La Roja, no fue capaz de mojarse ante la pregunta de Juanma Castaño, en El Partidazo de Cope, sobre quién se impondría en un hipotético duelo: "Es difícil de vaticinar, tengo que decir que ganaríamos nosotros".
El estilo de juego ha cambiado por completo en comparación con Luis Enrique. El tiempo nos dirá a quién le ha salido mejor su plan. Del asturiano se recuerda su suspenso en el Mundial, con experimentos como Rodri de central, algo que en lo que Luis de la Fuente no va a caer. Cada jugador, en su puesto natural. Pero también hay que recordar que España perdió en penaltis ante Italia en la pasada Eurocopa mereciendo, con creces, pasar a la final.
Apuesta por los suyos
Una de las mayores fortalezas del seleccionador nacional es la confianza. Propia en creer en su plan. Ajena en la elección de jugadores. Fabián — el MVP de toda la Eurocopa hasta el momento—, Unai Simón, Olmo, Oyarzabal o Merino son apuestas de la Sub-21 que le hizo campeón en 2019. También en la del capitán, Morata, a quien mantuvo el brazalete, creyó en él y le puso de titular.
Eliminar a Alemania. Jubilar a Kroos. Pasar a semifinales. Suena demasiado tentador como para no exprimirte e ir a por el partido desde el minuto uno. España pasaría a ser la máxima aspirante al título, con Portugal o Francia como paso a previo a la final. La Roja era una de las tapadas y se ha convertido en una de las grandes candidatas tras una inmaculada fase de grupos donde no encajó ningún gol. Y un gran partido de octavos de final ante Georgia. Que no le tiemble el pulso, como no le pasó tras comenzar perdiendo en octavos, será clave para pasar a semifinales. Y de dirigir a esta España, que ha vuelto a ilusionar, se encargará Luis de la Fuente.
Suceder a alguien como Luis Enrique no es papeleta fácil. Y más cuando en tu currículum como entrenador solo has sido trabajador de una empresa y tu mayor logro es ser campeón de un Europeo sub-21. El ya olvidado Rubiales le dio el timón del barco. Los luisenriquistas se echaron las manos a la cabeza. Y tras caer en Escocia en la clasificación de la Eurocopa (2-0), su puesto estuvo en peligro. Como buen estoico, aguantó el golpe, tiró hacia delante y ahora es el entrenador del equipo que mejor ha jugado en lo que llevamos de competición.
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