Alfonso Pérez: "El problema de Morata es que necesita muchas ocasiones para meter una"

España afronta esta tarde (18:00, desde La Cartuja, frente a Eslovaquia) un partido a cara de perro en el que debe ganar. Incluso si la carambola de resultados le permitiese avanzar a octavos de final con un triste empate que maquillase su mala fase de grupos, algo posible, la victoria es la prioridad para un grupo de futbolistas que no convence. A pesar de enfrentarse a dos selecciones del tercer y cuarto escalón del fútbol europeo como Suecia y Polonia, España ha dejado sensaciones amargas. De impotencia y frustración. Un querer y no poder constante que ha agudizado la crispación desde la lista de convocados y ha radiografiado todos los problemas estructurales que la plantilla ya amontonaba antes de desembarcar en el torneo.

¿Pero qué le está sucediendo a España? ¿Realmente se está jugando tan mal? ¿Van der Vaart tiene razón aunque exude rencor en sus críticas?

"España está jugando muy bien, pero le falta profundidad y el último pase para hacer las ocasiones de gol", explica al otro lado del teléfono Alfonso Pérez, autor de uno de los goles más gritados de la Selección antes de la época dorada: aquel contra Yugoslavia en la Eurocopa de 2000. El histórico delantero del Betis y excompañero de Luis Enrique en la Selección disecciona las múltiples dificultades que se ha encontrado la Roja en estos dos partidos. El foco siempre orbita alrededor del gol, claro. "No hemos tenido suerte de cara a portería. Necesitamos esa mordiente arriba para llegar a portería, no tocar tanto de forma horizontal y meter el último pase decisivo. Ser más profundos, verticales y aprovechar lo que generamos", añade.

El exinternacional y pilar del Athletic Club Andoni Goikoetxea respalda su opinión: "España siempre lleva la iniciativa y los equipos lo saben, así que se encierran y esperan al contragolpe. Luego, no aprovecha su momento y no acaba las jugadas. Se abusa de la posesión y no se busca el uno contra uno por banda, ni tampoco los centros". El combinado de Luis Enrique se ha convertido en un equipo previsible que suma 1.452 pases (transformados en 10 tiros entre los tres palos y un penalti al poste) y en el que el desborde escasea (solo ha completado 10 acciones de este tipo en 180 minutos).

"La Selección está tocando demasiado de lado a lado horizontalmente. Es necesario mover al adversario, pero alguien debe filtrar pases y buscar la última línea. Llegar con Marcos Llorente por la derecha si juega de interior y con Jordi Alba por la izquierda. En caso contrario, el rival está muy cómodo", apunta el también exinternacional y compañero de Luis Enrique Jorge Otero.

Todos los portales de datos enseñan que España es una de las selecciones que más goles han generado desde que iniciase el torneo. Del mismo modo que muestran que la falta de contundencia en el área rival ha mermado por completo las opciones de sumar los seis primeros puntos de la fase de grupos. Morata, delantero centro y blanco de las críticas más exacerbadas, se ha llevado la mayoría de golpes por parte de la prensa y de los aficionados. "La cuestión es que necesita muchas ocasiones para marcar gol. Y eso es un lastre. También te da mucho trabajo, presiona y viene a recibir, pero no materializa las oportunidades. No se trata de echarle toda la culpa a él, es cuestión de todos los jugadores ofensivos. Yo seguiría apostando por él", desliza la leyenda bética.

Jorge Otero coincide en la falta de contundencia. "El mayor problema de la Selección es que necesita generar demasiadas ocasiones para marcar. Se carga sobre la figura de Morata, pero esto sucede y no son matemáticas. Cuando tienes tantas y no las conviertes, eso te perjudica". Alfonso Pérez recoge el guante y analiza el torneo del actual delantero de la Juventus de Turín: "Los errores se pagan muy caros, porque falló varias claras contra Suecia, aunque no fue el único".

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Goikoetxea plasma sus pensamientos sobre el delantero centro de España: "A Morata siempre le ha costado. Nunca ha sido su fuerte marcar goles, no es el típico '9' que tiene una y la mete. Lo que pasa es que ahora que juega con la Selección todo el mundo se fija. Le ha pasado en todos los equipos en los que ha estado, como en el Atlético de Madrid. Él trabaja, pero a un '9' se le piden goles y no ha materializado las que ha tenido".

Gestionar la presión será clave

Llegados a esta situación límite, ¿pueden los futbolistas de la Selección española aislarse del ruido y sobrevivir a la presión? Hablan los que pasaron por situaciones similares. "Ahora hay una presión enorme. Las críticas siempre llegan, por muy alejado que estés de la prensa o la afición. Tienes las ruedas de prensa y todo este tipo de cosas. Es todo un país pendiente de la Selección. Lo único que queda esperar es ganar el próximo partido y acallar las críticas", aclara Alfonso. El exdelantero tira de experiencia personal: "En mi caso, cuando fallaba ocasiones, siempre le daba muchas vueltas a la cabeza".

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La nostalgia de la borrachera de éxitos que nos hizo vivir la Selección desde 2008 hasta 2014 emponzoña el análisis. Otero sabe que las comparaciones son odiosas: "Hay que tener en cuenta que esa Selección brillante no existe y, probablemente, no la vayamos a volver a ver. Villa, Puyol, Xavi, Xabi Alonso, Casillas... Ya no están", cuenta. "Conozco a Luis Enrique. Sé que va a coger esas críticas, como la de Van der Vaart, y las va a utilizar para reforzar el grupo. Los palos a Morata, la crispación de la lista de convocados... Querrá demostrar que están equivocados", zanja el exlateral de Celta de Vigo, Valencia o Atlético.

"Los jugadores deben estar por encima de las críticas y manejar mejor la situación, especialmente Morata. El otro día se le vio muy quemado, porque sabe que la mayoría de críticas van hacia él. Tiene que estar tranquilo y no enfadado con el mundo. La clave pasa por trabajar y darle la vuelta a la situación", detalla Goiko. Sin red de seguridad ni tiempo para rectificar, España se enfrentará a otro equipo que planteará un partido trabado. De esperar el contragolpe y sacar petróleo del error. El conjunto eslovaco esperará parapetado en las faldas de su portero. La pelota, otra vez, estará en el tejado de España.