Es noticia
Reposo, sesiones intensas y mucho vídeo: el cóctel de Italia para la ‘rivincita’ ante España
  1. Deportes
  2. Fútbol
DIEZ DÍAS PREPARANDO EL PARTIDO

Reposo, sesiones intensas y mucho vídeo: el cóctel de Italia para la ‘rivincita’ ante España

Antonio Conte, seleccionador de Italia, empezó a preparar la ‘rivincita’ (venganza) ante España mucho antes de conocer el nombre de su rival en los octavos de final

Foto: Imagen de un entrenamiento de Italia (EFE)
Imagen de un entrenamiento de Italia (EFE)

No lo dicen abiertamente, pero lo piensan. No hay un solo integrante de la ‘squadra azzurra’ que no le quiera hincar el diente a España cueste lo que cueste. Las últimas afrentas sufridas frente a los de Vicente del Bosque están ahí (dos últimos Europeos y Copa de las Confederaciones) y hay que hacer lo imposible por resarcir el orgullo herido de un país que ni olvida ni perdona aquel humillante 4-0 de Kiev. El primero que lo piensa es el jefe de la manada. No es por ello casualidad que Antonio Conte empezara a preparar la ‘rivincita’ (venganza) mucho antes de conocer el nombre de su rival en los octavos de final.

Toda vez que Italia doblegó a Suecia y se aseguró con antelación la primera plaza de su grupo, los transalpinos tenían bastante claro que su rival en la primera ronda del K.O. saldría del duelo que iba a enfrentar cuatro días más tarde a los vigentes campeones continentales con Croacia. El que saliera perdedor de ese igualado enfrentamiento, se las tendría que ver con Italia. Ante la posibilidad de que ese rival fuera España, el preparador de Lecce puso en marcha un plan de trabajo a diez días vista que les permitiera llegar con la mayor frescura posible a un partido que, sabe don Antonio, va a ser de la máxima exigencia tanto anímica como, sobre todo, física.

Su primera medida, orientada a ese presumible cruce con La Roja, fue la de dar descanso a la práctica totalidad de su once de gala en el tercer e intrascendente duelo con la República de Irlanda. Más allá del tema tarjetas (Chiellini, Éder, Motta, Bonucci, Buffon y De Rossi corrían el riesgo de perderse los octavos si veían otra amarilla) y de que ya conociera el nombre de su siguiente enemigo antes de saltar al césped del Pierre Mauroy de Lille, al seleccionador transalpino le preocupaba por encima de todo el desgaste de su tropa o los golpes que pudieran recibir ante el roqueño ejército de Martin O’Neill. A sabiendas de que las fuerzas escasean a estas alturas de campaña, Conte había decidido cuatro días antes resguardar a nueve fijos en su esquema (sólo Barzagli y Bonucci han repetido en los tres encuentros de la primera fase) y enfocarles directamente a ese presumible choque de trenes de octavos, como si el partido con Eire no tuviera nada que ver con ellos.

Implacable test físico

Paolo Bertelli y Costantino Coratti, la pareja de preparadores físicos de la ‘Nazionale’, diseñaron una mini pretemporada de diez días, con ración física suplementaria, buscando que los once elegidos por Conte para el duelo frente a España estén ‘al dente’ de condiciones el próximo lunes en Saint Denis. El técnico italiano suprimió una de las dos sesiones específicas que tenían hasta ese momento para que sus internacionales pudieran dedicar las tardes enteras a reponer energías y desconectar por unas horas de ese ritmo frenético al que les viene sometiendo desde que la expedición transalpina comenzó a preparar esta Eurocopa en Coverciano.

Eso sí, en cuanto repunta el sol cada mañana, ni uno solo de los 23 integrantes de la ‘squadra azzurra’ se libra de realizar un test físico de la máxima exigencia para que no pierdan ‘electricidad’ en las piernas. Saben que Conte les quiere al 120% para que puedan correr más y mostrarse más fuertes que su rival durante los 90 minutos. Lo hicieron contra Bélgica y Suecia, con óptimos resultados. Y lo harán de nuevo contra su ‘bestia negra’ de los últimos tiempos.

Esa intensidad permanente que el técnico les demanda sobre el verde se hace extensible a la sala de conferencias de su hotel de concentración en Montpellier. El componente táctico es de todo punto fundamental para un Conte que antes de que ingresen cada mañana al campo de entrenamiento les somete a una sesión de vídeo por espacio de media hora. En ella, el ‘capo’ les obliga a repetir como un mantra lo que deben hacer en cada situación que les plantean las imágenes. Vaya, que se saben al dedillo cómo se mueve en el campo cada miembro del once hispano. No quiere que nada quede al improviso.

Tensión y raza

Ya en la cancha, los partidillos con los que suele cerrar cada entrenamiento se disputan con la misma tensión y raza que si estuvieran compitiendo contra un rival a tiempo real en un juego oficial. A menudo pone a defender a los once contra un rival imaginario que tiene todo el tiempo la pelota. ¿Les suena de quién puede tratarse?

El relax, en definitiva, es un lujo que esta Italia corajuda e incómoda para todo el que se cruce en su camino no se puede permitir. El jugador que no está concentrado y no le pone el alma a cada pelea por un balón, corre el riesgo de ver a Iniesta, Ramos y compañía desde el banquillo. Así se las gasta ‘il coronello’ Conte. El hombre que ha devuelto la tenacidad sin límites y el orgullo por vestir la ‘azzurra’ a un Italia que se asemeja en muchas cosas a la Italia de toda la vida. Pero esta, a diferencia de aquellas otras que lograron poner las cuatro estrellas mundiales sobre su escudo, tiene a La Roja metida entre ceja y ceja.

No lo dicen abiertamente, pero lo piensan. No hay un solo integrante de la ‘squadra azzurra’ que no le quiera hincar el diente a España cueste lo que cueste. Las últimas afrentas sufridas frente a los de Vicente del Bosque están ahí (dos últimos Europeos y Copa de las Confederaciones) y hay que hacer lo imposible por resarcir el orgullo herido de un país que ni olvida ni perdona aquel humillante 4-0 de Kiev. El primero que lo piensa es el jefe de la manada. No es por ello casualidad que Antonio Conte empezara a preparar la ‘rivincita’ (venganza) mucho antes de conocer el nombre de su rival en los octavos de final.

Vicente del Bosque Eurocopa
El redactor recomienda