Un turco, acusado de agredir a su mujer y defendido por su madre: "Son los celos"

Burak Yilmaz es uno de los jugadores más importante de Turquía en la Eurocopa. Con 30 años está acostumbrado a ocupar el ataque de su selección, para la que ha metido 20 goles en los 45 partidos que ha disputado. Ahora juega en la Superliga china -donde fue traspasado por más de 20 millones de euros- después de años exitosos en su país donde ha jugado para los tres grandes de Estambul -Galatasaray, Fenerbahçe y Besiktas-.

El ariete del próximo rival de España no jugó de titular contra Croacia, lo cual fue sorprendente, aunque en los últimos meses ha arrastrado algunas lesiones. Pero ese es el menor de sus problemas, pues lo cierto es que Yilmaz se ha visto envuelto en un turbio asunto: su mujer le ha denunciado por malos tratos y ha salido en la prensa turca para contar lo ocurrido.

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La violencia física, según la versión de Islem Yilmaz, llegó con su segundo embarazo. "El día de nuestra boda, el presidente (turco), Recep Tayyip Erdogan, le llamó y le dijo que quería que tuviéramos tres hijos. Él dijo que quería cuatro. Pero cuando quedé embarazada por segunda vez, no quiso que tuviera la niña. Me golpeó cuando estaba embarazada", rememora la esposa en unas declaraciones al diario 'Hürriyet', uno de los de mayor circulación de Turquía.

La mujer dice que para escapar de su marido tuvo que acudir a la embajada turca de China y que fue gracias al personal de la embajada cuando encontró una salida del país después de terminar el tratamiento médico que necesitó después de la paliza.

Violencia económica

Las agresiones comenzaron con el segundo embarazo, pero ya antes la esposa de Yilmaz se sintió vejada por su esposo, que según ella abusó de una posición de poder. "Después de casarnos, mi marido empezó a humillarme. Me propuso un acuerdo matrimonial y me acusó de solo casarme con él por el dinero. Empezó a aplicar violencia económica, canceló mis tarjetas de crédito y vendió mi coche", dijo la esposa de Yilmaz en la prensa turca.

Islem Yilmaz reclama una compensación de 3,6 millones de euros, una casa propia y la custodia de sus hijos por el daño ocasionado por el jugador. La madre de Burak asegura que todo lo ocurrido es una consecuencia de los celos de ella y asegura no creer el relato que esta ha contado al diario estambulí, según informa la cadena NTV.

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Queda por saber si en una selección como la turca unas acusaciones tan graves como las expresadas por Islam Yilmaz tienen consecuencias. Los otomanos se enfrentarán el viernes a España en el segundo partido de clasificación, necesitados de mejorar la imagen después de un pobre debut contra la selección croata. La decisión de si jugará o no, en buena lógica, se ve dificultada por una cuestión así. Yilmaz, por el momento, no se ha explicado.