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Bale, el inicio y el fin de la selección de Gales
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debuta en la eurocopa contra eslovaquia

Bale, el inicio y el fin de la selección de Gales

El jugador del Madrid intervino en nueve de los once goles de su selección en la clasificación. Hoy juega contra Eslovaquia. Albania-Suiza, una refriega de hermanos

Foto: Gareth Bale en un entrenamiento (Reuters)
Gareth Bale en un entrenamiento (Reuters)

Tenía solo 16 años, era lateral izquierdo y aún jugaba en el Southampton. No se había operado aún la orejas, su rostro era aniñado y el pelo lo llevaba enmarañado, mucho menos arreglado de lo que acostumbra a tenerlo ahora. Gareth Bale no era una estrella, pero estaba llamado a serlo, y tampoco Gales tiene una población futbolística suficiente para despreciar a aquel chico que tanto corría y tan bien le pegaba al balón. Así que el técnico de aquel momento, John Toshak, le sacó en el minuto 55 de un partido amistoso en Austria contra Trinidad Tobago. Y el niño dio una asistencia. Ahora una década después les ha llevado a la Eurocopa.

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Aquel momento es clave para entender que hoy Gales esté jugando su primer torneo continental. Sin él no hubiese sido posible y es, probablemente, la selección que mayor necesidad tiene de un solo jugador. La selección británica tiene otros futbolistas de nivel, pero ninguno está a la altura del madridista. De los once goles que marcó la selección gales siete fueron de Bale. Dos más llegaron después de una asistencia suya. Eso es dependencia. Este sábado debutarán contra Eslovaquia en un grupo en el que la favorita es Inglaterra.

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Gales nunca ha estado en una Eurocopa y solo acudió a un Mundial, en 1958, cuando los cuatro equipos del Reino Unido se juntaron en Suecia. Ha cambiado el mundo y también el fútbol, en aquella ocasión se metieron en la gran competición por un conflicto político, las selecciones asiáticas se negaron a jugar contra Israel y terminó jugándose una eliminatoria entre los galeses y los israelíes aunque los primeros habían quedado eliminados en la clasificación europea. Vencieron, se metieron en el Mundial, pasaron la primera fase y terminaron topándose con el Brasil de Pelé, que al terminar el torneo levantó la Copa Jules Rimet.

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En su debut en la Eurocopa se cruzarán con otro equipo que también se enfrenta por primera vez a la competición. Eslovaquia, a pesar de todo, tiene un pasado glorioso en el torneo, pues estaba integrada en la Checoslovaquia que fue campeona en 1976 con un gol que pasó a la historia: el penalti de Panenka. El país se desintegró en 1992 y desde aquellos tiempos no ha estado en una sola Eurocopa, pero sí en el Mundial de 2010. El país centroeuropeo estaba encuadrado en el grupo de España en la fase de clasificación, de hecho la derrotó en Zilna con un 2-1 que supone la única derrota de La Roja en una fase de clasificación en una fase de clasificación desde 2006.

Su estrella es Hamsik, el jugador del Nápoles conocido por su buen trato de balón y su cresta. Eslovaquia se ha estabilizado en la clase media del fútbol europeo y tiene algunos jugadores jóvenes con proyección como Ondrej Duda.

Albania-Suiza

De debutantes va la cosa, pues Albania también comparece en la Eurocopa por primera vez en su historia. Los balcánicos fueron durante años el típico equipo de baja reputación, un rival sencillo que no aspiraba a más que jugar fases clasificatorias. Pero esta vez dio la sorpresa, lo hizo por la puerta grande en un grupo en el que no eran ni mucho menos favoritos y dejaron fuera a selecciones de mayor historial como Serbia y Dinamarca. Su seleccionador Gianni De Biasi, tiene mucho que ver con la mejora de la selección del águila bicéfala.

En el encuentro se enfrentarán a Suiza, un clásico en los torneos internacionales. La curiosidad tiene apellido en este caso: Xhaka. Habrá dos sobre el campo, Granit y Taulant, pero estarán enfrentados, pues el centrocampista recientemente fichado por Arsenal por 40 millones de euros jugará con Suiza mientras que su hermano lo hará con Albania. Ambos nacieron en el país helvético y ambos fueron tentados por la selección albanesa, pues son de origen kosovar, pero solo uno de ellos se decantó por el país de sus ancestros.

Granit no lo tuvo fácil en Suiza, durante años fue despreciado por sus compañeros, pero se mantuvo fuerte y terminó asentándose. "Sabía que lo único que me diferenciaba de ellos era el apellido", cuenta quien hoy es una de las estrellas del conjunto helvético. El otro jugador a seguir de los centroeuropeos comparte origen con los Xhaka, es Xerdan Shaquiri.

No es tan extraño, Suiza es la selección de la diáspora, basta con dar una vuelta por el listado de convocados para darse cuenta de que es un país de acogida, Shaquiri, Xhaka, Seferovic,Tarashaj, Zakaria, Mehmedi, Rodríguez, Bürki, Behrami, Djourou...

Tenía solo 16 años, era lateral izquierdo y aún jugaba en el Southampton. No se había operado aún la orejas, su rostro era aniñado y el pelo lo llevaba enmarañado, mucho menos arreglado de lo que acostumbra a tenerlo ahora. Gareth Bale no era una estrella, pero estaba llamado a serlo, y tampoco Gales tiene una población futbolística suficiente para despreciar a aquel chico que tanto corría y tan bien le pegaba al balón. Así que el técnico de aquel momento, John Toshak, le sacó en el minuto 55 de un partido amistoso en Austria contra Trinidad Tobago. Y el niño dio una asistencia. Ahora una década después les ha llevado a la Eurocopa.

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