París, con un ojo en su aplicación Alerta Atentado y el otro en el Francia-Rumanía

Con el pistoletazo de salida de la Eurocopa más numerosa de la historia (24 seleccionesen liza por primera vez), les Bleus inician este viernesante una asequible Rumanía su particular cruzada en pos de su tercer entorchado continental (la ganaron en 1984 y 2000), con el fantasma latente del terrorismo islámico planeando sobre sus cabezas y las de 66 millones de franceses, incapaces de borrar por completo de sus mentes el atentado contra la redacción del diario 'Charlie Hebdo' (enero de 2015) y la sangrienta noche del 13 de noviembre, cuandoParís fue atacada sin piedad en diferentes puntos (entre ellos, el Stade de France) por el Daesh.

Solo la magia de la pelota, una vez que eche a rodar en el coliseo de Saint-Denis, tendrá la fuerza suficiente para actuar como antídoto contra ese temor que, a hurtadillas, ha ido minando en los meses precedentes el espíritu de la gran familia del fútbol europeo y es el causante de que el país organizador de esta fiesta del balompié se haya fortificado hasta límites insospechados. Entre fuerzas policiales y ejército (77.000), seguridad privada (13.000) y voluntarios (10.000), Francia ha movilizado a 100.000 efectivos que tratarán de minimizar al máximo el riesgo de que alguna célula fundamentalista trate de quebrar el desarrollo normal de una Eurocopa que atraerá durante el próximo mes a una cifra no inferior a los 2,5 millones de seguidores, según estimaciones locales.

[Horarios y televisiones de los partidos de la Eurocopa]

Aunque el clima que se respira en la Ciudad de la Luz en las horas previas al inicio del torneo vuelve a ser de normalidad una vez superada la crisis provocada por las inundaciones de la semana pasada, nadie esconde su preocupación por el hecho de que el Gobierno de Manuel Valls haya activado la alerta máxima ante la amenaza plausible de nuevos ataques terroristas en el corazón de la nación tricolor. A tal efecto, el Ministerio del Interior presentó el miércoles una aplicación para teléfonos móviles llamada Alerta Atentado, cuyo objetivo es prevenir a la población sobre los pasos a dar en caso de una “crisis mayor”, amén de ser un canal de información ‘online’, con una cadencia inferior a 15 minutos, si llegara a producirse algún suceso similar a los de fines del pasado año.

Además de ofrecer a los usuarios consejos sobre cómo comportarse en función de la naturaleza de la alerta y evitar un colapso de las líneas telefónicas de emergencia, la citada 'app', cuya descarga es gratuita, les dará también la posibilidad de informar a las fuerzas de seguridad de cualquier anomalía o comportamiento extraño que perciban a su alrededor. “La situación es la que es y eso, por desgracia, no lo podemos cambiar. Pero los franceses y todos aquellos que nos visiten durante la Euro pueden estar tranquilos. El nivel de seguridad que tenemos es el más grande que se ha hecho para un evento de estas características. El mensaje que transmitimos desde el Gobierno a la gente es que todo está bajo control y que disfruten del espectáculo del fútbol”, señaló Patrick Kanner, ministro de Deportes galo.

Para desgracia de Valls y su equipo de gobierno, el terrorismo o el 'hooliganismo' no son sus únicos frentes abiertos en su afán por vender normalidad al personal. El conflicto social provocado por el nuevo proyecto de Ley del Trabajo tiene a la capital francesa en jaque desde el pasado día 1 a causa de las convocatorias de huelga de los trabajadores del ferrocarril (SNCF). Eso significa que los aficionados que se desplacen hasta Saint Denis a ver el debut de les Bleus deberán ir con bastante tiempo de antelación para evitar que los servicios mínimos les jueguen una mala pasada. Pese a las advertencias hechas durante todo el juevespor los responsables del transporte urbano, las aglomeraciones en los andenes y los atascos en los accesos al estadio nacional están garantizados.

[Datos curiosos de Francia]

Alejados de esa larga y preocupante retahíla de sucesos extradeportivos, franceses y rumanos han velado armas envueltos en atmósferas completamente dispares. Mientras que los anfitriones han exhibido abiertamente en la guarida de Clairefontaine su ilusión y ambición por repetir los éxitos de los dos últimos torneos organizados en el país (Euro 84 y Mundial 98), los de Iordanescu apenas han asomado el hocico desde que pisaran por vez primera suelo galo el pasado domingo. Recluidos a cal y canto en el lujoso Castillo Mont Royal de Orry-La-Ville, apenas se han dejado ver en público (solo durante una cena el miércoles en un restaurante de Chantilly) hasta la sesión de entrenamiento de ayer en el Stade de France, y porque la UEFA les obligaba…

Ese hermetismo que siempre ha acompañado a los equipos del veterano técnico balcánico tuvo su episodio más surrealista el pasado martes, cuando decidió sobre la marcha no abrir las puertas de un entrenamiento que la página web de su Federación había anunciado a bombo y platillo para que sus internacionales sintieran el calor de los numerosos compatriotas que habitan en los 'banlieues'parisinos.

Pogba, el líder de la selección gala

Con el equipo totalmente definido después de que Dimitri Payet haya ocupado el flanco izquierdo del ataque galo en los dos últimos ensayos que Deschamps ha realizado a punta cerrada, los ojos de la afición francesa estarán centrados en Paul Pogba. El todocampista de la Juve está llamado a ejercer el papel de líder espiritual de los anfitriones, del mismo modo que hicieron Platini y Zidane cuando llevaron a les Bleus hasta la gloria aprovechando el factor campo. “Paul tiene una calidad extraordinaria. Es un jugador con carácter y personalidad que sabe perfectamente dónde quiere llegar”, apuntaba su compañero Gignac.

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A ‘La Piqueta’, como le apodan por sus pagos, le falta todavía pegar con su selección ese golpe en la mesa que por ahora solo ha dado en la Serie A y en la Champions con el campeón italiano.Para empezar, el volante objeto de deseo permanente de Real Madrid y Barça se las verá con un viejo conocido: Viktor Kassai. El trencilla húngaro expulsó a Pogba hace tres años frente a España, en partido de clasificación para Brasil 2014, tras mostrarle dos amarillas en un par de minutos. “¿Favoritos? Aquí no hay ningún rival fácil. Rumanía, como el resto de equipos, no está aquí por casualidad. Es una buena selección, que se ha preparado bien y tiene gente con experiencia en las grandes ligas. De todos modos, nuestra obligación es salir a ganar este y todos los partidos que disputemos en este torneo”. Palabra de un Deschamps que, como la casta política del país vecino, contaba ayer los minutos para que el cuero empiece a girar y aparcar (al menos de momento) las críticas recibidas a cuenta de los casos Benzema, Valbuena o Gameiro.

Alineaciones probables:

Francia (1-4-3-3): 1 Lloris; 19 Sagna, 4 Rami, 21 Koscielny, 3 Evra; 15 Pogba, 5 Kanté, 14 Matuidi; 7 Griezmann, 9 Giraud y 8 Payet. 

Entrenador: Didier Deschamps (FRA).

Rumania (1-4-2-3-1): 12 Tatarusanu; 22 Sapunaru, 6 Chiriches, 21 Grigore, 3 Rat; 8 Pintilii, 5 Hoban; 20 A. Popa, 10 Stanciu, 19 Stancu; y 14 Andone.

Entrenador: Anghel Iordanescu (RUM).

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría).

Estadio: Saint Denis, 21:00.