Euro '76: Panenka, el delantero que dio brillo a la primera tanda de penaltis de la historia

La Eurocopa de 1976 es, posiblemente, una de las más recordadas de la historia. El primer campeonato continental de selecciones en el que tuvieron cabida los penaltis para decidir el ganador de un partido, iba a tener un desenlace que a día de hoy sigue recordándose como uno de los momentos cumbres del fútbol. Su protagonista iba a ser, ni más ni menos, un jugador que revolucionó el deporte rey gracias a una genialidad con el título en juego: su nombre es Antonin Panenka.

La disputa del campeonato en suelo yugoslavo siguió teniendo el mismo formato de los anteriores, con una fase previa que daba lugar a unas eliminatorias que determinarían los cuatro equipos encargados de disputar el campeonato. España logró la clasificación en su grupo, pero en los cruces le tocó uno de los rivales más complicados, Alemania Federal, que por aquel entonces tenía el honor de ser la actual campeona de Europa.

En España, el combinado nacional logró un meritorio empate a uno, pero en el choque de vuelta, el conjunto teutón iba a vencer al equipo español por 2 a 0, logrando el pase a la fase final y dejando en la cuneta a la Roja. Alemania Federal lograba el pase a las semifinales del torneo, una ronda en la que se enfrentaría a la anfitriona Yugoslavia, mientras que Checoslovaquia y Holanda se disputarían la otra plaza para entrar en la gran final.

Yugoslavia, con el apoyo de su público, puso contra las cuerdas a Alemania Federal, a la que a falta de 25 minutos para el término del partido vencía por un contundente 0 a 2. Sin embargo, Flohe y Dieter Müller iban a forzar la prórroga, en la que el propio Müller iba a firmar dos goles más para lograr la clasificación. En la otra semifinal, Checoslovaquia iba a aprovechar también el tiempo extra para acabar con Holanda y alcanzar la final.

Alemania Federal estaba ante la oportunidad de convertirse en el primer combinado de la historia en conseguir una Eurocopa, un Mundial y, de nuevo, una Eurocopa aunque, para ello, debería acabar con el conjunto checoslovaco. El conjunto teutón iba a probar el potencial de Checoslovaquia, que en sólo 25 minutos le endosaba un duro 2 a 0. Alemania Federal se iba a lanzar al ataque en busca del empate, que no iban a lograr hasta el minuto noventa por mediación de Hölzenbein.

Tras una prórroga insulsa, llegaría la primera tanda de penaltis de la historia de la Eurocopas y, sin duda, sería inolvidable. Después de siete lanzamientos sin fallo por parte de ambos equipos, Uli Höeness iba a marrar su lanzamiento. Si Checoslovaquia marcaba sería campeona de Europa: Antonin Panenka recogió el esférico, lo colocó en el punto de penalti, miró fijamente a Sepp Maier... y surgió la magia. Tras coger mucha carrerilla, el meta se lanzó a su lado izquierdo y el checo se inventó una ‘picada’ que se colaba mansa por el medio de la portería. Checoslovaquia se convertía en campeona de Europa y Panenka acababa de inventar un lanzamiento que pasaría a la historia.