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Cuando un impulso económico holandés sabe a oro en las arcas de la Federación
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La rfef ha perdido dinero tras caer en brasil

Cuando un impulso económico holandés sabe a oro en las arcas de la Federación

Cuando la Selección fue eliminada en el Mundial de Brasil, la opinión pública se centró en el fracaso deportivo, pero el agujero económico es importante. Una marca de cerveza ayuda a la Federación

Foto: Del Bosque fue uno de los padrinos del acto comercial (EFE).
Del Bosque fue uno de los padrinos del acto comercial (EFE).

Cuando la selección española fue eliminada en el Mundial de Brasil, los aficionados sintieron la natural decepción futbolística que se extrae de cualquier caída temprana, más si se trata de los aficionados de la campeona del mundo. Por muy aplastante que fuera, el desastre no resulta más fácil de digerir. Al contrario, más bien. Y si es así de complicado de asumir para el seguidor común, imagínense para aquellos que tienen intereses más allá del corazón, del sentimiento. Es decir, los de ‘la pela es la pela’.

Los que realmente metían dinero en las arcas de la Federación eran los grandes patrocinadores oficiales, esos que se subieron al carro de la Roja por ser la campeona del mundo y bicampeona de Europa y que vieron en esa corriente una gran ola creciente. Sin embargo, lo que no vieron venir es que esa ola se encontraría en algún momento de su trayectoria una playa donde romper. Y esa orilla se encontraba en Río de Janeiro, en las costas de la gran ciudad brasileña, más exactamente en los pastos verdes del mítico Maracaná, allí donde Chile confirmó que España no tenía ningún futuro defendiendo su centro mundial.

Como ya contamos en este periódico, la Selección ha perdido numerosos patrocinios en los últimos meses. Ya no hay grandes marcas de coches que pongan su sello en la ropa de los futbolistas ni en los paneles publicitarios, ya no está Santa Mónica Sports gestionando todos los derechos audiovisuales de la Roja. Ni siquiera Televisión Española luce ya como una de las grandes marcas representativas del fútbol español. Todas se han ido cayendo por diferentes motivos durante los meses sucesivos al desastre de Brasil. En resumidas cuentas, España ya no es rentable futbolísticamente.

¿Por qué España juega su partido de clasificación para la Eurocopa de 2016 en el Sánchez Pizjuán? ¿Por qué en Sevilla? No es en absoluto casual que justo ahora, en medio de toda la crisis institucional y deportiva que vive la Selección, ésta acuda a la ciudad donde más veces ha jugado para enfrentarse a Ucrania. Hay una explicación muy razonable de por qué se juega en la capital andaluza y es que una de las grandes empresas de la ciudad del Guadalquivir se ha encargado de seguir manteniendo su compromiso con la Real Federación Española de Fútbol.

Cruzcampo fue sevillana durante 96 años en los que se convirtió en una de las marcas más representativas del mundo de la cerveza nacional, compitiendo con otras marcas clásicas como Águila, Mahou o San Miguel. Sin embargo, en el año 1991, Guinnes se fijó en esa empresa andaluza y adquirió todas las cervezas del grupo. Pero no duró mucho la relación, ya que nueve años después, en el 2000, fue Heineken la que adquirió el 100% del capital de Cruzcampo a los irlandeses y todo lo que conocíamos por Cruzcampo pasó a ser propiedad del capital holandés. Pues bien, son ellos los que se han comprometido a seguir apoyando a la Roja en estos difíciles momentos.

Por ello se eligió la sede de la Fundación Cruzcampo, en el 1 de la Avenida Andalucía de la capital de Andalucía, como lugar para celebrar la rueda de prensa previa al enfrentamiento a Ucrania. Por allí aparecieron Sergio Ramos y Andrés Iniesta, dos de los capitanes de la Roja y después Vicente del Bosque. El seleccionador fue el padrino en el acto de presentación de la renovación del acuerdo entre Heineken (personificado en su rama de Cruzcampo) y la RFEF hasta el Mundial de Rusia 2018. Fue un acto breve lleno de formalismos y buenas y forzadas palabras, pero en definitiva un acuerdo que hace que un francés en origen como Richard Weissend, presidente ejecutivo de Heineken España, quiera que gane la Roja en su propia casa en 2016.

Cuando la selección española fue eliminada en el Mundial de Brasil, los aficionados sintieron la natural decepción futbolística que se extrae de cualquier caída temprana, más si se trata de los aficionados de la campeona del mundo. Por muy aplastante que fuera, el desastre no resulta más fácil de digerir. Al contrario, más bien. Y si es así de complicado de asumir para el seguidor común, imagínense para aquellos que tienen intereses más allá del corazón, del sentimiento. Es decir, los de ‘la pela es la pela’.

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