España entra en la historia gracias al gol de Marcelino

La segunda Eurocopa de la historia iba a marcar un antes y un después para España. La Selección se iba a convertir en campeona en un torneo cuya fase final se iba a disputar en territorio nacional. El éxito de esta segunda edición iba a ser evidente, y hasta 29 selecciones iban a formar parte de la fase de clasificación al torneo europeo, con un formato similar a la primera, aunque con una fase previa algo más extensa que en la disputada en Francia.

Tanto esta fase como los octavos de final y los cuartos se disputaron a doble partido, jugándose cada encuentro en los países de origen de cada selección. En la eliminatoria previa, sólo el vencedor sería el equipo clasificado, a excepción de Austria, Luxemburgo y la URSS que no tuvieron que disputarla. España se mediría a Rumania, a la que vencería por 6 a 0 en la ida, y con la que caería en la vuelta por 3 a 1, logrando el pase a octavos.

Ya en esta ronda, España iba a pasar más apuros de los esperados ante Irlanda del Norte, con la que empataría a uno en la ida y a la que vencería por 0 a 1 en la vuelta. Ya en cuartos, la selección nacional iba a tener mucha más tranquilidad, derrotando por 5 a 1 a Irlanda en la ida y sumando un nuevo triunfo en la vuelta por 0 a 2. La Selección acababa de confirmar su clasificación a la fase final de la Eurocopa, junto a Hungría, Dinamarca y la URSS. Ahora, buscar el pase a la final dependía de un único partido, disputado en territorio español.

Así, España se debía enfrentar a la poderosa selección húngara, mientras que la URSS y Dinamarca se jugarían la otra plaza restante. Mientras que el conjunto soviético pasaba por encima de los escandinavos, el choque entre la Selección y los magiares iba a ser muy igualada. Aunque Pereda adelantaba a España, Bene igualaba el choque en el tramo final de partido, forzando la prórroga. Cuando todo hacía indicar que sería necesario disputar un partido de desempate, apareció Amancio para dar el pase a la final a España.

Casualidades del destino, la gran final de la Eurocopa de 1964 la iban a disputar dos selecciones que habían tenido graves problemas en el anterior campeonato por las ideologías enfrentadas de ambos regímenes. Cuatro años antes, Franco había prohibido que los jugadores soviéticos entraran en nuestro país, lo que provocó la eliminación de España. Ahora, ambos combinados se iban a enfrentar ni más ni menos que en la final de la Eurocopa, en la que lucharían por ser campeón.

El gran partido, disputado en el Santiago Bernabéu ante 79.000 espectadores, iba a deparar un choque intenso. En los primeros compases de partido, Chus Pereda iba adelantar España, pero sólo dos minutos después Khusainov iba a igualar la contienda. Cuando el partido estaba a punto de acabar, apareció Marcelino para superar a Yashin con un genial testarazo, aprovechando un magnífico centro de Pereda –y no de Amancio, como el régimen quiso hacer ver en el NO-DO- y dar la primera victoria de la historia de las Eurocopas a España. La Selección entraba en la historia.