La Cartuja, el lugar que resucitó a Carlo Ancelotti y en el que se firmó su epitafio en el Real Madrid

El destino fue cruel para el Madrid, en una final en la que sacó su carácter habitual. Era previsible un desenlace dramático al descanso, pero emergió la gallardía blanca para que el duelo se fuese a la prórroga. El gol de Jules Koundé, sin embargo, hizo añicos el sueño de los madridistas porque la Copa del Rey viajó a Barcelona. La derrota en La Cartuja y la eliminación frente al Arsenal han dejado a Carlo Ancelotti señalado.

La derrota es absolutamente dolorosa tras ver la reacción del Madrid después de una paupérrima primera mitad. El mérito del giro de guion fue de Ancelotti, cuyos cambios permitieron que se viera una versión distinta del Madrid. Kylian Mbappé, Arda Güler y Luka Modric fueron los revulsivos necesarios para darle la vuelta al encuentro.

El infortunio estaba próximo cuando Lamine envió el balón a la espalda de Rüdiger. Marcar en el tramo final está incluido en el catálogo blanco, más aún en la etapa de Ancelotti. Por eso es sensato afirmar que el Barça les dio con su propia medicina. El gol de Ferran fue el soplo de aire fresco necesario cuando su equipo carecía de rumbo.

Ancelotti, además, era consciente de la importancia de esta final para maquillar la temporada. La Copa del Rey le hubiera dado algo de aire tras lo ocurrido frente al Arsenal. En la primera mitad vio la amarilla, fruto de su insistencia en las protestas. Estuvo igual de activo que su segundo, Davide: ambos no pararon de moverse por el área técnica de manera simultánea.

La bala extra en 2023

Los goles del Madrid, sin embargo, lo mantuvieron parsimonioso, como tantas otras veces se le ha visto. La victoria había que pelearla hasta el final, como él mismo les había enseñado a tantos rivales en los últimos años. A pesar de la decepción, los blancos vendieron muy cara la derrota.

El proyecto de Carletto, de hecho, se sostuvo en La Cartuja y allí ha caído. El epitafio se ha firmado en el que lugar en el que Ancelotti logró su resurrección. El triunfo ante Osasuna hace dos temporadas (2-1) le dio una bala extra cuando ya había runrún en torno a su figura y a un hipotético cambio en el banquillo del Santiago Bernabéu.

Su brillante historial

La derrota en La Cartuja hace prácticamente imposible su continuidad. El club no le dejará salir por la puerta de atrás tras dos Champions en cuatro años, algunas con una épica que se recordará para la posteridad. Pero la incapacidad para sacar partido a la segunda generación de galácticos, unido al rendimiento de esta temporada, lo alejarán de Madrid.

No conviene olvidar que Ancelotti llegó por azar, casi sin recordarse su papel fundamental en la historia moderna del club, cuando pesaban las 12 temporadas sin ganar una Champions y con la Décima siempre en los pensamientos. A su regreso, devolvió al Madrid a la élite tras la marcha de Cristiano. Si tiene que irse, que sea con honores. Se lo ha ganado. Y suena con fuerza Brasil, un banquillo que en las últimas semanas se ha calentado. Será cuestión de tiempo saber cuál es el final de esta historia.