El Real Madrid es la víctima favorita del Barça y Flick ya sabe cómo atropellar a su rival

El FC Barcelona va a por el póker de títulos esta temporada. En el primer año de Hansi Flick al mando de la destartalada nave azulgrana, el técnico alemán ha dotado de identidad, confianza y físico a un equipo que el curso pasado acabó en blanco. Después de endosarle un parcial de 9-2 al Real Madrid en sus dos enfrentamientos previos, Supercopa de España y Clásico en el Santiago Bernabéu, ahora el club azulgrana tiene en su mano darle la estocada final al proyecto de Carlo Ancelotti en la final de la Copa del Rey.

El equipo más goleador de las cinco grandes ligas europeas se mide a un adversario, el Real Madrid, con graves problemas para defender y actuar como un colectivo durante toda la temporada. Algo a lo que Ancelotti ha llamado "falta de equilibrio" o ausencia de "un bloque compacto" y que esconde inestabilidad de un sistema con delanteros que se desentienden de la presión pospérdida.

La fluidez del Barça en ataque, incluso cuando el equipo no juega bien y atraviesa momentos de dificultad, convierte a los azulgranas en un rival temible y capaz de aprovechar todas las dudas blancas. La falta de convencimiento del Real Madrid en la presión contrasta con la principal seña de identidad del Barça. El equipo de Flick, acompañado de un físico privilegiado único en Europa, es una máquina de recuperar pelotas en zonas sensibles y alcanzar el gol en pocos toques.

El Barça, insaciable y más contra el Real Madrid

Insaciables a la hora de aumentar su ventaja goleadora, el Barça, con futbolistas renacidos como Raphinha, de Jong, Lewandowski, Balde o Pedri, transmite ambición y ganas de reivindicarse después de un año anterior muy turbulento. El equipo se ha llevado dos toques de atención en las últimas semanas (visita al Borussia Dortmund y la polémica victoria contra el Celta), pese a que superado ambos terremotos. No es casualidad, porque este Barça tiene fe ciega en lo que hace.

"Parece que están mejor que nosotros, pero una final es algo imprevisible. Meter al Real Madrid como víctima en una final me parece un poco exagerado", confesó Carlo Ancelotti. Lo cierto es que el equipo culé, vivo todavía en la Champions y a cuatro puntos de los blancos en LaLiga, no es invencible, pero sí que ha demostrado ser muy difícil de doblegar. El Real Madrid tiene futbolistas para poner en jaque la trampa del fuera de juego con Vinícius, Mbappé o Bellingham, pero no lo ha conseguido todavía.

La final cobra especial importancia y no solo por ser un título más este curso, sino por las implicaciones que podría tener para lo que resta de temporada. Con un Clásico más en el horizonte, una dolorosa derrota del Real Madrid podría condenar definitivamente a Ancelotti, mientras que una victoria generaría dudas en el Barça y catapultaría a los blancos para lo que resta de año. Eso sí, cabe resaltar que el Barça, siempre que ha podido, ha hecho sangre contra el Real Madrid. No se puede decir lo mismo de los blancos.

Dos bajas muy sensibles

La baja de Alejandro Balde en el lateral izquierdo, sector ocupado por un frágil Gerard Martín, es un quebradero de cabeza para el sistema defensivo culé. El lateral sufrió de lo lindo ante el Celta de Vigo y el Borussia Dortmund, quedando retratado en ambos choques. "Espero que fuera un toque de atención para ver lo que hay que hacer. Es lo que quiero ver ahora del equipo. El camino es largo, no es fácil y el Madrid también es un equipo fantástico, que intentará lograr sus objetivos", afirmó Flick en rueda de prensa.

El técnico alemán, que no quiso dar pistas sobre el estado de Robert Lewandowski, ya sabe que no podrá contar con el máximo goleador azulgrana esta temporada. Con 40 goles en 48 partidos, el polaco cayó lesionado por una lesión en el semitendinoso de la pierna izquierda. El Barça, al que se le caen los goles de los bolsillos con Raphinha y Lamine Yamal, tiene dos alternativas claras.

La primera es Ferran Torres. "Ferran es muy importante, es algo que hay que gestionar, está en un muy buen momento de su carrera, ha marcado diez goles en la Liga. El 9 es la posición en que juega, es rápido, pero también puede controlar la pelota y en defensa puede apoyar con su dinámica. Me gusta verlo así, pero hay que gestionarlo porque lo necesitamos hasta final de temporada", contestó sobre el español después de que se fuera muy enfadado al ser sustituido contra el Celta.

El tercer máximo goleador del equipo, con 17 tantos en 40 partidos, solo por detrás de Lewandowski y Raphinha, aparece en las quinielas como titular. Ahora bien, Flick cuenta con otro as bajo la manga llamado Dani Olmo. El internacional español, que lo ha pasado muy mal esta temporada por todo lo que ha rodeado a su inscripción, ya jugó como 'falso 9' del Barça.