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Ansu Fati rescata al Barça del precipicio en la Copa del Rey ante el Intercity de Alicante (3-4)
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Cerca de la eliminación

Ansu Fati rescata al Barça del precipicio en la Copa del Rey ante el Intercity de Alicante (3-4)

El conjunto alicantino de Primera RFEF empató al Barça en hasta tres ocasiones y forzó la prórroga con un 'hat-trick' de un canterano de La Masia, Oriol Soldevila

Foto: Un gol que evita el ridículo copero. (EFE/Biel Aliño)
Un gol que evita el ridículo copero. (EFE/Biel Aliño)

El Barça de Xavi Hernández sudó sangre para superar la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Intercity de Alicante de Primera RFEF. Los culés se adelantaron hasta en tres ocasiones distintas, pero no sirvió de nada hasta la cuarta, porque Oriol Soldevila, exjugador del filial del Barça y actualmente en el equipo alicantino, marcó un hat-trick histórico para dejar los goles de Ronald Araújo, Ousmane Dembélé y Raphinha en anecdóticos y forzar la prórroga en el Rico Pérez. Los azulgranas generaron las suficientes ocasiones de gol para obtener una ventaja amplia desde el principio y hasta el final, pero como ya sucediera el fin de semana en el derbi contra el Espanyol, los barcelonistas perdonaron demasiado en el área rival y se mostraron débiles en la propia. Ya en la prórroga y con fortuna, Ansu Fati remató un centro de Raphinha en el minuto 103 para marcar el gol definitivo de la victoria. El descalabro estuvo muy cerca.

En una mezcla de titulares y suplentes, donde Jules Koundé, Sergio Busquets, Ousmane Dembélé y Jordi Alba sobresalían como estrellas del primer equipo y otros como Ferran Torres, Depay o Kessié jugaban, los de Xavi Hernández quisieron encarrilar el partido desde el inicio. Pablo Torre avisó primero con un remate tras pase de Héctor Bellerín que no entró por muy poco y en la siguiente acción, el joven jugador ex-racinguista colocó un centro medido a la cabeza de Araújo, que el central uruguayo no iba a desaprovechar con un gran testarazo. Así las cosas, con el marcador en contra desde el minuto cuatro de encuentro y sin el factor campo activado, ya que el Intercity jugó en el Rico Pérez, el cuadro alicantino se vio con el agua al cuello demasiado pronto.

placeholder El uruguayo ofreció un buen nivel. (EFE/Biel Aliño)
El uruguayo ofreció un buen nivel. (EFE/Biel Aliño)

Los azulgranas no levantaron el pie del acelerador. A través de un ritmo alto de la circulación de la pelota y la presión alta agresiva, el Intercity no podía apenas salir al contragolpe. Pudo Dembélé matar el partido en varias ocasiones, pero su mala toma de decisiones, como viene siendo habitual, condenó jugadas prometedoras. El francés es capaz de ser el mejor futbolista del encuentro y el peor en un lapso de cinco segundos. Sin matar al rival, el Intercity despertó de su letargo con un contragolpe que no se transformó en gol por centímetros.

Oriol Soldevila lanzó un pase a la carrera de Aarón Piñán, que cogió despistado a Koundé y lejos a Araújo. Tras ganarle el duelo al francés e imponerse al uruguayo, dejó en el suelo a Iñaki Peña y empujó con su pierna derecha la pelota al fondo de la red. En el último momento, Araújo se cruzó de forma milagrosa para salvar el tanto del empate. A partir de ahí, el equipo alicantino igualó el signo del encuentro durante unos cuantos minutos, hasta que otra vez entre Jordi Alba y Depay enviaron un disparo al travesaño tras tocar en Belotti. Al filo del descanso, a raíz de un gran pase de Dembélé al espacio, Ferran Torres perdonó el 0-2. El Barça había sido mejor, pero no concretaba en área rival.

Locura tras el descanso

La segunda parte empezó con el paso hacia adelante del Intercity y eso que Dembélé pudo, otra vez, matar el partido, pero el guardameta local desvió su zurriagazo. El Bará jugaba con fuego dentro del área, porque tenía opciones de matar el partido, pero no lo hacía. El Intercity se estiró con Piñán, un leve aviso. Tres minutos después, córner forzado y susto gordo para el Barça. Koundé perdió la marca a balón parado, Vadik remató, Soldevila la cazó y batió a Iñaki Peña. Xavi contestó con un triple cambio Raphinha, Eric y Gavi por Araújo, Pablo Torre y Ferran.

placeholder Ousmane Dembélé intenta escaparse de los jugadores del CF Intercity. (EFE/Biel Aliño)
Ousmane Dembélé intenta escaparse de los jugadores del CF Intercity. (EFE/Biel Aliño)

Justo cuando mejor estaba el conjunto alicantino, Gavi trazó un pase magnífico para Dembélé, que esta vez la picó con mucha clase por encima del portero local para colocar el 1-2 en el minuto 66 de partido. Sin tiempo para medias tintas, el Intercity cargó el área del Barça en una acción donde la tensión defensiva brilló por su ausencia. Koundé y Bellerín no taparon el centro, Soldevila entró solo desde la banda derecha alicantina y remató a placer en la cara de Jordi Alba, totalmente pasivo en el minuto 74. Pero la alegría dura muy poco en la casa del pobre.

Jordi Alba centró con precisión al llegar a línea de fondo para un Kessié sin determinación, que no llegó al remate. Sí lo hizo Raphinha, que solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. El Barça volvía a colocarse por delante del marcador y Xavi daba minutos a Ansu Fati por Depay. El hispanoguineano tuvo varias ocasiones claras en los minutos finales del encuentro para marcar, pero no estuvo acertado. En cambio, se mostró más certero en el pase, como el que le brindó en bandeja de plata a Raphinha y que el brasileño desperdició ante un paradón de Gaizka Campos.

Cuando parecía que todo estaba decidido, un grave error defensivo de Marcos Alonso propició el contragolpe del Intercity, que acabó en los pies de Soldevila para marcar un hat-trick inolvidable en el minuto 85. Dembélé tuvo una nueva oportunidad en la frontal del área para ser el héroe del partido y su disparo se marchó desviado. Sin un gol salvador en el descuento, el partido se marchó a la prórroga mientras el público cantaba "Sí, se puede". El Barça salió en tromba en la prórroga con dos ocasiones consecutivas tras un centro de Jordi Alba y un remate de Ansu Fati. Se salvó el Intercity bajo palos.

placeholder Aarón Piñán y Christian Herrera celebran el gol de Soldevila. (EFE/Biel Aliño)
Aarón Piñán y Christian Herrera celebran el gol de Soldevila. (EFE/Biel Aliño)

Los futbolistas locales acusaban el desgaste físico y el pase de los minutos y el Barça se apoyaba en el dúo Dembélé-Ansu Fati para el 3-4 final. El francés dibujó un centro endiablado que no tocó en nadie por poco y los alicantinos respiraron. El Barça acometía una y otra vez y solo el fuera de juego (con la colaboración del travesaño) impidió el gol de Jordi Alba tras un pase fabuloso de Busquets.

Los minutos se hacían demasiado largos y, sin embargo, el cuadro de Primera RFEF resistía cogido del larguero. En el 103 de la prórroga, el Barça progresó por la derecha entre Koundé, Kessié y Raphinha. El brasileño centró y Ansu Fati, con determinación, remató para tocar en Nsue y anotar el 3-4 definitivo con fortuna. La segunda parte de la prórroga solo contó con más ocasiones del Barça, donde Raphinha, Kessié y Balde gozaron de oportunidades para ampliar la ventaja. Fue a la cuarta intentona donde el Barça supo calmar el ritmo del encuentro e imponer su teórica superioridad ante un rival cuyo presupuesto no supera los cuatro millones de euros.

El Barça de Xavi Hernández sudó sangre para superar la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Intercity de Alicante de Primera RFEF. Los culés se adelantaron hasta en tres ocasiones distintas, pero no sirvió de nada hasta la cuarta, porque Oriol Soldevila, exjugador del filial del Barça y actualmente en el equipo alicantino, marcó un hat-trick histórico para dejar los goles de Ronald Araújo, Ousmane Dembélé y Raphinha en anecdóticos y forzar la prórroga en el Rico Pérez. Los azulgranas generaron las suficientes ocasiones de gol para obtener una ventaja amplia desde el principio y hasta el final, pero como ya sucediera el fin de semana en el derbi contra el Espanyol, los barcelonistas perdonaron demasiado en el área rival y se mostraron débiles en la propia. Ya en la prórroga y con fortuna, Ansu Fati remató un centro de Raphinha en el minuto 103 para marcar el gol definitivo de la victoria. El descalabro estuvo muy cerca.

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