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Una final de Copa a prueba de bares: crónica de una misión imposible en La Cartuja
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¿Previa? no esta vez

Una final de Copa a prueba de bares: crónica de una misión imposible en La Cartuja

El más cercano al estadio que abrirá es El Bembé, ubicado a 1'4 kilómetros. En la zona no habrá nadie porque no estarán los trabajadores ni los estudiantes de las facultades

Foto: Interior del estadio de La Cartuja. (Panoramio)
Interior del estadio de La Cartuja. (Panoramio)

El fútbol es un deporte en el que hay dos tiempos de 45 minutos, aunque para algunos son tres o cuatro en función de si hay previa o postpartido. En el caso de La Cartuja, será complicado hacerlo en las proximidades del estadio. Un paseo por la zona –bastante desierta, por cierto- evidencia la falta de lugares en los que tomar algo antes o después del partido.

-¿Abrís el sábado?

-No, cerramos. Por seguridad, no podemos abrir ni nosotros ni las oficinas por orden de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Esta es la respuesta de uno de los camareros de la Cafetería de Pablo, ubicada justo debajo del estadio de La Cartuja, a El Confidencial. Ese es el bar más cercano, pero el sábado no estará disponible para el público. Esta misma información la corrobora uno de los conserjes de las oficinas que están dentro del recinto. Y una empleada del gimnasio Cross Fit: "El viernes por la tarde y el sábado cerraremos. En lugar de abrir el sábado, como habitualmente, estaremos operativos el domingo".

placeholder La Cafetería de Pablo no abrirá el sábado. (Cafetería de Pablo)
La Cafetería de Pablo no abrirá el sábado. (Cafetería de Pablo)

El blindaje del estadio

Hay un blindaje total por motivos de seguridad para la final de Copa. El camino hasta el bar más cercano al estadio es más largo de lo habitual y se asemeja casi a una peregrinación. La siguiente parada en la ruta es El Cartujano, ubicado enfrente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Tiene pinta de ser el típico bar universitario por la cantidad de estudiantes que hay sentados en las mesas, pero una camarera no opina lo mismo: "Somos un bar general, no de universitarios. Abrimos de lunes a viernes, así que el sábado no sabemos nada de la final".

La Cartuja es una zona repleta de oficinas y de facultades, la de Comunicación y la de Ingeniería, que los fines de semana está desierta. Ese es el argumento perfecto para justificar que los bares no abran los findes. Pero este sábado es diferente porque el estadio acogerá la final de Copa. Es imposible comparar esta edición con las dos anteriores, porque se jugaron a puerta cerrada.

Isla Mágica, que está en el mismo barrio, tiene en su interior La Taberna, un bar cercano al estadio. Sin embargo, tampoco abrirá el sábado porque el parque temático y acuático de Sevilla aún está cerrado hasta el comienzo de la temporada veraniega. El rastreo continúa y la siguiente parada es La Bola.

placeholder El interior de El Bembé. (R.L.C.)
El interior de El Bembé. (R.L.C.)

Una búsqueda complicada

La Bola es un restaurante de menú del día o medio menú. En su carta, hay muchísima variedad en los primeros: ensalada mixta, ensaladilla, tortilla de patatas, salmorejo con huevo y jamón, ensalada de frutos secos y aliño de papas. En los segundos, en cambio, no ocurre lo mismo: sólo hay merluza en salsa de gambas y jamoncitos de pollo al horno. En el local confirman lo mismo que en los anteriores: "El sábado no abrimos", dice uno de los camareros.

La odisea finaliza en El Bembé, a escasos 50 metros de La Bola. "Sí, sí, abrimos", asegura Sandra, una de las camareras, a El Confidencial. Este será el bar más cercano al estadio que abrirá. Decir que está próximo al campo es ser benévolo porque está ubicado a 1'4 kilómetros.

El bar, que normalmente sirve almuerzos, tiene preparado algo especial para la final. Habla Sandra: "Abriremos sobre las 12:00, pero la cocina un pelín más tarde. Tenemos tres o cuatro barriles de cerveza preparados, además de muchos tercios y botellines. El cierre de la cocina lo marcará la gente, porque puede alargarse. Si no hay mucho movimiento, es decisión del dueño cerrar antes o después".

Toldo y pantalla

El Bembé tiene fuera un toldo -que quitará calor, aunque no parece que las temperaturas sean elevadas- y unas mesas en las que se colocará una pantalla para ver el partido. No es mala opción para aquellos que no hayan conseguido una entrada. La fiesta, en caso de ganar el Betis, puede alargarse. "Sería la bomba", comenta Sandra entre risas.

El local, asimismo, tiene licencia de discoteca desde final de abril. Normalmente, suelen abrir por la noche algunos fines de semana. "No sabemos con certeza si lo haremos el sábado y si será con entrada anticipada", asegura Sandra.

La Alameda, una plaza céntrica de Sevilla repleta de bares, estará llena de béticos el sábado. Lo más probable es que posteriormente caminen hacia el estadio, que está a media hora a pie. Los aficionados del Valencia, en cambio, quizá lleguen antes a La Cartuja por su desconocimiento de la ciudad. Allí predominará el monopolio del Bembé, porque no hay más lugares a los que ir.

El fútbol es un deporte en el que hay dos tiempos de 45 minutos, aunque para algunos son tres o cuatro en función de si hay previa o postpartido. En el caso de La Cartuja, será complicado hacerlo en las proximidades del estadio. Un paseo por la zona –bastante desierta, por cierto- evidencia la falta de lugares en los que tomar algo antes o después del partido.

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