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"A Miranda le han dado estampitas los nazarenos para que el Betis gane la Copa"
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Un partido muy especial

"A Miranda le han dado estampitas los nazarenos para que el Betis gane la Copa"

Las hermanas del lateral verdiblanco comentan cómo vive su hermano la final, la etapa en Barcelona y en Alemania, y cómo, junto a Gavi, hizo un poco béticos a los chavales de La Masía

Foto: Juan Miranda centra, en el encuentro de la fase de grupos de la Europa League frente al Celtic de Glasgow. (Reuters/Russell Cheyne)
Juan Miranda centra, en el encuentro de la fase de grupos de la Europa League frente al Celtic de Glasgow. (Reuters/Russell Cheyne)

El Betis disputará ante el Valencia la quinta final de Copa del Rey su historia (perdió en 1931 y 1997 y ganó en 1977 y en 2005). Hace 17 años, el gol de Dani le dio a los verdiblancos cuando los penaltis se aproximaban. Aquel día, hubo dos jugadores del equipo en el estadio: Joaquín, que integró aquella plantilla y es el único que repite, y Juan Miranda, bético desde la cuna al que sus padres llevaron a la final. Sus hermanas, Amalia y Elena, atienden a El Confidencial para hablar del partido y de su trayectoria.

Los tira y afloja por conseguir más entradas están siempre presentes cuando un equipo alcanza una final. En un principio, los jugadores del Betis solicitaron 100 entradas cada uno, una petición que no aceptó el club. Luego bajaron hasta 50, pero finalmente han sido 20 las que han conseguido. "Estaremos en uno de los fondos. A mi hermano le pidieron entradas, pero lo que echó fuego fue el teléfono de mis padres. Ojalá le hubiésemos podido dar a todos. Él llevará a sus cuatro amigos íntimos, nosotras a una amiga cada una e irá la familia. Hemos tenido suerte porque la Federación le ha dado cinco más", comenta Elena.

Juan recordó en su cuenta de Instagram cómo sus padres lo llevaron el AVE hasta Madrid para que, con apenas cinco años, viviera la final que el Betis le ganó al Osasuna (2-1). "A mí me dejaron con mi abuela y fueron los cuatro", dice entre risas Amalia. "Yo no me acuerdo de nada, pero me dijeron que estuve todo el partido subiendo y bajando las escaleras", asegura Elena.

placeholder La familia Miranda-González, cuando Juan fichó por el Betis. (Cedida)
La familia Miranda-González, cuando Juan fichó por el Betis. (Cedida)

A Barcelona, a los 14 años

El varón de los Miranda comenzó en el Betis a los ocho años y se marchó al Barcelona a los 14. Tras cinco años en el club catalán, se fue cedido al Schalke 04 y regresó a Sevilla para cumplir su sueño: jugar en el primer equipo del Betis. "Siempre tuvo claro que si el Betis se le ponía por delante era su primera opción", dice Elena. "Él vivía el Betis como si estuviera en Sevilla. De hecho, todos los chavales de La Masía bajaban a ver el Betis al salón porque Gavi y mi hermano los movían".

Cataluña es una tierra en la que tienen fama de cerrados, algo que desmienten las hermanas Miranda, que vivieron en Barcelona algo más de un año. Se marcharon allí porque Juan salió de La Masía y se desplazó la familia. "Mi padre se quedó en Sevilla por el trabajo, pero viajaba todos los fines de semana. La Ciudad Condal es muy bonita, no podemos decir nada malo. Se ve a la sociedad catalana como cerrada desde fuera, pero no es así. No tienen el humor andaluz, pero son muy simpáticos", sostiene Elena.

La adaptación de Juan fue aún mejor que la de sus hermanas, tanto que sus padres estaban preocupados. Él estaba tan cómodo que ni los llamaba. Habla Amalia: "Muchas veces era la educadora la que llamaba a casa porque mis padres querían saber cómo estaba. La Masía es una familia y luego viene el fútbol. Chapó por ellos".

placeholder Amalia, a la izquierda, y Elena, a la derecha, junto a su hermano tras un partido de esta temporada. (Cedida)
Amalia, a la izquierda, y Elena, a la derecha, junto a su hermano tras un partido de esta temporada. (Cedida)

Un niño rodeado de estrellas

La carrera de Juan le llevó a compartir entrenamientos y viajes durante meses en el Barcelona con jugadores como Messi, Luis Suárez, Jordi Alba… "La primera vez que viajó con el primer equipo, era un niño. Vio a todos los jugadores con una mochila de Louis Vuitton y le pidió a mi madre una. Pero le dio una de Massimo Dutti y le dijo que mucho era", comentan ambas entre risas.

Otra de las anécdotas les ocurrió en el palco del Camp Nou con Messi presente. Así lo cuentan ambas: "Veíamos pasar a Leo, a Antonella, a sus hijos… Estábamos flipando. Messi debió pensar que nos habíamos colado allí".

La ardua competencia en el Barcelona hizo difícil que Juan tuviera continuidad en la Ciudad Condal. Por delante, estaba Jordi Alba en su mejor momento de forma. "Le dio la mano a mi hermano y le ayudó en todo lo que pudo", explica Elena.

placeholder Juan Miranda, durante el partido de Liga ante el Elche. (EFE/José Manuel Jiménez)
Juan Miranda, durante el partido de Liga ante el Elche. (EFE/José Manuel Jiménez)

La pasión por el fútbol le viene a Juan de su padre, que fue futbolista amateur. "Dicen que era muy bueno", comenta Elena. También de su tío Peña, que jugó en el Betis un año y coincidió con Gordillo. "Suponemos que habrá heredado cosas de ambos".

El fútbol no es lo único que le interesa a Juan. El lateral izquierdo del Betis también es un apasionado de los videojuegos. "Juega a la Play en su tiempo libre. Le gusta el FIFA, el Call of Duty… Hay varios en el vestuario que juegan entre ellos. Además, también ha hecho recientemente el curso de entrenador", dice Amalia.

El momento más difícil para la familia fue el traslado a Alemania, cuando Juan se fue cedido al Schalke 04. Se trasladó allí junto a su madre y sus hermanas, pero ellas regresaron un poco antes de la pandemia a España por la difícil adaptación. Lo explica Amalia: "No hicimos amistad con nadie, fue prácticamente una previa al confinamiento que tuvimos poco después. Dábamos los tres juntos clases de alemán en casa y nos reímos muchísimo. El profesor no hablaba español y nos explicaba el alemán en inglés", sostiene Amalia.

placeholder Joaquín regatea frente a David García. (EFE/José Manuel Jiménez)
Joaquín regatea frente a David García. (EFE/José Manuel Jiménez)

La ayuda de Joaquín

El mayor de los Miranda contó con un padrino de lujo en su regreso al Betis, Joaquín. "Lo ha tratado como si fuera su hijo. Las familias coincidimos en el palco de los jugadores y allí vemos a los familiares de Juanmi y Canales. Son encantadores".

La final es el culmen perfecto para la temporada del Betis, que puede repetir participación en competición europea y lograr el cuarto título de su historia. Un partido en el que parece que Álex Moreno jugará por delante de Juan. "Mi hermano se tiene que poner las pilas y lo sabemos de sobra. Hay competencia y es normal venirte abajo si no juegas, pero tiene que demostrar que quiere más", argumenta Elena.

placeholder La cola para recoger las entradas de la final. (EFE/José Manuel Jiménez)
La cola para recoger las entradas de la final. (EFE/José Manuel Jiménez)

El partido es en Sevilla, aunque no en casa porque se disputará en La Cartuja. Basta pasear por la ciudad para ver qué todos los béticos están deseosos porque llegue el sábado. "Nos estamos viniendo arriba y la final hay que ganarla todavía. No es nada segura la victoria. Aunque el Betis es favorito, el Valencia nos eliminó en semifinales hace tres años", dice Amalia.

La victoria en la final es casi cuestión de vida o muerte en Sevilla, tanto que Juan ha recibido muchísimas estampitas de las imágenes que han procesionado en la ciudad. "Cada vez que pasaba un nazareno, le daba a mi hermano una y le decía: 'Para que ganemos la Copa'. No sabes el taco que tienen". No está mal la ayuda divina, aunque enfrente tienen a Bordalás. Y la defensa del Valencia no es precisamente ningún santuario.

El Betis disputará ante el Valencia la quinta final de Copa del Rey su historia (perdió en 1931 y 1997 y ganó en 1977 y en 2005). Hace 17 años, el gol de Dani le dio a los verdiblancos cuando los penaltis se aproximaban. Aquel día, hubo dos jugadores del equipo en el estadio: Joaquín, que integró aquella plantilla y es el único que repite, y Juan Miranda, bético desde la cuna al que sus padres llevaron a la final. Sus hermanas, Amalia y Elena, atienden a El Confidencial para hablar del partido y de su trayectoria.

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