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William Carvalho se inventa un gol de barrio y alarga el sueño del Betis en la Copa (1-2)
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William Carvalho se inventa un gol de barrio y alarga el sueño del Betis en la Copa (1-2)

Los verdiblancos vencieron en la ida en Vallecas. Marcó primero Álvaro García, pero los goles de Iglesias y el portugués adelantan a los sevillanos en la eliminatoria

Foto: Guido Rodríguez e Isi. (EFE/Juanjo Martín)
Guido Rodríguez e Isi. (EFE/Juanjo Martín)

La ilusión es algo no cuantificable, como bien ustedes saben. Por eso es difícil determinar cuál de ambas aficiones estaba más esperanzada con su equipo. Tanto en Vallecas como en Heliópolis el mayor de los deseos es tener una final en el calendario. De momento, el Betis ha tomado la delantera en la eliminatoria. La victoria (1-2), sin embargo, no significa el desenlace del cuento, que tendrá lugar en el Benito Villamarín el próximo 3 de marzo.

El Rayo notó el empuje de su grada en los primeros compases. No es tiempo de vientos ahora en Madrid, tampoco de chubascos. Pero en Vallecas hubo un huracán con forma de franja roja y blanca. Qué salida hicieron los locales. Tan buena que llegó el primer tanto de la noche, obra de Álvaro García. Un sevillista marcándole al Betis. Decía Eduardo Galeano que "el gol es el orgasmo del fútbol". Habría que preguntarle al sevillano si sintió algo parecido.

Otro Betis no hubiera levantado cabeza con el gol del Rayo, pero el de Pellegrini es otra cosa. Cómo se rehicieron sin prisa. Pero sin pausa. El dominio fue llegando de la misma forma que se aproxima cualquier Esperanza al cielo en la famosa 'madrugá'. Los focos siempre están en Fekir, más aún tras la ausencia de Canales, pero habría que ponerlos en William Carvalho, el vivo ejemplo de la gran gestión del entrenador chileno. Aunque estuvo cerca de salir en verano, él paró su marcha. Y ahora ha recuperado su mejor versión.

placeholder Carvalho celebra el segundo gol del Betis. (EFE/Juanjo Martín)
Carvalho celebra el segundo gol del Betis. (EFE/Juanjo Martín)

La aparición de Borja Iglesias

Las ocasiones no llegaron, sin embargo, desde el lado verdiblanco hasta que apareció Borja Iglesias. El gallego, muy cuestionado en sus primeros meses en Heliópolis, regateó en la frontal del área a varios defensas del Rayo hasta que encontró el hueco. Y armó el disparo. Y empató para el Betis. Como Moisés, abrió las aguas cuando más necesitado estaba su equipo.

El empate era el resultado más justo a esas alturas del partido, cuando el Rayo estaba descolocado y el Betis disfrutaba de la posesión. Fekir se creció hasta el punto de no ceder un claro balón de gol a Borja Iglesias para finalizar él mismo la jugada. De no ser por su estatus en el equipo, tengan claro que los reproches no hubieran sido tan laxos. No es habitual sublevarse ante un comandante si uno es soldado.

El descanso no alteró en nada el plan verdiblanco. Ni el del Rayo, que siguió a merced del Betis durante la segunda parte. Los partidos en Vallecas son largos, como comprobó el equipo de Pellegrini en el duelo de Liga (1-1). Aquel día, tras la expulsión de Álex Moreno, se adelantaron, pero luego sufrieron para llevarse el empate con uno menos. Conscientes de su superioridad, la prisa no era uno de los ingredientes de la receta sevillana.

placeholder Tello regatea. (EFE/Juanjo Martín)
Tello regatea. (EFE/Juanjo Martín)

Un plan de 'La Casa de Papel'

Es sorprendente la seguridad de este Betis. Pellegrini sabe que cuando toque alguna pieza el equipo reaccionará. Y así fue. La salida de Tello en detrimento de Juanmi le dio más profundidad por la banda izquierda. En una jugada por ese sector, llegó el segundo gol. Sólo que hubo que ver la cara del chileno para saber que ese plan estaba tan preparado como el del Profesor de 'La Casa de Papel'.

William Carvalho recibió un balón en la corona del área. No había opción de pase; tampoco de disparo. El gol confirmó su buena adaptación a la sociedad sevillana: marcó como se hace en los barrios de la ciudad. Ante la apertura de piernas de Catena, le hizo un caño y se quedó sólo ante el portero. Ahí definió como un delantero centro y le dio la victoria a su equipo.

Pellegrini, viejo zorro de los banquillos, lo tuvo claro: había que asegurar la victoria. Y el equipo reculó. Eso no evitó los sustos porque Rui Silva salvó un buen remate de Nteka. Lo que no consiguió el Rayo fue empatar y evitar el jaque del Betis en la partida. Ahora falta ver quién da el jaque mate.

La ilusión es algo no cuantificable, como bien ustedes saben. Por eso es difícil determinar cuál de ambas aficiones estaba más esperanzada con su equipo. Tanto en Vallecas como en Heliópolis el mayor de los deseos es tener una final en el calendario. De momento, el Betis ha tomado la delantera en la eliminatoria. La victoria (1-2), sin embargo, no significa el desenlace del cuento, que tendrá lugar en el Benito Villamarín el próximo 3 de marzo.

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