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Un Rayo-Betis con el recuerdo de Lopera y Teresa Rivero: "Yo lo echaba y traía a Paquito"
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Unos presidentes distintos

Un Rayo-Betis con el recuerdo de Lopera y Teresa Rivero: "Yo lo echaba y traía a Paquito"

Ambos equipos se enfrentan en la semifinal con el recuerdo de la conversación entre ambos dirigentes en el palco en la que no se percataron de la presencia de las cámaras

Foto: Imagen del encuentro en Vallecas de esta temporada. (EFE/Víctor Lerena)
Imagen del encuentro en Vallecas de esta temporada. (EFE/Víctor Lerena)

Rayo Vallecano y Betis abrirán el fuego de estas semifinales de la Copa del Rey, un terreno que no pisan desde 1982 y 2005, respectivamente. En estos años, las vidas de ambos clubes han tenido parecidos semejantes a una montaña rusa. En parte por los dirigentes que han tenido, Lopera y la familia Ruiz Mateos-Rivero. Así ha cambiado la realidad de sevillanos y madrileños.

El Betis completó la mejor temporada de su historia en 2005 (con permiso, para algunos, de la temporada 34/35 en la que el club ganó su único título de Liga). Bajo la dirección de Lorenzo Serra Ferrer, se clasificaron para la Champions (la única vez) y ganaron la Copa del Rey frente a Osasuna (2-1) en el Vicente Calderón. En aquella plantilla estaba Joaquín, además de otros buenos jugadores como Oliveira, Edú, Capi…

1982 fue el año del cambio en España. Y de la mayor hazaña de la historia del Rayo, las semifinales de Copa. A pesar de estar en Segunda, eliminaron a Atlético Madrileño (aún competían los filiales) y al Zaragoza. No obstante, en la ronda previa a la final no pudieron con el Sporting, que atravesaba su mejor momento de vida. En esos años, fueron subcampeones de Liga en una ocasión y dos veces en la Copa.

placeholder Manuel Ruiz de Lopera. (EFE/José Manuel Vidal)
Manuel Ruiz de Lopera. (EFE/José Manuel Vidal)

Una década en el ostracismo

Los vallecanos ya habían tocado techo tras llegar a la máxima categoría por primera vez en 1977. Allí permanecieron tres temporadas, a las que siguió una década en la que alternaron la Segunda y la Segunda B. Los 90 les tenían preparada una sorpresa. Ante la conversión de los clubes en sociedades anónimas deportivas, un empresario gaditano, José María Ruiz Mateos, adquirió la mayoría del capital social del Rayo Vallecano.

La temporada 2004-05 fue un espejismo para los verdiblancos, que tardaron casi una década en regresar a las competiciones europeas. Durante ese tiempo, la inestabilidad institucional predominó en Heliópolis. Los béticos se cansaron de Lopera. Y viceversa. El máximo accionista del club vendió su paquete mayoritario de acciones en el verano de 2010 y así concluyeron sus 18 años al frente del club. El Betis pasó de jugar la Champions a competir en Segunda.

Ruiz Mateos se dio cuenta rápidamente de que el fútbol no era lo suyo, así que le entregó el Rayo (o su juguete, según se mire) a su esposa, Teresa Rivero. Bajo su mandato, llegaron jugadores de renombre como Anton Polster o Hugo Sánchez.

placeholder Teresa Rivero. (EFE/Mariscal)
Teresa Rivero. (EFE/Mariscal)

La primera presidenta de un club de Primera

La jerezana se convirtió en la primera presidenta de un club de Primera División. Y su presencia en el palco no desentonó para nada. De hecho, congenió bastante con Lopera. No crean ustedes que hablaron de ferias o cortijos, sino de entrenadores. La confianza fue tal que el presidente del Betis se dio el lujo de sugerirle un cambio en el banquillo vallecano. Ante la mala situación del equipo, le dijo: "Yo lo echaba y traía a Paquito; te salva al equipo".

Ambos salieron de sus clubes con un año de diferencia: Lopera en 2010 y Rivero en 2011. De hecho, los dos estadios cambiaron de nombre y adoptaron el de sus dirigentes hasta su marcha, cuando regresaron a los actuales, Benito Villamarín y Vallecas. Durante esos años, hubo impagos tanto en Sevilla como en Madrid.

El remedio fue casi peor que la enfermedad en ambos casos. Ni Miguel Guillén, ni Juan Carlos Ollero enderezaron el Betis lo suficiente hasta que llegó Ángel Haro, que ha dotado al club de la estabilidad necesaria. Tampoco parece que los aficionados del Rayo estén muy contentos con Martín Presa. En los cuartos de final ante el Mallorca (1-0), aplaudieron a los jugadores. Sin embargo, se dieron la vuelta rápidamente hacia el palco para abuchear al máximo accionista. Ahora, no obstante, no es momento de recordar las penas. Más bien, es tiempo de que las aficiones sueñen con una final de Copa.

Rayo Vallecano y Betis abrirán el fuego de estas semifinales de la Copa del Rey, un terreno que no pisan desde 1982 y 2005, respectivamente. En estos años, las vidas de ambos clubes han tenido parecidos semejantes a una montaña rusa. En parte por los dirigentes que han tenido, Lopera y la familia Ruiz Mateos-Rivero. Así ha cambiado la realidad de sevillanos y madrileños.

José María Ruiz-Mateos
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