La 'pierna caliente' de Messi para jugar contra el Real Madrid y en su estadio favorito

En esta semana huracanada, Leo Messi es el más tranquilo de todos. Se juega dos Real Madrid-Barcelona, aluvión de noticias torpederas y VAR mediante, pero Messi sigue impasible. Se entrena y punto. Quiere jugar los dos partidos a todo gas, porque tras el Sevilla ya tiene la “pierna caliente” y ahora no quiere parar. Se lo ha dicho a Valverde. Quiere jugar en su estadio favorito, el Bernabéu. Distinto será retornar a su selección. En Argentina están en vilo con la vuelta del '10'.

"El estado físico de Messi es ahora mismo perfecto", dicen desde el área médica del Barcelona. Una vez superada la contractura en el aductor, que sufrió durante el partido frente al Valencia, Leo pasó por un periodo de “fase oscura”. No mojó frente al Lyon, pero sacó el fusil ante el Sevilla y marcó tres goles, que es su contundente respuesta hacia aquellos que dudaban de su recuperación. Román Riquelme, el histórico '10' de Boca, suele decir de su amigo barcelonista: “Paren las máquinas y guarden silencio, porque está jugando un marciano. Eso es Messi”. El sábado, con el corazón medio roto por la derrota, Wissam Ben Yedder, el goleador sevillista, escribió en su cuenta de Twitter: “En este mundo, quizás hubiéramos ganado este partido... pero hay un jugador de otro planeta que lo quería de otra manera”.

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Messi será de la partida en los dos superclásicos de la semana, comenzando por esta noche. Así se lo ha manifestado a Ernesto Valverde, el entrenador con el que más sintonía ha tenido desde que se marchara Pep Guardiola. Valverde y Messi lo acuerdan todo, no hay nada de improvisación, tampoco sorpresas. El Txingurri y su mano izquierda de torero obran maravillas en un vestuario tan complicado como es el barcelonista. No solo con el '10', también con todas las vacas sagradas del vestuario, los que mueven la sartén y resuelven en los tiempos más espinosos. Y este momento de la temporada, con dos duelos seguidos contra su rival histórico, no se la perderá Messi por nada del mundo. El marciano, según le bautizaron en el deprimido vestuario sevillista, ya está activado y listo para jugar en uno de sus escenarios favoritos: el Bernabéu.

La selección, pendiente de su regreso

Diferente es con Argentina. Leo se concedió un descanso y, tras el Mundial de Russia, pidió a los dirigentes y técnicos de AFA que no le convocaran. Eso han hecho, pero el runrún que ahora existe en Argentina es que el Príncipe de Rosario está a punto de volverse a enfundar la '10' albiceleste. Estos rumores los alimenta especialmente Claudio Tapia, que viaja con frecuencia a Barcelona para no perder el contacto con Messi, y ha dicho que Leo “ha prometido regresar a la selección cuando le convoquen”.

El próximo compromiso de Argentina será el 25 del mes que entra, en el Wanda Metropolitano, ante Venezuela. Los argentinos están ilusionados por ver a Messi de nuevo con la camiseta albiceleste, incluso algunos medios lo aseguran. Todos hablan menos Messi, que sigue con la boca cerrada. Con absoluto respeto se muestra Lionel Scaloni, el seleccionador argentino, que guarda una buena relación personal con Messi, que no piensa decir una palabra sobre el tema hasta la primera semana de marzo, cuando se encuentre en el predio de Ezeiza, lugar de concentración de Argentina. Scaloni, casado con una española, tiene su lugar de residencia en España, concretamente en Marbella. Desde allí, el seleccionador mantiene un frecuente y fluido contacto con los jugadores, también con Leo. El técnico nunca presionará a Messi, así se lo ha dicho al genio. Y este le ha confesado que dará el (deseado) paso adelante cuando en realidad lo necesite Argentina.

Los especialistas creen que el compromiso con Venezuela solo es un bolo de recaudación de AFA y no estará Messi. En cambio, tienen la certeza de que el mejor jugador del mundo sí estará en la lista de Argentina cuando este verano se dispute la Copa América. El evento será en Brasil. Y allí, Leo Messi cuenta con suficientes razones para estar: quiere levantar un título con Argentina y enfrentarse a Neymar, su entrañable rival y, sin embargo, amigo.