Las dos acciones de los señalados Bale y Marcelo que pudieron cambiar el partido

El partido de ida de semifinales de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Real Madrid dejó varias imágenes para la retina. Posiblemente, en lo deportivo no fue el partido más vistoso de ambos equipos, en el que la defensa y el control del esférico tuvo más peso que el ataque más puro y desatado que se ha visto en otras ocasiones. No en vano, no era cuesión de arriesgar, al quedar 90 minutos para decidirse el finalista... pero dos acciones blancas pudieron cambiar el partido.

Corría el minuto 58 de partido, cuando un balón a la espalda de la defensa blanca quedaba en un mano a mano de Jordi Alba contra Keylor Navas. El costarricense salvó a la perfección, pero el rechace le cayó a Luis Suárez... cuyo disparo se estrelló en el palo. El balón quedó muerto en el área donde apareció Malcom y, tras parar el esférico, superaba a Carvajal y Ramos para firmar el empate... pero la repetición dejó en evidencia que algo había fallado, de lo que muchos madridistas se quejaron.

El equipo hizo un buen repliegue en el contraataque azulgrana, pues en el momento en el que Malcom disparó a puerta, dentro del área había nueve jugadores blancos -Keylor, Ramos, Carvajal, Varane, Llorente, Kroos, Modric, Lucas y Marcelo-, pero algo falló. Y es que el enorme espacio que quedó en la banda izquierda del Real Madrid dio lugar a que el gol tuviera lugar: un buen repliegue del lateral brasileño hubiera acabado con las facilidades de Malcom para marcar.

Como hemos dicho, Marcelo se encontraba dentro del área cuando se produjo el disparo, pero llegó tarde a su posición. Una de las repeticiones de gol, la toma desde el propio campo del Barça, deja en evidencia lo que pasó: cuando comenzó el contraataque, Marcelo volvía trotando hacia su campo y solo en el momento en el que el balón le llegó a Malcom, comenzó a esprintar. La afición madridista se pregunta qué hubiera pasado si la carrera hubiera empezado a su debido tiempo.

Pero no fue la única imagen que dejó el encuentro. Pocos minutos después, Gareth Bale tuvo en sus pies la posibilidad de hacer el segundo. Ter Stegen tuvo que salir a la desesperada fuera del área para cortar el balón, que le cayó franco a Benzema. El francés le regaló el gol al galés que, con la pierna buena y sin portero, no disparó a portería, complicándose con un regate hacia su pierna mala que entre Semedo y Jordi Alba consiguieron mandar a córner.

Marcelo y Bale son dos de los jugadores más criticados del equipo blanco. Titulares indiscutibles en las últimas temporadas, este curso no está siendo el mejor para ambos, e incluso han perdido el puesto en el once entre lesiones y su bajo estado de forma. Ambos tuvieron este miércoles una oportunidad pintiparada para reivindicarse -más el brasileño, que jugó los 90 minutos- pero por el contrario no consiguieron dejar las mejores sensaciones sobre el césped.

Es cierto que se vio a un Marcelo a mejor nivel que en los últimos partidos, pero muy lejos de su mejor versión. Especialmente en defensa, donde su carril fue la vía utiizada por el Barça para hacer daño al Madrid. En el caso de Bale, solo jugó los últimos minutos, pero con un rival volcado al ataque no hizo gala de su mejor virtud, la velocidad, estando completamente desaparecido salvo en la acción que pudo dar la victoria al Real Madrid.

Tanto el lateral como el atacante son dos jugadores fundamentales en los éxitos más recientes del equipo blanco, pero cuyo rendimiento no se corresponde con lo que se espera de dos jugadores de su enjundia. Solo los minutos sobre el césped pueden hacer cambiar la tendencia de ambos: dos jugadores señalados por la afición que tienen en sus manos la posibilidad de volver al once inicial. ¿Cómo? A base de trabajo: el Madrid los necesita a ambos.