Gritos de "mercenarios" y golpes a los coches de un Valencia "en la mierda"

La afición del Valenciaestalló. El equipo de Gary Nevillellegaba a las semifinales de la Copa del Rey cargado de moral y con ganas de dar la sorpresa ante un Barcelonaante el quehabían conseguido rascarun empate en la Liga... pero nada más lejos de la realidad. El conjunto azulgrana sólo necesitó doce minutos para poner 2 a 0. A partir de ahí, el baño fue monumental, provocando una goleada de dimensiones antológicas que puede tener consecuencias.

Y es que el Valencia no recibía siete goles en un mismo partido desde que perdió por 7 a 0 ante el Karlsruher alemán en los diciseisavos de final de la extinta Copa de la UEFA, algo que ocurrió en la temporada 1993-94. Ahora, veintidós años más tarde, el conjunto valencianista ha vuelto a recibir un severo colectivo, que no hace más que enrarecer aún más el ambiente de tensión que ya de por sí había en Valencia por el mal momento del equipo.

La imagen ofrecida por el Valencia distó mucho de la de un equipo que estaba a sólo180 minutos de meterse en una final, convirtiéndose en un muñeco de trapo en manos de unBarcelona sin piedad, que fue muy superior en todos los aspectos, en especial desde la expulsión de Shkodran Mustafi al borde del descanso. Pero las consecuencias no se iban a quedar sólo sobre el césped: cerca de 300 personas acudieron a Manises para mostrar su malestar.

Después de que aterrizara el avión con la expedición valencianista, tres centenares de aficionados esperaron a jugadores y cuerpo técnico para increparles. La Policía, para evitar problemas, decidió realizar un cordón y permitir la entrada del autobús del Valencia hasta la misma terminal. Pero los enfadados aficionados no se dieron por vencidos y decidieron seguir al equipo hasta Paterna, donde los cuerpos de seguridad tuvieron que desplegar otrodispositivo.

Más tensión en Paterna

Ya en la ciudad deportiva del Valencia, aproximadamente a las 2:30 horas de lamadrugada, llegó el momento de mayor tensión. Los más radicales profirieron gritos como"Jugadores mercenarios", "Esta camiseta, no la merecésis" o "Gary vete ya", e incluso llegaron a golpear sus vehículos cuando éstos se marchaban a sus casas. La situación llegó a vivir momentos de tensión que, por fortuna y por el trabajo policial, se quedaron en sólo un susto.

Precisamente Mustafi fue uno de los pocos jugadores que dieron la cara tras el partido, y sus palabras fueron muy claras: "El vestuario está en la mierda, pero tenemos que levantarnos.Tenemos que reaccionar. Hoy solo podemos pedir perdón a los aficionados", confesaba. Curiosamente, el recién llegado Denis Cheryshev fue otro de los pocos que tuvo arrestos para dar la cara: "Te pueden ganar,pero no puedes dar esta imagen". Casi nada.

No ha sido hasta un día después cuando otro jugador, AndréGómes, se ha detenido a escuchar a la afición. A la salida del entrenamiento, detuvo su coche para charlar con los aficionados que echaban en cara al equipo no haber corrido y prácticamente que les diera igual la derrota. La respuesta del portugués, sincera y tranquila, no se hizo esperar: "¿Pero que creéis, que nosotros no queremos ganar?". Terminó ovacionado por la afición.

Una situación que ha explotado

La afición se ha cansado de una situación que no tienen visos de que vaya a mejorar a corto plazo. Con prácticamente los dos pies fuera de la Copa y sólo cinco puntos por encima del descenso, la hinchada valencianista es plenamente consciente de que la deriva del equipo es una realidad. Ni tan siquiera la marcha de Nuno y la llegada de Gary Neville ha revitalizado a un equipo que, con el paso de los partidos, sigue dejando mucho que desear.

Por si fuera poco, los líos en los despachos desde la salida de Amadeo Salvo, la llegada de Peter Lim y la actual presidente, Lay Hoon Chan, sólo sirven para enfadar a una afición que, además, no ve ninguna mejora en lo deportivo. La humillación sufrida en el Camp Nou, con los siete goles encajados ante el Barcelona, han terminado por hacer explotar los ánimos de una afición cansada. ¿Será el último partido de Neville? Sólo el tiempo lo dirá.