El Sevilla remata la clasificación y Riazor contagia su frialdad al Deportivo

El Sevilla certificó su clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey tras golear, nuevamente, al Sabadell (5-1) gracias a un recital de Iago Aspas que firmó un 'hat-trick', mientras que el Málaga sacó partido de su visita a Riazor tras empatar (1-1) con un tanto de Ignacio Camacho. El Granada tomó ventaja en la eliminatoria ante el Córdoba al vencer (1-0) gracias a Jhon Córdoba, el nombre propio de un choque en el que los visitantes acabaron en inferioridad numérica por la expulsión de Patrick Ekeng.

El conjunto de Unai Emery, que ya ganó con facilidad en el partido de ida (6-1), no tuvo problemas para seguir su curso en la competición copera y endosar otra goleada al conjunto arlequinado, que llegaba al Sánchez Pizjuán con nuevo entrenador: Álex García. Los catalanes se adelantaron gracias a un penalti que transformó Collantes, pero el sueño de poder sacar un buen resultado de Nervión se desvaneció apenas unos minutos después. Kevin Gameiro igualó la contienda a poco para el final.

Fue la antesala del recital de Aspas, que logró un triplete en apenas seis minutos. El gallego estuvo pletórico y realizó su mejor actuación desde que llegó a la entidad sevillista. Deulofeu, con un fuerte disparo, cerró el 5-1 y el billete de los suyos para los octavos de final, donde se medirán al ganador de la eliminatoria entre Córdoba y Granada.

Por su parte, el Málaga sacó un valioso empate (1-1) en su visita a Riazor que le permite viajar a La Rosaleda con la tranquilidad de haber hecho un gol fuera de casa. Los de Javi Gracia, más cerca de octavos, fueron empatados en la recta final tras una jugada llena de despropósitos que acabó en los pies de Toché. El 'Memo' Ochoa, que jugó como titular en lugar de Kameni, firmó una gran actuación, pero no pudo detener el rechace que le cayó al delantero deportivista.

Además se guardó un minuto de silencio como muestra de rechazo a la violencia y no como homenaje al hincha del club gallego fallecido el pasado domingo en la capital de España. La grada que habitualmente ocupan los Riazor Blues permaneció completamente vacía, tal y como anunció el club mediante su presidente, Tino Fernández, nada más conocerse el suceso.

Granada y Córdoba formaron con un once titular cargado de jugadores poco habituales, siendo los suplentes rojiblancos los que ofrecieron una mejor imagen y un rendimiento más óptimo ya que los visitantes ni lanzaron entre los tres palos de la meta rival en todo el partido. Cuando más igualada y aburrida estaba la contienda, Success provocó un córner en una acción personal que casi acabó en gol y, en la segunda jugada de esa acción, el propio Success tocó tras un centro de Nyom para Jhon Córdoba que, en boca de gol, remachó el 1-0.

Antes del descanso, los locales jugaron a rachas pero dominando sin problemas ante un Córdoba timorato y sin ideas. La segunda parte fue muy pareja, con los cordobeses algo más animados en ataque y los de casa tratando de aprovechar con su velocidad los espacios dejados atrás por su rival. Ekeng pudo marcar el empate en la primera y única ocasión del Córdoba, pero disparó muy mal cuando estaba en franca posición para marcar. Los últimos veinte minutos fueron de nuevo de dominio rojiblanco al quedarse en Córdoba con diez jugadores sobre el campo tras ver Ekeng dos cartulinas amarillas.