Es noticia
Alfonso Rus, un agitador que preside el Olímpic de Xàtiva y quiere reinar desde allí
  1. Deportes
  2. Fútbol
valencianista y hombre fuerte DEL PP

Alfonso Rus, un agitador que preside el Olímpic de Xàtiva y quiere reinar desde allí

El Real Madrid hará feliz hoy (22:00h) a Xàtiva. Al frente del denominado pequeño, el Olímpic, está Alfonso Rus, el hombre para todo en Valencia

Foto: El presidente del Olímpic de Xàtiva, Alfonso Rus, fue agraciado con el segundo premio de la Lotería de Navidad en 2011.
El presidente del Olímpic de Xàtiva, Alfonso Rus, fue agraciado con el segundo premio de la Lotería de Navidad en 2011.

El Real Madrid hará feliz hoy a Xàtiva como el Barcelona hizo este viernes a Cartagena. Es lo que tiene la Copa del Rey y las visitas de los grandes al más puro estilo 'Bienvenido Mr. Marshall'. Lo que ocurre es que en esta ocasión al frente del denominado pequeño, el Olímpic, está Alfonso Rus, el hombre para todo, el personaje que acapara el protagonismo de un equipo y de la ciudad.

Con trece años como presidente, en estos momentos es además alcalde de Xàtiva, presidente de la diputación de Valencia, de la mancomunidad la Costera-Canal, presidente del Consorcio de las Comarcas Centrales de la Comunidad, diputado de la Generalitat y presidente del partido Popular, pero en lo que destaca sobremanera es en lo de ser el brazo armado del PP. Se gusta. El papel de agitador está hecho para él, algo que quizás le haya costado su gran obsesión, que no es otra cosa que presidir el Valencia Club de Fútbol, algo que nunca ha ocultado como uno de sus grandes sueños.

Azote del PSOE valenciano y de muchos de sus compañeros de partido incluido Alberto Fabra, no oculta el dinero y la fama que le rodea, dando rienda suelta a ese carácter populista que le granjea amistades y antipatías por igual. Cercano a Barberá, política que busca el calor del pueblo a cualquier precio, sus declaraciones le han causado más de un problema como cuando invitó a champán y mujeres tras la última victoria electoral del PP.

Las miras de Rus no terminan en el Olímpic y en la Diputación, pero su manera de ser no le ayuda a dar ese paso que tanto ansía. Le traiciona, como le sucedió cuando negó un minuto de silencio tras el fallecimiento de Nil Marín, jugador del Girona B y que se formó en el Llagostera, rival del equipo valenciano. "Si ha fallecido un portero del Girona, lo sentimos, pero no nos incumbe". Y se quedó tan ancho.

Dio una prima de 10.000 euros

Desde la Segunda B busca una notoriedad deportiva que su Valencia le niega. Se postula y anuncia la llegada de dinero, pero pocos creen en él y en sus proyectos. Por eso, dicen, que el PP le tiene relegado a ese secundario papel de agitador. Se desgasta y cansa por igual. A los enemigos y los amigos. No mide, y su defensa de presuntos corruptos le corta esas alas que da a sus jugadores con primas, como los 10.000 euros que recibieron por llegar a los dieciseisavos de final. Ahora, dicen que ha multiplicado por cinco ese premio.

Y es que por dinero no será, ese que le ha servido a Rus para pasear con un Ferrari, ganado por este comerciante metido a político, que en estos momentos reparte su tiempo entre sus múltiples cargos, con sus negocios en textil, electrodomésticos y muebles, pero cambiaría su reino por vivir cada semana, momentos como el de hoy. Y eso que hoy no compartirá palco con Florentino Pérez, de viaje en Dubai.

El Real Madrid hará feliz hoy a Xàtiva como el Barcelona hizo este viernes a Cartagena. Es lo que tiene la Copa del Rey y las visitas de los grandes al más puro estilo 'Bienvenido Mr. Marshall'. Lo que ocurre es que en esta ocasión al frente del denominado pequeño, el Olímpic, está Alfonso Rus, el hombre para todo, el personaje que acapara el protagonismo de un equipo y de la ciudad.

Con trece años como presidente, en estos momentos es además alcalde de Xàtiva, presidente de la diputación de Valencia, de la mancomunidad la Costera-Canal, presidente del Consorcio de las Comarcas Centrales de la Comunidad, diputado de la Generalitat y presidente del partido Popular, pero en lo que destaca sobremanera es en lo de ser el brazo armado del PP. Se gusta. El papel de agitador está hecho para él, algo que quizás le haya costado su gran obsesión, que no es otra cosa que presidir el Valencia Club de Fútbol, algo que nunca ha ocultado como uno de sus grandes sueños.

Azote del PSOE valenciano y de muchos de sus compañeros de partido incluido Alberto Fabra, no oculta el dinero y la fama que le rodea, dando rienda suelta a ese carácter populista que le granjea amistades y antipatías por igual. Cercano a Barberá, política que busca el calor del pueblo a cualquier precio, sus declaraciones le han causado más de un problema como cuando invitó a champán y mujeres tras la última victoria electoral del PP.

Las miras de Rus no terminan en el Olímpic y en la Diputación, pero su manera de ser no le ayuda a dar ese paso que tanto ansía. Le traiciona, como le sucedió cuando negó un minuto de silencio tras el fallecimiento de Nil Marín, jugador del Girona B y que se formó en el Llagostera, rival del equipo valenciano. "Si ha fallecido un portero del Girona, lo sentimos, pero no nos incumbe". Y se quedó tan ancho.

Florentino Pérez
El redactor recomienda