Valdano lo quería ya, Florentino dudaba y Rafa Benítez anduvo listo: así recaló Xabi en Anfield

Justo hace un año menos un día, Xabi Alonso regresó a Liverpool como entrenador. Lo hizo en la Champions y con el Bayer Leverkusen en su condición de campeón de la Bundesliga. "Anfield es muy especial. Es difícil superar lo que supone jugar allí", dijo el tolosarra antes de afrontar el cuarto partido de la nueva Liga de Campeones. Los reds le recibieron como al ídolo que fue y sigue siendo, aunque después le endosaron un contundente 4-0

Veinte años antes, en julio de 2004, tras una temporada en la que a su Real Sociedad no le había ido las cosas tan bien como la anterior, cuando Xabi a punto estuvo de ganar la Liga al Real Madrid de los galácticos, la marcha del joven centrocampista internacional se daba por hecha, aunque faltaba por saber a dónde. Había varios e importantes pretendientes y en el Bernabéu estaban en contacto con su representante, Iñaki Ibáñez.

"Después del torbellino de este verano, lo que debemos hacer es arropar a Xabi Alonso", comentó el entonces presidente txuri urdin, José Luis Astiazaran. "Ha tenido mucha presión, con la Eurocopa y el interés de equipos por ficharle, pero a día de hoy no hay ofertas interesantes ni para la Real ni para Xabi", añadió el inefable exdirigente del club donostiarra.

TE PUEDE INTERESAR

Xabi Alonso (y no el club) se encargará de poner firme al díscolo Vinícius

Kike Marín

El hambre de Alonso por crecer deportivamente se juntó con las ganas de venderle de Astiazaran. Mientras en las oficinas del Bernabéu, Jorge Valdano veía claro su fichaje. Sin embargo, la indecisión de Florentino Pérez llevó a Xabi y, por extensión, a la Real, a aceptar la oferta de 16 millones de euros del Liverpool FC. Rafa Benítez no desaprovechó la ocasión para hacer un gran negocio. Además del gran rendimiento que le dio el tolosarra, cinco años después el Madrid pagó 34,5 millones por él.

El campo en el que se consagró como futbolista

A la larga, el paso de Alonso por Anfield, y a las órdenes de un Benítez con quien acabó teniendo sus más y sus menos, le sirvió para convertirse en uno de los mejores medios centros del mundo. Además de ganar una Champions League (2004-05), una Supercopa de Europa (2005-06), una FA Cup (2006) y una Community Shield (2006), Xabi conquistó a una afición con la que enseguida conectó.

De esta forma, cuando el Real Madrid por fin se decidió a afrontar su fichaje, con la vitola también de campeón de Europa con la Selección española de Luis Aragonés, al Santiago Bernabéu llegó un futbolista más que consolidado. No en vano, lo hizo en el año previo a proclamarse campeón del mundo en Sudáfrica a las órdenes de Vicente del Bosque.

Su palmarés con el equipo blanco, una Champions League (2013-14), una Liga (2011-12), dos Copas del Rey (2010-11 y 2013-14) y una Supercopa de España (2012-13), no fue mayor al coincidir con el 'Pep Team'. Es decir, el Barcelona de Guardiola que se cruzó en su camino con los Puyol, Xavi, Busquets, Iniesta y Messi. Si con el Liverpool jugó 210 partidos, en los que marcó 18 goles y dio 19 asistencias, en el Madrid lo hizo en 236 ocasiones, con 6 goles y 31 asistencias.

Tras colgar las botas en el Bayern de Múnich, donde redondeó su palmarés con tres títulos de la Bundesliga (2014-15, 2015-16 y 2016-17), una Copa (2015-16) y una Supercopa de Alemania (2016-17), Xabi Alonso inició su carrera de entrenador. Tras un breve paso por Valdebebas, volvió a sus orígenes, Zubieta, para dirigir al segundo equipo —que no filial— de la Real Sociedad y, tras no poder dar el salto al primer equipo, acabó en el mencionado Bayer Leverkusen.

TE PUEDE INTERESAR

La mano izquierda de Xabi Alonso para no mandar al banquillo a Vinícius

Kike Marín

Este martes, Xabi regresa a Anfield. Y esta vez lo hace como entrenador del Madrid. El club en el que como futbolista pudo recalar directamente de la Real, aunque la indecisión de Florentino se impuso al convencimiento de su entonces director general, Jorge Valdano, y acabó en Liverpool. Un lugar que, como Leverkusen en su carrera como técnico, le sirvió de paso previo para dirigir al equipo más laureado del mundo, con una gestión en la que los entrenadores no lo tienen nada fácil para, valga la redundancia, entrenar.