Luis Enrique no mentía con Mbappé: una lección coral lleva al PSG a ganar su primera Champions

Por fin lo logró. El PSG, en su segunda oportunidad, levantó la ansiada Champions (5-0) después de pasar por encima de un Inter de Milán prácticamente desconocido en la gran final de Múnich, en un partido donde solo hubo un color. El conjunto francés escribió su nombre en la mayor competición del fútbol por equipos, el gran sueño de Nasser al-Khelaïfi, que llegó en el momento menos esperado por todo el mundo: después del adiós de Kylian Mbappé y de la salida de sus estrellas.

Hace no mucho, el PSG era un equipo plagado de jugadores de primerísimo nivel, estrellas de esas que todo el mundo conoce en cualquier rincón del planeta. Desde el ya citado astro francés, pasando por Leo Messi, Neymar, Sergio Ramos o muchos otros nombres que no llegaron a conseguir el objetivo de brillar en Europa. Pero un español, de nombre Luis Enrique Martínez, cumplió su profecía para llevar al equipo al mayor triunfo de su historia... en una final donde solo hubo un equipo.

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Europa Press

Luis Enrique siempre defendió la fuerza del grupo encima de las individualidades: "Sin Kylian Mbappé, seremos mejores. Con Mbappé teníamos un jugador que iba por libre. El hecho de tener un jugador que se movía por donde él quería implica que hay situaciones del juego que yo no controlo. Ahora lo controlo todo", explicaba en un reciente documental. El tiempo le ha dado la razón: sin grandes estrellas, pero con un equipo en mayúsculas, el PSG es el nuevo rey de Europa.

Durante cerca de una hora, el PSG demostró que tenía las ganas, la ambición y el fútbol suficientes como para pelear por levantar la orejona. Desde que Istvan Kovacs pitó el inicio del partido, los franceses fueron una apisonadora, ante un Inter incapaz de frenar las acometidas de su rival. A pesar del gran trabajo defensivo que mostraron los italianos a lo largo de la competición, en especial en la eliminatoria de semifinales ante el Barcelona, nada pudieron hacer contra el PSG.

Con un Désiré Doué en plan estelar, Vitinha y Fabián dominando el medio del campo, y un imperial Achraf Hakimi, con esfuerzos largos y continuos, el PSG desarmó por completo al Inter. Y antes de que hubieran pasado 20 minutos, el 2 a 0 ya reinaba en el marcador. El PSG era un avión y el Inter solo podía tratar de contener los arreones de los galos, pero tanto llegaba el cántaro a la fuente que los de Luis Enrique no tardaron en golpear... y sentenciar el partido a las primeras de cambio.

El primer tanto llegó en el minuto 12, fruto de una gran combinación coral. Vitinha filtraba un gran balón a Doué quien, en lugar de disparar, dio un balón más a Achraf, que solo tuvo que empujarla para adelantar a su equipo. El golpe fue mortal para el Inter. Antes de que los italianos levantaran la cabeza, el propio Doué lograba el segundo tanto galo, después de un error en salida del conjunto italiano que el extremo francés penalizó como mejor sabe: con gol.

A partir de ahí, poco más, salvo un claro cabezazo de Thuram en el 37 que no encontró la meta de Donnarumma. De hecho, al borde del descanso, Doué y Kvaratskhelia tuvieron un par de claras ocasiones para aumentar el marcador. La única esperanza de que hubiera partido era ver una reacción del Inter en la segunda mitad... pero nada. A pesar de que mantuvieron el control del balón, en busca de reducir distancias, los tiros a portería brillaban por su ausencia.

Victoria por aplastamiento

Sería Doué, quien si no, el encargado de matar el partido. Fue en el minuto 63, cuando se aprovechó de una nueva contra para, con dulzura, mandar a dormir el tercero y sentenciar el partido. Un doblete y una asistencia le coronaron en la gran final de la Champions. Pero el PSG quería más, y dos contras muy bien ejecutadas por Kvaratskhelia y por Mayulu firmaban la manita del PSG, con la que aplastaron a un Inter desconocido para conseguir su ansiada Champions.

Es el primer título europeo para un PSG que es el nuevo rey de Europa. Una Champions en la que Luis Enrique demostró que tenía razón: no puede haber nadie por encima del grupo. Con un juego coral, el conjunto francés ya ha escrito con letras de oro su nombre en Europa. Cinco goles para aplastar al Inter de Milán y entrar en la historia de la competición continental. Y todo gracias a un equipo que supo creer en la idea de juego del entrenador asturiano.