Arteta se consagra tras conjurarse con Guardiola y ahuyentar el fantasma de las remontadas
El técnico del Arsenal no permitió que el Real Madrid soñara por un instante con voltear el 3-0 de Londres y volvió a imponerse por su fútbol, justo lo que le falta al equipo de Ancelotti
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"Es la primera vez que estoy en este banquillo, en este estadio, y te das cuenta de la capacidad que tiene el Madrid para generar caos. Pero, en general, lo hemos controlado muy bien". Así resumía Mikel Arteta (San Sebastián, 1982) la victoria de su Arsenal en el Estadio Santiago Bernabéu, donde, lejos de dejar que el Real Madrid soñara por un solo instante con remontar el 3-0 de Londres, su equipo volvió a ganar con autoridad y él se reivindicó como el gran entrenador que es.
No en vano, el técnico donostiarra demostró su capacidad para que sus jugadores estuvieran "emocionalmente muy estables para esos momentos en los que es muy difícil controlar ciertos aspectos del juego". Así como aprovechar las oportunidades que a lo largo de toda la eliminatoria contra el Real Madrid tuvieron y materializaron. "Esto es lo que te hace ganar a este nivel", destacó Arteta tras el partido del Bernabéu y dejar en evidencia el proyecto de Florentino Pérez.
Mikel llegó al banquillo del Arsenal en diciembre de 2019, en sustitución de otro técnico guipuzcoano como Unai Emery, pues el paso del sueco Fredik Ljunberg fue testimonial. Después de tres años y más de 200 partidos como ayudante de Pep Guardiola en el Manchester City, el donostiarra aceptó el difícil reto de dirigir a un equipo que navegaba a la deriva y su apuesta no pudo ser más acertada. Prueba de ello es que en septiembre del año pasado renovó su contrato hasta 2027.
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En este tiempo, Arteta ha logrado que su equipo le dispute la Premier a Manchester City y Liverpool, además de ganar una FA Cup ante Chelsea, un título que ya conquistó dos veces vistiendo la camiseta del Arsenal, y dos Community Shield (2020 y 2023). Sin embargo, su primer gran éxito es llevarlo hasta las semifinales de la Champions, una competición que, como el propio Mikel reconoce, "es una asignatura pendiente desde hace muchos años para el club".
Tras la estela del mítico Arsène Wenger
De hecho, esto es algo que el Arsenal no lograba desde la temporada 2008-2009, de la mano del mítico Arsène Wenger, que estuvo 22 años en el banquillo de los gunners (1996-2018). Aquello fue tres años después de la única final que los ingleses han jugado —y perdido—, contra el FC Barcelona, precisamente uno de sus posibles rivales en Múnich, siempre y cuando logren eliminar al Paris Saint-Germain y los azulgranas hagan lo propio con el Inter.
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"Es una de las noches más importantes en mi carrera", comentó Arteta tras la victoria por 1-2 en el Bernabéu, donde el Arsenal ya se impuso (0-1, con gol de Henry), precisamente en aquella temporada en la que llegó a la final. "Me acordé de mi mujer, mis hijos y mi familia, porque han escuchado toda la semana lo que puede pasar en este estadio", añadió en una clara referencia a la milonga de las remontadas. "Y me alegro por mis jugadores y por la gente que ha venido a vernos", sentenció.
Discípulo de Pep en el Manchester City
Preguntado por Pep Guardiola, Mikel no tuvo ningún reparo en confesar que "le he llamado esta mañana, porque si estoy aquí es gracias a él". "Fue mi inspiración como jugador y como entrenador", añadió el técnico de los gunners. Es esta influencia la que explica por qué, a la hora de valorar lo conseguido, Arteta destaca "contra qué rival y con el dominio y con la personalidad que el equipo ha jugado y cómo se ha tenido que adaptar a estas circunstancias",
Al igual que en realidad no son los profesores los que enseñan, sino que son los alumnos los que aprenden, por más que desde el entorno del Real Madrid se generara una creencia colectiva de que el Real Madrid podía voltear el 3-0 de Londres, apelando para ello a la épica y la historia, fue el Arsenal el que no se dejó intimidar. Los gunners se impusieron con el ingrediente que paradójicamente le falta al equipo blanco: fútbol.
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Lo malo de ganar sin jugar bien, algo que el Real Madrid ha hecho en numerosas ocasiones gracias a futbolistas del máximo nivel y ante la connivencia de quienes no ven más allá, es que cuando pierdes, lo primero que te critican es precisamente lo mal que juegas. Esto es lo que le ha pasado al equipo de Ancelotti, superado tácticamente por el Arsenal, tanto en la ida como en el de vuelta. Con un Mikel Arteta que se consagró en el Bernabéu tras conjurarse con Guardiola y ahuyentar el fantasma de las remontadas.
"Es la primera vez que estoy en este banquillo, en este estadio, y te das cuenta de la capacidad que tiene el Madrid para generar caos. Pero, en general, lo hemos controlado muy bien". Así resumía Mikel Arteta (San Sebastián, 1982) la victoria de su Arsenal en el Estadio Santiago Bernabéu, donde, lejos de dejar que el Real Madrid soñara por un solo instante con remontar el 3-0 de Londres, su equipo volvió a ganar con autoridad y él se reivindicó como el gran entrenador que es.