Vinícius tiene espejos en los que mirarse en su pulso a Florentino (y ninguno acaba bien)
El futbolista se deja querer por el interés de Arabia Saudí al mismo tiempo que proclama su amor eterno por el Real Madrid. Habló por primera vez del Balón de Oro señalando al club
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El mejor regate de Vinícius regresó ante el Rayo Vallecano, donde dejó un gol propio de consola para incendiar el Santiago Bernabéu. Pero la cintura del brasileño lleva meses haciéndose notar en los despachos, inmerso en el tira y afloja habitual para redactar un nuevo contrato. Florentino Pérez renovó al extremo hace dos años. El incremento salarial del futbolista le colocó entre los mejores pagados del club de Chamartín, pero el nivel ofrecido en sus dos pasadas temporadas, unido a la ofensiva de Arabia Saudí por hacerse con sus servicios, ha acelerado los acontecimientos.
Las cifras que se manejan desde el fútbol de los petrodólares rozan lo absurdo. Hace años, sería impensable que una estrella en plenitud se plantease poner rumbo a Arabia Saudí. El paradigma ha cambiado y Vinícius, como demuestran sus actos, ha puesto sobre la mesa la opción de marcharse. El brasileño le está echando un pulso a Florentino Pérez que nunca acabó bien para sus predecesores.
Los dos espejos más significativos, Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos. En enero del 2018, meses antes de su salida definitiva, Florentino dijo no a una nueva mejora salarial de su gran estrella y puso precio a su marcha: 100 millones. Fue un adiós traumático y que el madridismo no lo entendió de primeras. El tiempo acabaría zanjando el debate sobre quién perdió más, si el club o el jugador. Tres años más tarde, en el 2021, Sergio Ramos, entonces capitán y emblema, abandonaría el club después de largas negociaciones que se terminaron cuando el defensa aceptó una oferta... que Florentino dio por caducada.
Todas las versiones de la renovación
Dicen que la historia tiende a repetirse y lo de Vinícius empieza a preocupar. El brasileño no es un futbolista sencillo. Todos saben de su carácter complicado, siempre en conflicto con árbitros españoles o aficiones de clubes rivales. Para él, gasolina. Ha recibido numerosos toques de atención por parte del Real Madrid, que a la vez le ha protegido y, por momentos, consentido, hasta límites insospechados (llegar a romper relaciones institucionales con el Balón de Oro). Su talento y fútbol hablan por sí solos, su problemática, también. Y mientras tanto... Arabia Saudí hace ruido. Recapitulemos los últimos meses.
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12 de agosto. Agentes de Vinícius mantienen una reunión en Londres con el Fondo de Inversión Público saudí (PIF). La cita es destapada por The Athletic y son los primeros contactos de una faraónica del fútbol saudí, empeñado en crecer sí o sí. El dinero no es problema. 1.000 millones de euros en un contrato de cinco años y pago al Real Madrid por 500 millones de euros. El Madrid, que nunca recibe una oferta en firme, se remite a la cláusula de rescisión firmada en el 2023 por 1.000 millones.
28 de octubre. Hora de comer y los móviles empiezan a sonar en las zonas nobles de Valdebebas. Todo está organizado para un paseo radiante del nuevo mejor jugador del mundo, Vinícius, en la gala parisina del Balón de Oro. Al Real Madrid le llega un chivatazo. Será Rodrigo Hernández el premiado. El futbolista brasileño queda hundido y, como medida de apoyo, el club boicotea la gala y decide no asistir. Se entiende como una injusticia y como acción de castigo a los intereses blancos.
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Apenas unos días después, el Madrid empieza a deslizar dudas sobre el compromiso de Vinícius con el club. Los primeros contactos para su renovación se posponen, la idea de la dirección deportiva era abordar la operación en verano del 2025, pero los cantos de sirena de Arabia lo aceleran todo.
12 de febrero. Nueva reunión de los agentes de Vinícius, esta vez en Praga, con emisarios saudíes. El entorno del brasileño deja claro que el futbolista está abierto a escuchar la propuesta. Se califica la oferta de "irrechazable". Cantidades de dinero que no pueden pagarse en el fútbol europeo y menos en un Real Madrid que, aunque suene extraño, lleva varios años con el grifo cerrado. Se filtra, además, que la cita fue solicitada por parte de Vinícius.
3 de marzo. Previa a los octavos de final de la Champions League. El Euroderbi. Día de prensa que se reserva para estrellas y ahí está Vinícius, en su primera interacción con los medios de comunicación en meses. Lógicamente, se le pregunta por su renovación... y sobre su plantón al Balón de Oro. Ahí negó que él decidiera plantar a gala para felicitar a Rodrigo, echando la responsabilidad al Madrid.
—Yo hago lo que el club manda y el club me pidió quedarme en Madrid [Una declaración que tiró por la borda una agresiva estrategia de comunicación en el Real Madrid, que a nivel institucional denunció un ataque por la decisión de la FIFA/France Football]
—La gente vota lo que cree. Yo tengo mi pensamiento. Nunca soñé ganar el Balón de Oro, cuando estás cerca te lo crees, pero voy a tener más oportunidades. Ya he ganado dos Copas de Europa y estoy aquí para ganar muchas más [Vinícius tenía preparados diversos actos y fiestas por un premio que, presumía, era para él]
—Estoy tranquilo porque tengo contrato hasta 2027 y ojalá renueve cuanto antes porque estoy feliz aquí, con el mejor míster, con la mejor afición, todos me aman y no voy a estar mejor en otro sitio que aquí.
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Las reacciones no tardan en llegar. Josep Pedrerol, esa misma noche en el Chiringuito, se muestra durísimo con el futbolista: "Todo el club diciendo 'qué injusticia con Vinícius' y sale él diciendo 'yo habría ido a aplaudir a Rodri y el club no me dejó' (...) Es el mayor zasca que se lleva el Real Madrid en mucho tiempo de un jugador suyo. Pero hay que reconocerlo". Pese a todo, la actualidad del derbi desactiva la polémica, aunque en el Madrid extrañaron sus declaraciones.
El elefante en la habitación
En la ecuación del futuro de Vinícius Jr existe una variable igual de importante: Kylian Mbappé. Hay varios futbolistas en el Real Madrid cuyo rendimiento le coloca como jugador franquicia/candidato a Balón de Oro, como Jude Bellingham, Fede Valverde o el propio Thibaut Courtois. Ninguno de ellos, de momento, goza del nivel de estrellato de Mbappé. Un delantero goleador, vertical, eléctrico, furioso en carrera y devorador a campo abierto. La megaestrella que el Santiago Bernabéu esperó —y a la que perdonó— durante largos años tras la marcha de Cristiano Ronaldo.
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Ancelotti entendió a la perfección la orden del club para esta temporada. Había que conseguir que Vinícius y Mbappé jugaran juntos. Recolocar la galaxia para que ambas estrellas luciesen. Le costó unos cuantos meses al francés, pero sus números hablan por sí solos (28 goles y 4 asistencias en 41 partidos). El hat-trick ante el Manchester City fue su primera gran exhibición como madridista. No es todo color rosa, sus desconexiones esporádicas, como en la ida contra el Atlético, preocupan a la afición.
Vini comenzó la temporada a un nivel superlativo, pero, coincidiendo con la gala del Balón de Oro y con problemas físicos, bajó el rendimiento (18 goles y 11 asistencias en 37 partidos). El brasileño estuvo 107 días de sequía goleadora en liga entre noviembre y febrero. Nadie puede dudar de su inmensidad como futbolista, pero existe cierta división en el madridismo, con parte de la hinchada cansada de sus actitudes.
Dos gallos, ¿con espacio suficiente?
Lógicamente, Vinícius está pendiente de todo. Ancelotti ha mantenido al brasileño como amo y señor de la banda izquierda, situando a Mbappé como delantero centro (puesto que, ni con las bajas de Vini, ha abandonado el francés). En la escala salarial del Real Madrid manda Kylian, que además de su sueldo, tiene consolidada su prima de fichaje año a año. Vinícius entiende que, al menos, debe estar igual de reconocido que su compañero de equipo.
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En la actualidad, la web especializada en mercado futbolístico, Transfermarkt, sitúa a Mbappé con una estimación de traspaso de 160 millones a sus 26 años. A Vinícius, con dos años menos, en 200 millones (solo Haaland le iguala). A nadie se le escapa que una salida de Vinícius (que implicaría el mayor traspaso de la historia del fútbol) se palia mejor con Mbappé en las filas merengues. Y el primero que lo sabe es Florentino Pérez. La última declaración de amor al Real Madrid ha calmado los ánimos en la afición, aunque la partida de ajedrez sigue su curso. Vinícius tendrá que elegir en qué espejo mirarse.
El mejor regate de Vinícius regresó ante el Rayo Vallecano, donde dejó un gol propio de consola para incendiar el Santiago Bernabéu. Pero la cintura del brasileño lleva meses haciéndose notar en los despachos, inmerso en el tira y afloja habitual para redactar un nuevo contrato. Florentino Pérez renovó al extremo hace dos años. El incremento salarial del futbolista le colocó entre los mejores pagados del club de Chamartín, pero el nivel ofrecido en sus dos pasadas temporadas, unido a la ofensiva de Arabia Saudí por hacerse con sus servicios, ha acelerado los acontecimientos.