El pinchazo de Mbappé, una lesión producto de la nefasta gestión y su fatiga en el Real Madrid

El pinchazo de Mbappé en la parte posterior del muslo izquierdo se produce por la fatiga y una mala gestión de los minutos del francés. El máximo responsable es Ancelotti por no saber medir los riesgos con el delantero. Mbappé ha jugado en las dos últimas semanas cinco partidos y en Bérgamo reventó. El calendario apretado pasa factura, pero también influyen las ansias de Mbappé por quererlo jugar todo y una preparación física que está en dudas. Es su segunda lesión en la temporada y en la misma zona: el bíceps femoral de la pierna izquierda.

Mbappé acumula fatiga desde el partido contra el Liverpool. Se ha exprimido jugando todos los minutos en Anfield, contra el Getafe, cuando el partido estaba resuelto en la primera parte. Tres días después completó el encuentro en San Mamés, en Girona salió del campo a falta de diez minutos con un 0-3. Se pudo haber evitado media hora de carreras. Y en Bérgamo lo pagó.

En estas dos últimas semanas ha habido una carga de partidos de alta exigencia y el Real Madrid no ha podido contar con Vinícius. Pero Mbappé se podía haber ahorrado esfuerzos en partidos contra el Getafe y el Girona, como mínimo. Ancelotti priorizó recuperar la mejor versión del francés, dejándolo el mayor tiempo en el campo y el delantero ha buscado aprovechar su momento.

La consecuencia es una lesión que está por determinar el alcance de la gravedad y que le puede impedir jugar la Copa Intercontinental que se disputa en una semana en Doha. Si lo hace, puede tener riesgos porque la parte posterior del muslo izquierdo de Mbappé ya ha dado dos avisos.

El remedio para evitarlo está en darle más minutos a Endrick, pero el brasileño ha dejado de contar en los planes del entrenador. De los últimos cinco partidos solo ha jugado en dos y entre ambos suma 15 minutos (cinco en San Mamés y diez en Montilivi).

El cansancio físico y mental hace mella en Mbappé y el infortunio se ceba con un futbolista que busca hacer un partido redondo en el Real Madrid. Lo estaba consiguiendo en Bérgamo. Empezó como un tiro, activo, veloz, vertical y efectivo con un gol a los diez minutos. Ocho minutos después se llevó la mano a la parte posterior del muslo. Primer aviso. Siguió en el campo y las sensaciones no fueron buenas. Mbappé quería quitarse la espina contra la Atalanta de sus decepcionantes partidos en Liverpool y Bilbao y el músculo de la velocidad le frenó.

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"Tiene una sobrecarga, molestias en el isquio y no podía esprintar", comenta Ancelotti. El entrenador del Real Madrid no da una explicación convincente a lo que pasa con Mbappé y es sorprendente que diga que tiene una plantilla corta que no le permite rotar o que ponga de excusa el calendario.

De la misma manera es preocupante la fragilidad de Mbappé. Al principio se dio por bueno que no alcanzaba su plenitud al no haber hecho una buena pretemporada. Le faltaban entrenamientos de carga y de calidad. Pero el francés no ha ido con su Selección en las ventanas de octubre y noviembre, con lo que ha tenido menos desgaste y el tiempo para hacer un trabajo específico y recuperarse de los esfuerzos. No se nota. Algo pasa con Mbappé. No tiene la misma capacidad de resistencia que en su etapa en el PSG.