El Real Madrid revive en la Champions tras la lesión de Mbappé y dos zarpazos de Vinícius (2-3)
El Real Madrid recupera el crédito en la Champions con un triunfo trabajado ante la Atalanta tras la lesión de Mbappé y la reaparición de Vinícius, con un gol y una asistencia a Bellingham
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La reaparición de Vinícius devuelve al Real Madrid al camino de las victorias grandes. El brasileño, con poco, marcó las diferencias. El equipo de Ancelotti pasó por todo lo bueno y lo malo para ganar a la Atalanta. De Anfield salió tocado y en Bérgamo se impuso en un partido grande, contra un rival con una dinámica ganadora, y recupera el crédito en la Champions. Lo bueno es que marcaron los tres jugadores de arriba. Golpeó primero Mbappé, el segundo lo hizo Vinícius y el tercero fue de Bellingham. El Madrid mostró que tiene dinamita y que, pese a no hacer un partido redondo, las individualidades le dan para seguir vivo en la Champions. Le quedan dos partidos (Salzburgo y Brest) en enero y la clasificación para los octavos está más cerca.
Lo que empezó muy bien con el gol de Mbappé acabó con la fatalidad de la lesión del francés en la primera parte y un penalti absurdo de Tchouaméni antes del descanso. Sin Mbappé, con el partido empatado y el Real Madrid dominado, se sacó un gol de la nada. Un balón rebotado cayó en los pies de Vinícius y no lo desperdició. El brasileño llevaba un partido errático y en dos minutos hizo el segundo gol y dio la asistencia del tercero a Bellingham.
Un Real Madrid irregular sacó adelante una victoria muy trabajada en Bérgamo, con y sin Mbappé, con rachas de buen juego y otras de ser frágil en defensa por el costado de Lucas Vázquez y Tchouaméni. En un partido abierto, el Madrid tuvo más acierto en las áreas y el equipo de Ancelotti saca la cabeza del abismo.
Mbappé empezó acaparando todo el protagonismo. Activo, explosivo, ansioso y certero. Muy presionado. Todo este coctel le dio para marcar y caer lesionado. La primera gran ocasión del partido fue suya, a los dos minutos, tras un pase de Brahim Díaz. Cayó en el fuera de juego. Uno más. La oportunidad, aun así, la falló. Se esperaba la mejor versión de Mbappé en un encuentro clave para recuperar el crédito que todavía no ha mostrado en los grandes partidos y se apagó demasiado pronto. Mbappé tenía la compañía de Vinícius, su socio en el ataque, y en el tiempo que estuvieron juntos no fueron capaces de asociarse.
El penalti de Tchouaméni a Kolašinac.
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De Ketelaere pone el 1-1 antes del descanso. #UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/bbBWBYkI9V
Empezó bien el equipo de Ancelotti. Mandando con la pelota, activo y yendo al ataque. Nada que ver con el plan conservador de Anfield. Con Tchouaméni de central y Asencio en el banquillo porque, según Ancelotti, el francés va mejor por arriba que el canterano. Esto provocó un nuevo centro del campo con Fede Valverde y Ceballos en el mediocentro y Brahim Díaz con Bellingham por delante para enganchar con Vinícius y Mbappé.
Funcionó. Mbappé rompió el partido con un gol de delantero centro tras un buen pase de Brahim Díaz. Esta sociedad se entiende. Brahim empezó muy inspirado y conectó con Mbappé, que hizo un buen control con la izquierda y fusiló con un derechazo. Un gol muy celebrado que viene bien para que el francés consolide su confianza. Cuatro minutos después pudo hacer el segundo en una carrera larga tras una ocasión del Atalanta que desbarató Tchouaméni. El partido se había roto, el equipo italiano falló y en el correcalles perdonó Mbappé. Tiró al centro, al portero, erró la fácil.
Courtois, salvador
Dejó con vida a la Atalanta y en este ida y vuelta se llevó otro susto en un balón centrado al área pequeña que desvió Rüdiger evitando el remate. Estaba solo De Ketelaere para el remate. El peligro del equipo italiano llegaba por la banda derecha, la de Lucas Vázquez, y de nuevo se tuvo que tirar al suelo Rüdiger para evitar otro balón a los pies de De Ketelaere. Lookman castigaba a Lucas Vázquez y Rüdiger, rápido y expeditivo, salvó dos balones de gol.
El Real Madrid fue a menos, encogido, impreciso, entregó el balón y se echó atrás. Le duraba poco la pelota, dejó de amenazar y Vinícius no estaba. Al brasileño le faltaba velocidad y frescura. Se notó que acaba de salir de una lesión muscular. Los delanteros estaban desaparecidos y Mbappé, pasada la media hora, se sentó en el centro del campo. Notó un pinchazo, pidió el cambio y otro problema más en un partido que se ponía feo. Salió Rodrygo. Y el Real Madrid se repuso. Pudo hacer el segundo en un remate de cabeza de Rüdiger, forzado, tras un saque de falta que prolongó Bellingham al área pequeña.
Llegó lo peor en el descuento del primer tiempo con el penalti de Tchouaméni a Kolasinac. El francés mete el pie, en un contacto leve e innecesario, y provoca el derribo. Lo marcó De Ketelaere en una ejecución fuerte, por arriba y esquinado al que no llegó Courtois. El sistema defensivo, clave para Ancelotti, se vino abajo por la inoportuna patadita de Tchouaméni y la pérdida del control del balón.
𝑱𝒖𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒄𝒕𝒐𝒓 𝑾𝒊𝒍𝒍𝒊𝒂𝒎 𝑩𝒆𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈𝒉𝒂𝒎... 🎯🏴
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UN HOMBRE EN RACHA.
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El Real Madrid salió mal en la segunda parte, con poco atrevimiento, especulando y sin amenaza. Courtois, en una gran estirada abajo, evitó el gol de Lookman. Y en una jugada accidental, tras un rebote de un balón en un jugador del Atalanta, Vinícius apareció. Le llegó el balón y definió rápido, cruzando el balón. El Madrid pasó de verse entre las cuerdas a volver a ponerse por delante.
Resurgió el Madrid en un par de minutos e hizo el tercero en una jugada con un pase largo, de campo a campo, de Vinícius a Bellingham. Recortó el inglés a su marcador en el lateral del área y soltó un zambombazo con la zurda. Un golazo. El inglés está en racha y el Real Madrid, sin Mbappé, mostró su contundencia. La ventaja no fue suficiente para que el Atalanta se rindiera. Seis minutos después recortó distancias el equipo italiano con un misil de Lookman, ante la mirada de Lucas Vázquez, que no pudo detener Courtois.
Ancelotti movió el equipo con los cambios y el Real Madrid acabó jugando con Raúl Asencio de lateral derecho, con Lucas Vázquez por delante. Reforzó el costado derecho para hacerse más sólido y sacar adelante un triunfo muy trabajado. Con Courtois salvando el empate en los minutos finales y Vinícius con síntomas de fatiga. Retegui tuvo el empate, a puerta vacía, en el descuento. Una noche de sufrimiento con un premio al regreso de Vinícius.
La reaparición de Vinícius devuelve al Real Madrid al camino de las victorias grandes. El brasileño, con poco, marcó las diferencias. El equipo de Ancelotti pasó por todo lo bueno y lo malo para ganar a la Atalanta. De Anfield salió tocado y en Bérgamo se impuso en un partido grande, contra un rival con una dinámica ganadora, y recupera el crédito en la Champions. Lo bueno es que marcaron los tres jugadores de arriba. Golpeó primero Mbappé, el segundo lo hizo Vinícius y el tercero fue de Bellingham. El Madrid mostró que tiene dinamita y que, pese a no hacer un partido redondo, las individualidades le dan para seguir vivo en la Champions. Le quedan dos partidos (Salzburgo y Brest) en enero y la clasificación para los octavos está más cerca.