La bronca de Arda Güler con Bellingham, erigido en el nuevo entrenador del Madrid en el campo

Arda Güler se llevó una buena bronca de Bellingham en la primera parte del partido contra el Girona por no ir a la presión. No se la dio Ancelotti. Lo hizo el inglés, que corrobora, una vez más, que asume funciones de entrenador de campo. Está analizado en las últimas charlas entre Ancelotti y los jugadores tras las derrotas contra el Milan, Liverpool y Athletic. Hay que trabajar y sacrificarse como equipo para ser más competitivos y regulares. Bellingham, de los más activos fuera y dentro del campo, exige al turco agresividad.

La bronca la dio por buena y sana Ancelotti, pero a Güler le sentó como mil demonios. El turco, que parece tranquilo y un pecho frío, engaña. Tiene su genio, personalidad y no le gusta que le sigan viendo como un novato. Pero reaccionó y jugó con la energía que le pidieron Ancelotti y Bellingham en el descanso de Montilivi. Su reacción fue subir la intensidad y marcar un buen gol en la segunda parte.

Si lo que funciona no se toca y Ancelotti da continuidad a los futbolistas que pasan por un buen momento, en Bérgamo debería seguir Arda Güler. Girona fue un partido de dificultad medio alta para el Real Madrid y el Atalanta, equipo que viene de ganar al Milán (2-1) y encadena una racha de nueve victorias consecutivas en el campeonato italiano, tiene un plan valiente. Exige al campeón de Europa una versión más atrevida que la que se vio en Anfield y en Bilbao.

El turco crece y se gana el derecho a quitarse la espina de la oportunidad perdida en Anfield. Contra el Liverpool fue titular e inofensivo, víctima de una propuesta defensiva de su entrenador, más pendiente de resistir que de arriesgar.

Arda Güler demuestra que cuando el equipo juega cerca del área rival y manda en los partidos es un futbolista que marca las diferencias. En Girona se vio un Real Madrid que dio un paso adelante, presionó en campo contrario, dominante y contundente en las áreas. El turco celebró su gol de manera poco habitual. Con mucha rabia. Marcó, tras un buen desmarque y definió cruzando la pelota y con oposición de un jugador. Cogió el balón para darle un pelotazo al aire y la bronca acabó en un abrazo intenso entre Arda Güler y Jude Bellingham.

Dar la mejor versión en la Champions

Güler se liberó. No solo tiene que hacerlo Mbappé, que es el centro de todo en el Real Madrid, y también marcó un buen gol en Montilivi. Solo hay que ver cómo lo celebró Ancelotti. Con la misma rabia que Güler. El técnico apretó los puños y se quitó un peso de encima. Tas el fallo del penalti en Bilbao, Ancelotti estaba más pendiente de que Mbappé se desbloqueara antes del partido contra el Atalanta.

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El Real Madrid mató, provisionalmente, varios pájaros de un tiro con la victoria contundente en Girona. Los goles de Bellingham (cinco partidos consecutivos marcando en la Liga), Arda Güler y Mbappé suben la moral en un momento en el que el equipo necesita más confianza para encarar el transcendental partido contra el Atalanta en la Champions. El margen de error empieza a ser muy justo y en Bérgamo espera otro encuentro de máxima dificultad.

El Madrid no ha dado su mejor versión en los grandes partidos de la temporada y para salir del lío en Europa, tras perder contra el Lille, Milan y Liverpool, necesita una reacción. De juego y actitud. El camino más corto para conseguirlo se vio en Girona. Los jugadores se encuentran cómodos con un plan más atrevido que conservador, jugando en campo contrario que esperando atrás y yendo a por el partido sin jugar tantos minutos en función del equipo rival.

La noticia más positiva es el regreso de Vinícius, que cayó lesionado en el partido contra Osasuna y se notó mucho su baja en el encuentro contra el Liverpool. También en Bilbao, dos campos donde Mbappé falló los penaltis y no dio el nivel esperado. En Bérgamo también está Rodrygo, que no jugó en Girona por molestias musculares, y la presencia de los dos brasileños pone, de nuevo, en dificultades a Arda Güler.