La soberbia del Madrid (mala y buena) en un día que no tocaba remontar en la Champions
Lo que se volvió a ver contra el Borussia Dortmund es un Real Madrid soberbio en el sentido malo y bueno de la palabra. En la primera parte fue un equipo vanidoso y en la segunda más trabajador
El Real Madrid, si supiera a qué juega y tuviera actitud, no debería haber necesitado la épica para ganar al Borussia Dortmund. Ni el potencial del rival ni a las alturas de la temporada en la que estamos exigen una remontada de las grandes noches de la Champions. Eso está reservado para las eliminatorias en las que enfrente está el Manchester City, el Bayern de Múnich o cualquier otro rival más competitivo. El Borussia Dortmund no tiene el cartel de los favoritos para ser campeón de Europa.
El problema del Real Madrid es de fútbol y actitud. El equipo sigue sin estar definido y Ancelotti pasa de plantear un partido con tres centrales contra el Celta a una defensa de cuatro ante el equipo alemán. Vinícius fue el sistema que mejor funcionó en un partido que se le complicó al Madrid. Su energía y determinación evitaron una catástrofe.
Lo que se volvió a ver contra el Borussia Dortmund es un Real Madrid soberbio en el sentido malo y bueno de la palabra. En la primera parte fue un equipo vanidoso. Lo reconocen los propios futbolistas y Ancelotti en sus declaraciones: "No hemos presionado bien". El Madrid jugó un primer tiempo lamentable. Con apatía, metido en su campo, esperando al rival, pero sin ir a la presión para robar el balón. Esa parsimonia y su relajación le costaron dos goles.
Pudieron ser más, si no es por las buenas intervenciones, una vez más, de Courtois. El portero belga es el único que no subestimó al Borussia Dortmund. El resto fue una orquesta desafinada. No hubo agresividad ni orden para ir a la presión, demasiados fallos en los pases e imprecisiones en una primera media hora de desbarajuste táctico en fase defensiva y ofensiva.
⚽️ 60' | Rudiger (1-2)
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) October 22, 2024
⚽️ 63' | Vinicius (2-2)
𝐄𝐬 𝐞𝐥 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐢𝐚𝐠𝐨 𝐁𝐞𝐫𝐧𝐚𝐛𝐞́𝐮.
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Lo que tenía que ser un partido más controlado y sin tantos sobresaltos se convirtió en una noche de pánico. El Real Madrid se vio con el agua al cuello, estaba en la lona, y en este escenario de agitación tiró de orgullo y cambió la actitud. En situaciones así, en las que se masca la tragedia, el sistema es lo de menos. La remontada depende más del carácter y el talento de los jugadores que de la pizarra del entrenador. Ancelotti no se puede poner ninguna medalla.
Vinícius es el sistema
Resurgió el Real Madrid con una versión soberbia de Vinícius, echándose el equipo a sus espaldas, yendo a por el partido con su fútbol agitado y vertical. Se asustó el Borussia Dortmund y se equivocó su entrenador, Nuri Sahin, en los cambios. Vinícius desató la tormenta y reventó a un rival que dejó espacios.
Ancelotti comentó tras el partido que el equipo en el primer tiempo estuvo "tímido" y en el segundo "despertó". Es desolador que el entrenador diga que el Real Madrid juega con timidez en el Bernabéu. Un horror escuchar esto de un técnico que sigue sin tener al equipo engrasado y no fue a por el partido desde el primer minuto. Faltó ambición y vértigo. Se vio un Real Madrid tedioso y pasivo. Saben que son muy buenos y que con su potencial ofensivo pueden ganar los partidos. Pero hasta los mejores necesitan trabajar y ponerle intensidad. No se gana solo con el talento.
En la segunda parte despertó porque peor no se puede jugar y había que borrar la imagen de zozobra. La remontada viene bien para saber que hay un equipo que te puede destrozar en cualquier momento si se pone las pilas, trabaja, hay actitud y humildad. Da confianza de cara al Clásico contra el Barcelona en el Camp Nou. Del espanto se pasó al éxtasis y a sacar pecho en un partido que se complicó por su soberbia.
El Real Madrid, si supiera a qué juega y tuviera actitud, no debería haber necesitado la épica para ganar al Borussia Dortmund. Ni el potencial del rival ni a las alturas de la temporada en la que estamos exigen una remontada de las grandes noches de la Champions. Eso está reservado para las eliminatorias en las que enfrente está el Manchester City, el Bayern de Múnich o cualquier otro rival más competitivo. El Borussia Dortmund no tiene el cartel de los favoritos para ser campeón de Europa.
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