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Aumenta la presión a Guardiola para que el Manchester City no falle contra el Real Madrid
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Aumenta la presión a Guardiola para que el Manchester City no falle contra el Real Madrid

Pep Guardiola está a cuatro partidos del triplete y, sobre todo, no puede fallar contra el Real Madrid. Estaría en la final de la Champions y daría una enorme alegría al barcelonismo

Foto: Guardiola en el partido contra el Real Madrid en el Bernabéu. (Reuters/Isabel Infantes)
Guardiola en el partido contra el Real Madrid en el Bernabéu. (Reuters/Isabel Infantes)

Pep Guardiola tiene al fútbol mundial pendiente de qué va a hacer para ganar al Real Madrid. De él dependen las alegrías de muchos aficionados del City que dan por hecho que eliminando al equipo blanco se conseguirá, por fin, la primera Champions del equipo inglés. En él están puestas las esperanzas en un club que le ha dado plenos poderes durante los siete años que lleva en el banquillo, con fichajes y la credibilidad de que algún día les hará campeones de Europa. En Guardiola están puestas las miradas de otros clubes que intentan conocer cómo se contrarresta el poder competitivo del Real Madrid en Europa. Y, por supuesto, en el técnico de Santpedor depositan todas sus esperanzas los culés para que la Liga no caiga en un segundo plano si al Real Madrid le da por ganar otra Champions.

Toda la presión está en Guardiola y le llega por diferentes medios de los que es imposible abstraerse. El empate en el Bernabéu es un buen resultado. Se ha llevado la eliminatoria a su campo y es todavía más favorito. Del estadio madridista salió dando esperanzas. "En casa estaremos más confortables", comentó. Estaba contenido. Moderadamente contento, satisfecho por resistir al arreón final del equipo de Ancelotti, sin hacer cambios, seguro de que el planteamiento más conservador fue bueno. Guardiola quedó convencido y su mensaje hizo más felices a los que le ven como el único antídoto al Real Madrid en la Champions.

placeholder Rüdiger marca a Haaland en el partido en el Bernabéu
Rüdiger marca a Haaland en el partido en el Bernabéu

En el Etihad Stadium no puede fallar el Manchester City. Es un equipo que lleva una dinámica victoriosa, con 25 partidos seguidos en la Champions sin conocer la derrota, un balance de 23 victorias y dos empates. La última derrota fue en la Premier League contra el Brentford en el mes de noviembre. Así que del Bernabéu se fue Guardiola dándole vueltas a cómo eliminar al Real Madrid, sin importarle mucho que Haaland, su goleador, fuera anulado. No pudo controlar la euforia de algún jugador como Grealish que, en declaraciones a BT en el mismo césped del Bernabéu, dijo que "sentimos que ahora mismo en el Etihad somos imparables".

Las apuestas y los deseos

Pep evitó montar un lío por ponerle el partido contra el Everton el domingo, un día después que el Real Madrid-Getafe. Se quedó en una mínima queja por tener menos horas que el equipo blanco y tras la victoria en Goodison Park (0-3) con doblete de Gündogan y un tanto de Haaland se desata la euforia entre los cityzen y guardiolistas. Pep está a cuatro partidos del triplete y, a pesar de que ya ha tenido que pedir calma a sus seguidores, no les puede fallar. Con una victoria en la Premier se lleva el título. Con otra, contra el Real Madrid, mata dos pájaros de un tiro. Estaría en la final de la Champions, donde ya no fallaría, y daría una enorme alegría al barcelonismo. Tiene la final de la FA Cup con el Manchester United. La vida puede sonreír a Guardiola o llevarse una de las mayores decepciones si, sobre todo, al Real Madrid le da por romper los pronósticos, las apuestas y los deseos de los que no le dan opciones de pasar a la final.

Foto: Ancelotti, durante un partido en el Bernabéu. (Reuters/Juan Medina)

Los análisis futbolísticos y el estilo del City de Guardiola han quedado en un segundo plano. Lo importante es ganar al Real Madrid. No cometer errores y ser más competitivo. De la posesión no se habla y los riesgos hay que medirlos muy bien contra un equipo que se transforma en Europa, pero que ahora no debería tener opciones porque la vuelta se juega en el campo del City y existe la seguridad de que Guardiola tomará las mejores precauciones. Sus seguidores elogiaban su valentía y ahora compran que, contra el Real Madrid, sea práctico y aproveche el factor campo.

La presión con la que llega Guardiola a este partido ha ido en aumento. La que se mete el Real Madrid recuerda a la que tuvo en el partido de vuelta de la Copa del Rey contra el Barcelona. Se decía que Xavi le había cogido la medida a Ancelotti, que Vinícius no podía con Araújo, que faltaba compromiso defensivo, solidez y que con un irregular Benzema no era posible hacer daño al Barça. El Real Madrid sufrió en el inicio del partido y acabó goleando con tres goles de Karim y un partido enorme de Vinícius. Jugó como equipo, generoso en el esfuerzo, muy motivado, lo que no ha hecho en la Liga y demostró, una vez más, por qué es tan difícil darle por muerto hasta cuando no tiene el factor campo de su lado.

Pep Guardiola tiene al fútbol mundial pendiente de qué va a hacer para ganar al Real Madrid. De él dependen las alegrías de muchos aficionados del City que dan por hecho que eliminando al equipo blanco se conseguirá, por fin, la primera Champions del equipo inglés. En él están puestas las esperanzas en un club que le ha dado plenos poderes durante los siete años que lleva en el banquillo, con fichajes y la credibilidad de que algún día les hará campeones de Europa. En Guardiola están puestas las miradas de otros clubes que intentan conocer cómo se contrarresta el poder competitivo del Real Madrid en Europa. Y, por supuesto, en el técnico de Santpedor depositan todas sus esperanzas los culés para que la Liga no caiga en un segundo plano si al Real Madrid le da por ganar otra Champions.

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