Es noticia
Estupor en el Santiago Bernabéu: resulta que el 'alineador' Ancelotti también sabe de fútbol
  1. Deportes
  2. Fútbol
Lo mejor y lo peor

Estupor en el Santiago Bernabéu: resulta que el 'alineador' Ancelotti también sabe de fútbol

Carletto no concedió ni una sola carrera en transición a Haaland, aguantó a Kroos de pivote y desesperó al mediocampo del City con Camavinga en la segunda mitad del partido

Foto: Ancelotti, durante el partido de la ida de semis. (Reuters/Isabel Infantes)
Ancelotti, durante el partido de la ida de semis. (Reuters/Isabel Infantes)

El partido estaba marcado en el calendario y no decepcionó. Pocos choques con más nivel futbolístico se han vivido en unas semifinales de la Champions League. Y eso es decir mucho. Pero no hay exageración para relatar un Real Madrid-Manchester City que huele a clásico en Europa para los años venideros. Como Pep Guardiola trató de explicar ante los micrófonos de Movistar, buena suerte para el que quiera entender el fútbol. Se esperaba un repaso de los citizens a domicilio: probablemente, el equipo más en forma del mundo, capaz de borrar las esperanzas del mejor Arsenal de la década en la Premier League con una racha de victorias imposible de alcanzar. Un rodillo engrasado cuya última derrota se remonta a enero, cuando cayó eliminado por el Southampton en la EFL Cup. Pero en frente estaba el Madrid y esto es la Copa de Europa y, pues eso, la historia de siempre.

Carlo Ancelotti dio un golpe en la mesa, confió en su plan y salió vencedor del duelo en lo anímico. ¿Quién debía estar más contento con el resultado? El City de Guardiola. A los puntos, el combate habría sido para los locales. Un empate a uno que deja todo abierto para el Etihad Stadium y cierto sabor agridulce en la afición madridista. El monstruo es batible. Le hicieron sangrar, pero se escapó vivo. Y perdonar en Europa no suele ser buena señal.

Lo mejor | A Ancelotti sí le funcionó la pizarra

Entre la libreta de la vieja escuela y su personalidad afable tanto con los jugadores como con la prensa, la figura de Ancelotti se desdibuja. El relato nos cuenta que se trata de un alineador, un gestor de vestuario que se dedica a tener a sus futbolistas contentos para luego, minutos antes del inicio del partido, darles la pelota y decir: "Venga, a ganar". Él mismo potencia esta imagen con su manera de comunicarse y expresarse, cómodo bajo dicho paraguas. Pero Carletto está en el Olimpo de los grandes entrenadores de la historia por derecho propio.

Foto: Guardiola, durante el encuentro. (Reuters/Isabel Infantes)

Ante el Manchester City, Ancelotti optó por ser fiel a sus ideas. Colocó a Toni Kroos como pivote defensivo y se esperaba una matanza del todopoderoso centro del campo de Guardiola. Apenas media hora duró el dominio citizen, cuyas ocasiones llegaron mediante disparos lejanos que no inquietaron demasiado a Thibaut Courtois, acostumbrado a las paradas milagrosas en la Champions. El italiano metió al equipo atrás en faceta defensiva, el objetivo era que Haaland no pudiera correr… y ni una sola ocasión en transición tuvo el temible delantero noruego. El culmen llegó en la segunda mitad, cuando Camavinga abandonó el rigor táctico del lateral izquierdo para incrustarse descaradamente como interior (con ese chavalín cuya carrera pinta bien llamado Luka Modric cubriendo el carril). Incapaz fue el City de reaccionar a este detalle de pizarra. Solo la calidad de Kevin de Bruyne y su salvaje golpeo de balón evitaron la victoria madridista. Se critica, y con razón, algunos empeños de Ancelotti y fracasos (ay, el abandono ligero), pero negar la riqueza de sus decisiones roza el absurdo.

Lo bueno | Dos equipos que demostraron ser campeones

King Kong contra Godzilla en versión futbolística. Dos súper equipos se presentaron en el Santiago Bernabéu. Dos estilos completamente diferentes y, a la vez, similares. Porque si algo demostró la ida de las semifinales de la capital española es la resiliencia del Real Madrid y del Manchester City. En los momentos de inferioridad, los de Ancelotti resistieron sin bajar los brazos, sin salirse del partido. Esto no es noticia. Más relevante fue que los pupilos de Pep Guardiola se emplearon de la misma manera.

Foto: Vinícius celebra el gol al Manchester City. (EFE/Juanjo Martín)

El City empezó el encuentro como un equipo de autor, por supuesto. Jolgorio táctico en su máxima expresión. John Stones colocándose como pivote en ataque, en línea con Rodrigo, por delante de una línea de tres centrales (Akanji, Ruben Dias y Walker) que guardaban las contras del Madrid. En ataque merengue, línea de cuatro tradicional para cubrir la portería de Ederson. Pero cuando la cosa se complicó, el conjunto inglés mostró una versión madura, por primera vez, de verdadero candidato a ganador de la Champions League. Se intuyó ese algo que hace falta para levantar la Copa de Europa.

Lo normal | El orgullo de los señalados

De Rudiger a Tchouaméni pasando por Dani Carvajal. Había varios futbolistas del Real Madrid que llegan al tramo final de la temporada señalados. Su rendimiento no está siendo bueno y la casa blanca no espera a nadie. Pero dar la talla en el momento determinante te pone en sintonía con el Santiago Bernabéu. El lateral derecho dio un máster de ese otro fútbol: al choque bajo con Haaland cuando el balón iba por alto, carguita al límite a Grealish contra la valla publicitaria, pelea constante contra cualquier futbolista que no vistiese de blanco. Su mejor versión de la temporada. Se llama saber competir.

placeholder Carvajal desesperó a Grealish. (EFE/Kiko Huesca)
Carvajal desesperó a Grealish. (EFE/Kiko Huesca)

Lo mismo para el central y el pivote. Rudiger se olvidó de los despistes con un exhaustivo marcaje individual a Haaland y Tchouaméni, que jugó el último tramo de encuentro, a punto estuvo de convertirse en leyenda con un fortísimo disparo ajustado al larguero y salvado por Ederson. La personalidad que tanto se le echa en falta, apareció en Champions.

Lo malo | La polémica pone el VAR al límite

"Estaba fuera, no lo digo yo, lo dice la tecnología. Me parece raro que no lo hayan controlado bien". El enfado de Ancelotti ante la prensa fue destacable. El italiano había visto que el balón de Bernardo Silva había abandonado el terreno de juego, cosa que ni el árbitro ni el linier apreciaron, en la secuencia en la que el City acabaría por marcar vía De Bruyne. Desde dicha acción, el juego no volvió a ser interrumpido. La señal internacional de BeinSports determinó que, efectivamente, la bola sí salió del campo. La argumentación posible es que el videoarbitraje entendió que se trataba de una jugada diferente -durante unos segundos, Camavinga recuperó la pelota, pero su pérdida acabaría en el gol del City-.

Foto: De Bruyne celebra el gol del City. (Reuters/Isabel Infantes)

Una jugada al límite del reglamento, que pone el protocolo del VAR en duda y que indignó al banquillo madridista. Por suerte, no empañó el espectáculo futbolístico visto en el encuentro.

Lo peor | Sin un Benzema decente, ganar la Champions es complicado

Con muchas ganas, pero cero acierto. Partido nulo de Karim Benzema. A pesar del estado de forma de Vinícius, a nadie se le escapa que es el mejor futbolista del Madrid en la temporada, el verdadero factor diferencial para el conjunto de Ancelotti es el delantero francés. Cuando está entonado, el juego de ataque fluye, vuela, transmite. Un excepcional Rodrygo (¿hay algún futbolista en el mundo con mejor regate en corto?) es lo más parecido a esa sensación de levitar en el césped que transmite el mejor francés. Será falta de piernas o falta de mordida. Quizás no es necesario ver al Balón de Oro para ganar la Champions. Pero en el Etihad, sí se necesita a un Benzema decente. Hay siete días por delante para que se entone.

El partido estaba marcado en el calendario y no decepcionó. Pocos choques con más nivel futbolístico se han vivido en unas semifinales de la Champions League. Y eso es decir mucho. Pero no hay exageración para relatar un Real Madrid-Manchester City que huele a clásico en Europa para los años venideros. Como Pep Guardiola trató de explicar ante los micrófonos de Movistar, buena suerte para el que quiera entender el fútbol. Se esperaba un repaso de los citizens a domicilio: probablemente, el equipo más en forma del mundo, capaz de borrar las esperanzas del mejor Arsenal de la década en la Premier League con una racha de victorias imposible de alcanzar. Un rodillo engrasado cuya última derrota se remonta a enero, cuando cayó eliminado por el Southampton en la EFL Cup. Pero en frente estaba el Madrid y esto es la Copa de Europa y, pues eso, la historia de siempre.

Real Madrid
El redactor recomienda