Laporta tiene razón: el Real Madrid es un dictador... en la Champions League
El club blanco dominó con mano de hierro la eliminatoria para alcanzar la 11ª semifinal de las últimas 13 ediciones de la Champions. El Real Madrid es la bestia negra de todos los clubes
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El Real Madrid es el rival más temible que uno se pueda encontrar en los campos de Europa. No solo le avala la historia, aquella que señala el parche de las 14 Champions League, sino el presente más inmediato. El club blanco ha alcanzado 11 de las últimas 13 semifinales de la Copa de Europa. La rutina de la excelencia son los sueños inalcanzables de otros clubes que, pese a tener un Estado a rebosar de petrodólares o quemar billetes sin fin, no son capaces de abrazar la élite europea con la constancia del Real Madrid. Tampoco otras entidades que vivieron la época más gloriosa en la historia de su club y tuvieron al mejor jugador de este deporte. Lo anormal es lo normal en el Santiago Bernabéu. El escudo pesa. El equipo blanco dominó la eliminatoria contra el Chelsea con mano de hierro (0-2 en Londres con doblete de Rodrygo, 0-4 en total), como ya hiciera en cuartos de final contra el Liverpool, y es el máximo favorito a revalidar la presente Champions League.
Chelsea, Liverpool, Liverpool (final de Champions 2021-22), Manchester City, Chelsea, PSG, Chelsea, Liverpool y Atalanta. Estas han sido las víctimas que ha ido coleccionando el Real Madrid en las últimas ediciones de la Champions League. El Chelsea de Frank Lampard, el de los 600 millones de euros despilfarrados, es otra muesca en el revólver blanco. De las bolas calientes no queda ni rastro. En una competición donde cada club tiene su particular bestia negra, el Real Madrid es la bestia negra de todo el mundo. El equipo con el que nadie se quiere enfrentar porque maneja a la perfección la mentalidad de hierro que se debe demostrar sobre el abismo para levantar un torneo donde no existe margen para el error.
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La Champions castiga las dudas, como esas preguntas que le surgieron a Marc Cucurella cuando tuvo toda la portería a su favor para marcar el primer tanto del encuentro en Stamford Bridge y se le paró el tiempo. Mientras el lateral español decidía, Thibaut Courtois se abalanzó sobre él y le enseñó todas las respuestas posibles. Ninguna pasaba porque el Real Madrid cayese en Londres. Como si el portero belga albergase la sabiduría que permite al Real Madrid jugar al fútbol en el precipicio. Como ya hiciera ante Raheem Sterling en el Bernabéu con 1-0 a favor, Courtois cambió la eliminatoria con un paradón que evitó el posible 1-0 del Chelsea. Y eso es lo normal. El Real Madrid surfea la incógnita y disfruta donde otros sufren y perecen. Nunca peligró un billete a semifinales que radiografió la distancia sideral entre un proyecto con cara y ojos y otro que no sabe hacia dónde va.
La plantilla se renueva y las Champions siguen cayendo
La eliminatoria contra el Chelsea volvió a reflejar la tónica general de una generación histórica: cuando la muerte pica a la puerta blanca, nadie abre. Se le cierra de par en par a quien lo intente. El equipo se transforma y muta en un monstruo indestructible al escuchar retumbar el himno de la Champions League. El mejor ejemplo es Dani Carvajal. También Karim Benzema. Solo así se explica que los jerarcas actuales que capitanean este Real Madrid (Karim Benzema, Dani Carvajal, Luka Modric o Toni Kroos) hayan sido capaces de pasar el testigo a la próxima hornada (Vinícius Júnior, Rodrygo Goes, Eduardo Camavinga, Éder Militao o Fede Valverde) a pesar de perder jugadores históricos por el camino.
La grandeza del Real Madrid en esta competición reside, precisamente, en la habilidad de su junta directiva para ir renovando el equipo y no perder aceleración. Solo hubo una hecatombe cuando Cristiano Ronaldo se marchó a la Juventus de Turín. En estos últimos años también se fueron Sergio Ramos, Xabi Alonso, Pepe, Özil, Di María, Keylor Navas, Marcelo, Gareth Bale, Isco, Varane, Casillas o Casemiro. El Real Madrid ha seguido ganando. Siempre. No hay otro equipo en el mundo que haya experimentado una renovación tan extrema y acumule tantos logros en la competición más pomposa del continente.
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Preguntado sobre la mística del Real Madrid en la Champions League, Rodrygo trató de describir lo que no se puede explicar con palabras tras el partido: "El Real Madrid es el equipo más grande del mundo. Desde que llegamos aquí, a este club, tenemos la Champions League en la cabeza. Tenemos que hacer buenos partidos. No sé cómo explicarlo, para mí es una competición muy especial", respondió el autor del doblete en Movistar+.
Por su parte, Carlo Ancelotti expresó con la normalidad que le caracteriza lo que había sucedido sobre el terreno de juego: "Se sabía que había que sufrir en este tipo de partidos. Lo han intentado todo, nos han creado problemas, sobre todo en la banda izquierda, después lo hemos arreglado. Ha sido un partido completo, es normal sufrir. Hemos tenido un nivel muy sólido atrás y es una eliminatoria merecida".
Una temporada después de destrozar relatos y escribir la historia más épica jamás contada en la Champions con remontadas históricas, el Real Madrid se pasea por Europa arrasando a la Premier League. El penalti parado a Leo Messi en París, la presión de Benzema a Donarumma, el exterior de Luka Modric a Rodrigo contra el Chelsea, el penalti de panenka de Karim Benzema en Manchester, los goles de Rodrygo Goes y las paradas salvadoras de Courtois. Son acciones históricas que ya pertenecen al pasado glorioso de este club, donde solo vale ganar año tras año. Y ahí radica la grandeza blanca. En su angustiosa exigencia europea. Uno puede pasar una eliminatoria a vida o muerte por fortuna, pero no ganar una Champions League por flor. Imagínese 14. Solo está al alcance del dictador de Europa.
El Real Madrid es el rival más temible que uno se pueda encontrar en los campos de Europa. No solo le avala la historia, aquella que señala el parche de las 14 Champions League, sino el presente más inmediato. El club blanco ha alcanzado 11 de las últimas 13 semifinales de la Copa de Europa. La rutina de la excelencia son los sueños inalcanzables de otros clubes que, pese a tener un Estado a rebosar de petrodólares o quemar billetes sin fin, no son capaces de abrazar la élite europea con la constancia del Real Madrid. Tampoco otras entidades que vivieron la época más gloriosa en la historia de su club y tuvieron al mejor jugador de este deporte. Lo anormal es lo normal en el Santiago Bernabéu. El escudo pesa. El equipo blanco dominó la eliminatoria contra el Chelsea con mano de hierro (0-2 en Londres con doblete de Rodrygo, 0-4 en total), como ya hiciera en cuartos de final contra el Liverpool, y es el máximo favorito a revalidar la presente Champions League.