El Manchester City sale silbando de Múnich y se enfrentará al Real Madrid en semifinales (1-1)

Un Bayern de Múnich con mandíbula de cristal y sin puño de hierro (1-1). El conjunto de Thomas Tuchel llevó a cabo una puesta en escena más agresiva y ofensiva que la presentada en el Etihad Stadium, pero la falta de contundencia en ambas áreas hizo imposible remontar un marcador (0-3 en contra) que ya se hacía bola antes incluso de saltar al césped bávaro. Advirtió Pep Guardiola en la previa del choque que al Manchester City le tocaría defender y sufrir. Y así fue por momentos en el primer tiempo, donde el conjunto local salió revolucionado y abierto en canal para buscar un gol rápido que desatase la esperanza ante su afición. No llegó ese premio pese a las ocasiones. Erling Haaland falló un penalti y se redimió en el segundo tiempo, cuando liquidó a un tétrico Upamecano al contragolpe y adelantó a los ingleses en el minuto 57. El Bayern se deshinchó, ya sin esperanza. Joshua Kimmich marcaría el tanto del honor en el minuto 82 para evitar la derrota en una eliminatoria dominada por el City (4-1). El Real Madrid deberá enfrentarse ahora a los ingleses por un billete en la final de la Champions League.

Con Leroy Sané y Kingsley Coman como principales agitadores en el último tercio del campo, el Bayern atacó la banda izquierda de Aké. El extremo francés taladró una y otra vez su sector, pero no encontró un delantero centro con colmillo en el área. Choupo-Moting no intimidó a los centrales del Manchester City, que controlaron a la perfección el área pequeña. El Manchester City pretendía bajar el ritmo del encuentro, con Bernardo Silva anestesiando la pelota en un costado. Rodri Hernández y De Bruyne hacían lo propio por dentro y en caso de duda o agobio, la carta de Erling Haaland al espacio siempre estaba sobre la mesa.

El problema para los ingleses vino cuando perdieron la pelota. Con tiempo y espacio, el Bayern disfrutó al contragolpe y tuvo una ocasión clarísima. Aquella en la que Sané ganó la carrera a Stones y se plantó solo ante Ederson. Sin embargo, el extremo alemán perdonó en una jugada que podía haber cambiado el rumbo del partido y quien sabe si de la eliminatoria. Esa sería la película en bucle que propuso el Bayern. El City también respondió en largo y puso a prueba la (poca) fiabilidad de Upamecano ante el monstruoso Haaland. El delantero noruego le pasó por encima y forzó la entrada a destiempo del francés como último hombre por la que vio la tarjeta roja. Por suerte para el central francés, el linier señaló fuera de juego.

Haaland perdonó y luego castigó

El Bayern siguió cargando el área con más corazón que cabeza. Se repetían las llegadas y las ocasiones. Goretzka desde la frontal. Otro misil de Sané. Todas las oportunidades morían en el último momento o las mataba Ederson, guardameta visitante. El Bayern, rival temible y sin piedad en Europa por antonomasia, no daba miedo en el área rival y en la propia temblaba. Lo confirmó Upamecano, desastroso en la ida y en la vuelta, al cometer un penalti por mano infantil. Lo lanzó Haaland, que por primera vez en su vida demostró ser humano al ejecutarlo por encima del travesaño. Al descanso, el Bayern había tenido opciones de meterse en la eliminatoria, pero sus delanteros no estuvieron a la altura. Tampoco Upamecano.

La segunda parte empezó con un City mandón y un Bayern rendido. El equipo inglés se adueñó de la pelota, tratando de dominar el partido. En esa vuelta al partido, Haaland perdonaría otra vez un gol claro. No hubo tercera ocasión fallada. Al contragolpe, el noruego dejó a Upamecano con el molde para batir a Sommer y adelantar al equipo de Pep Guardiola en Múnich en el minuto 57. Lo celebró mandando callar al público bávaro. El gol a favor del City dinamitó por completo el partido y ni los cambios de Tuchel (fuera Cancelo y Sané y dentro Davies y Mané) pudo reanimar a su equipo. No con el inofensivo Choupo-Moting de '9'.

En los últimos minutos, el técnico alemán quiso buscar el gol del honor. Entraron Tel y Müller por Musiala y Moting. El joven delantero recién incorporado marcó un gol que no subiría al marcador por fuera de juego previo de Coman en el minuto 74. En el minuto 82, un penalti por mano de Akanji brindó la oportunidad a Kimmich de recortar distancias. No falló el alemán, que engañó a Ederson. El gol llegaría demasiado tarde. Tuchel terminaría expulsado tras ver la segunda amarilla por protestar al colegiado. El Manchester City salió vivo de Múnich sin pasar grandes apuros y se medirá al Real Madrid en semifinales.