Lo mejor y lo peor | "Hemos jugado muy mal": el coraje de Rüdiger evita el enfado de Ancelotti

El Real Madrid consiguió un sufrido empate ante el Shakhtar Donetsk (1-1) en un partido en el que los blancos volvieron a mostrar la misma dinámica de los últimos encuentros: mucha posesión, dominio absoluto, pero con dudas en defensa y con problemas para generar ocasiones de gol. A pesar de ello, el equipo entrenado por Carlo Ancelotti volvió a demostrar que siempre cree hasta el final, volviendo a demostrar que la épica es parte inherente de su ADN.

El Madrid fue de menos a más, pero eso no evitó que Ancelotti reconociera una evidencia: "Hemos jugado muy mal", al entender que algunos jugadores no estuvieron a su nivel y, por ello, se vio obligado a rehacer su plan inicial y dar entrada a buena parte de los jugadores a los que había decidido dar descanso de cara al Clásico. A pesar de ello, la lectura positiva para los blancos es que certificaron matemáticamente la clasificación octavos de la Champions a falta de los encuentros.

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Ulises Sánchez-Flor

Lo mejor | El enorme partido de Rüdiger

El central alemán está demostrando con creces qué es lo que puede ofrecerle a este Real Madrid. El equipo blanco puede presumir de tener una de las defensas más solventes del viejo continente, con Alaba y Militao como pareja titular de centrales. Este hecho provoca que la entrada en dinámica de Rüdiger no haya sido sencilla y que no haya gozado de los minutos que tenía en el Chelsea. Pero, a pesar de ello, se está ganando a la afición cada vez que salta al césped.

A pesar de ello, Ancelotti le está cuidando y le da ocasión de jugar cada vez que puede, ya sea en el eje de la zaga o como lateral. Ante el Chakthar, destacó en su posición natural y se convirtió en el mejor jugador del partido: en defensa fue un muro y en ataque, un titán. Fruto de su valentía y arrojo llegó el gol del empate, en el que se jugó la cabeza y terminó sangrando, abundantemente, tras chocar con Trubin prácticamente en la última jugada del encuentro.

Lo bueno | El resultado evita un problema

Una de las mejores noticias del partido en Varsovia fue el resultado. A pesar de no haber logrado la victoria en un partido donde el Madrid, al menos sobre el papel, era muy superior, lo cierto es que el empate final le sirve para cerrar el pase a octavos y quitarse un problema de encima. Es una temporada rara y con un Mundial atípico en invierno, es fundamental que los equipos hagan los deberes lo antes posible y, así, muchos jugadores clave ahorren kilómetros en sus piernas. Mientras otros, como Barcelona o Atlético deberán de jugar tres finales en Champions, el Madrid podrá jugar al ralentí tras lograr ya el objetivo.

Lo normal | La profundidad de la plantilla

En los últimos años, si algo se le ha achacado al Real Madrid es tener un gran once inicial pero serios problemas en la rotación. Habitualmente, el equipo contaba con 13 o 14 jugadores de altísimo nivel, pero existía un escalón cualitativo importante con respecto al resto de la plantilla. Pero este año ha cambiado diametralmente y la llegada del citado Rüdiger, amén, de Tchouaméni, ha servido para reforzar zonas claves del equipo. Si a eso le sumamos que hombres como Lucas, Ceballos, Camavinga o Asensio no desentonan, se confirma que el Madrid tiene potencial para pelear por todo este curso.

Lo malo | La desconexión en los partidos

Al largo de la presente temporada, en Madrid está sufriendo un problema demasiado recurrente: cortocircuitos defensivos que le generan problemas. Sin ir más lejos, contra el Shakhtar se confirmó esta situación y un fallo de intensidad provocó que, a los treinta segundos de volver al vestuario, los ucranianos se pusieran por delante. Minutos después, otro disparo al larguero pudo aumentar la cuenta. El Madrid es un equipo sólido en defensa, pero esas desconexiones le están costando caro. Es cierto que no ha perdido un solo partido esta temporada (13 encuentros), pero también es verdad que solo ha dejado su portería a cero en cuatro ocasiones.

Lo peor | Algo pasa con Hazard

El jugador belga está viviendo uno de sus peores momentos como profesional. Tras llegar al Real Madrid como gran estrella y sustituto de CR7, una grave lesión de tobillo le impidió entrar en dinámica. Pero este era su curso: completamente recuperado y con oportunidad de ganarse un puesto en el once, no ha dado lo mejor de sí y, ante el Shakhtar, volvió a perder una pérdida de oro para reivindicarse. Y eso que jugó en su posición ideal, pero fue incapaz de combinar, de arrancar ni de crear peligro. Tanto, que cuando el partido se complicó, Ancelotti no dudó en quitarle: parece una utopía que se pueda convertir en un jugador fundamental para la causa.