De las lágrimas de Milán y Kiev a ser estrella en París: la revancha de Carvajal en la final

Dani Carvajal es un símbolo del madridismo. Pocas dudas al respecto. El 12 de mayo de 2004 tuvo lugar el acto de colocación de la primera piedra de la ciudad deportiva de Valdebebas. El entonces presidente de honor, Alfredo Di Stéfano, era acompañado de un niño de las categorías inferiores del club blanco para tal honor. Con pelo a tazón y un sorprendente tono rubio, aquel niño era Carvajal. 18 años más tarde, el lateral derecho ha vivido una temporada complicada, asolado por las continuas lesiones que afectan su propia competitividad como futbolista de élite. Cada vez que encuentra la forma que lo sitúa como uno de los mejores en su puesto, una recaída y un mes de baja, y vuelta a empezar. De todo ello se desquitó gracias a una final de la Champions League espléndida, casi perfecta, en la que secó a Luis Díaz.

Después de perderse gran parte del curso deportivo por culpa de sus recurrentes problemas musculares, Carvajal llegó a París en su mejor momento de la temporada, enganchando un altísimo nivel en la semifinal contra el Manchester City. Frente al Liverpool, el canterano fue el único español titular en el Real Madrid. "Hemos sabido sufrir y tenemos otra Copa de Europa. Esto es increíble, una pasada. En la primera parte no estuvimos del todo a gusto, pero luego ya pudimos mejorar con el balón y estuvimos mejor en la segunda mitad", aseguró el lateral derecho nada más terminar el encuentro, en declaraciones para Movistar.

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Rubén Rodríguez

A pesar de contar con cinco Champions League en su palmarés, la gran final de Europa tiene un recuerdo amargo para el de Leganés. Milán, 2016, Carvajal cae lesionado en la final contra el Atlético de Madrid (la segunda entre ambos equipos), marchándose del campo entre lágrimas y perdiéndose a raíz la Eurocopa de ese verano. Kiev, 2018, la misma historia. Llanto, dolor y adiós a la final. París es algo más que un gran partido para el canterano, es su revancha personal.

Del marcaje a Luis Díaz a ser un puñal

El mensaje por parte de Carlo Ancelotti fue claro durante la primera mitad del partido: los laterales tenían que quedarse atrás y tender una trampa táctica a los incisivos extremos del Liverpool. A Ferland Mendy le tocaba bailar con Salah, pero Carvajal se enfrentó a Luis Díaz. A pesar de no tener los focos mediáticos del egipcio, el cafetero llegaba a la cita europea como el jugador más en forma de todo el equipo de Jurgen Klopp. ¿La respuesta de Carvajal? Completar su mejor partido defensivo de toda la temporada.

Apoyándose en las ayudas de Casemiro (horrible en decisiones con la pelota, brillante en acciones defensivas), Carvajal secó las acometidas del extremo. Solo cuando subía al ataque -según avanzaron los minutos, el canterano se descolgó cada vez más en ataque- Luis Díaz encontraba los espacios para entrar en el área madridista. Klopp no lo vio claro y el colombiano acabó por ser el primer cambio en la segunda mitad.

Pero el partido de Carvajal siguió creciendo, estirando al equipo cuando lo necesitaba, achicando agua cuando tocaba. Sencillamente inmenso, con balón y sin él. Solo Thibout Courtois fue más importante para los intereses de los de Ancelotti. Siendo fríos, este partido no oculta una realidad: los problemas musculares del lateral son un problema serio. Nadie duda de su nivel como futbolista -basta con ver su último mes de competición-, pero hay que recordar que Lucas Vázquez, extremo derecho reconvertido, ha sido el otro lateral de la temporada. El próximo año, Álvaro Odriozola regresará a las filas del club madridista mientras la dirección deportiva peina el mercado en busca de una mayor competencia para Carvajal, pensando sobre todo en posibles recaídas.

El apoyo del club es máximo para su figura, considerándolo indispensable dentro de la plantilla y el vestuario. Por ello le renovaron el pasado verano hasta el 2025. No es la única vía de escape para Carvajal, que también cuenta con el respaldo de Luis Enrique. El seleccionador nacional ve al madridista una pieza clave de su grupo. Sus únicas ausencias se debieron a sus bajas médicas. Junto a Marco Asensio, el único jugador merengue con la confianza directa del asturiano… y eso que la convocatoria extremo ("no nos engañemos", como dijo Luis Enrique) está condicionada por las bajas.

"Cuando lleguemos a Madrid celebraremos todo como es debido. Estamos patidifusos porque no nos creemos que hayamos ganado otra Champions. Como decía Klopp, el Real Madrid no pierde finales. La historia se ha vuelto a aliar con nosotros". Así se despidió Carvajal de París, su final soñada.