Es noticia
"Es durísimo y podría ser peor". Entre resignarse, la fatalidad o el búnker: la final en Barcelona
  1. Deportes
  2. Fútbol
Al otro lado del muro

"Es durísimo y podría ser peor". Entre resignarse, la fatalidad o el búnker: la final en Barcelona

Vivir una final de la Champions League en la que juega el Real Madrid, siendo hincha blaugrana, y teniendo a Tomás Roncero a tu lado no es plato de buen gusto para ningún culé

Foto: Imagen de la previa de un Clásico. (Reuters/Nacho Doce)
Imagen de la previa de un Clásico. (Reuters/Nacho Doce)

La final de Champions entre el Real Madrid y el Liverpool se vive en Barcelona con una mezcla de fatalidad, resignación ante lo que se considera inevitable y cierta esperanza disimulada en que esta vez el Madrid la pifie. A estas alturas no vamos a descubrir que la rivalidad existe, pero sí intentar comprobar cómo digiere el barcelonismo días así. Spoiler: mal.

Algunos periodistas catalanes y culés son un termómetro excelente para testar cómo están los ánimos. Y hay de todo: los que lo verán y están deseando que comience el partido, los que escucharán música clásica y los que no saben ni dónde meterse. La mayoría da favorito al equipo de Ancelotti, aunque terminan rematando con la boca pequeña aquello de "la esperanza es lo último que se pierde". Con sentido del humor y críticos con el papel del Barça esta temporada, gane o pierda el Madrid en París, algunos lo único que esperan es no sufrir más. Es decir: que al menos esta vez no haya una remontada en el último minuto.

Foto: Agustín, exportero del Real Madrid que jugó una final contra el Liverpool. (EFE/Kiko Huesca)

Entre los entrevistados hay una historia muy especial. El periodista Miguel Rico, un histórico del 'Sport' que fue adjunto al director en Mundo Deportivo y actualmente colabora con la Cope, no solo estuvo presente la última vez que el Real Madrid perdió una final en 1981, sino que al día siguiente la fotografía del gol de Kennedy llevaba su firma. No me he equivocado, no. La fotografía: "Tuve que darle mi acreditación a la esposa del director de entonces del 'Sport' y conseguí una gracias a Antoni Campañà como fotógrafo, que me recomendó que me pusiera detrás de una portería. Así lo hice y cuando marcó Kennedy disparé. Para mi sorpresa estaba bien enfocada y se publicó". Ahora, sin embargo, está urdiendo un plan para no ver el partido: "Prefiero sacarme la muela en diferido así que no sé si estaré leyendo un cuento a mis nietas a la hora de la final o me inventaré otra tarea. Tengo otro problema además, y es que soy del Everton, pero aún así preferiría que ganara el Liverpool. Esta no es precisamente mi final soñada, no".

Rico da por seguro que los blancos conseguirán la decimocuarta: "Decían que era imposible resucitar tres veces y lo han hecho frente al PSG, el Chelsea y el City, así que ahora veo imposible que la pierdan. La ganarán ya sin agonía porque aunque el Liverpool es mejor equipo, el Madrid tiene ganadores".

El último bar abierto de 'El Chiringuito'

El escritor y periodista Sergi Pàmies retrata el sentimiento general desde cierta distancia porque, como escribió en su delicioso libro 'Confesiones de un culé defectuoso', su tara es, precisamente, no ser antimadridista: "Sigo estropeado y a veces me encantaría tener esa rabia congénita hacia el Madrid, pero no me sale. Muchos dicen que no lo verán, pero me los conozco bien y, aunque finjan que disfrutarán de una barbacoa o jugando a la petanca, estarán pendientes del partido con los dientes apretados. Al Liverpool le tengo simpatía desde la infancia, así que si ganan me parecerá bien, porque además me cae bien Klopp y si gana el Madrid, pues también porque no les tengo manía". Tampoco entiende la alegría generalizada con la que se ha vivido el fichaje frustrado de Mbappé: "Ahora, además, hay un componente que es el de 'El Chiringuito' y Pedrerol, que es como si hubiera un último bar abierto que provoca que las resacas duren más. Tú ya estabas contento con que Mbappé no fichara por el Madrid y alguien dice "¡hay un bar lleno de madridistas y podemos ir a ver cómo sufren!". Si el Barça hubiera ganado la Liga, igual las ganas de que perdiera el Madrid la final serían menores, pero tampoco te creas que demasiado. Esto va a más. El antimadridista de hoy lo es aún más que hace 20 años. ¿Por qué? No lo sé… igual porque lo hemos fomentado como un espectáculo. Si tenemos derecho a ser muy antimadridistas, ¿para qué renunciar a ese placer?

Foto: Una aficionada del FC Barcelona, en el Camp Nou. (EFE)

Jordi Basté, que comenzó como periodista deportivo y ahora dirige y presenta 'El Món a Rac1', el programa más escuchado de Catalunya, aún no ha decidido dónde y con quién verá la final. "Pero verla, la veré seguro porque como aficionado me parece un partidazo. Los dos mejores equipos de Europa y añado también al City. ¿Que quién creo que ganará? El Liverpool porque me parece mejor equipo que el Madrid y esto lo digo desde el punto de vista racional, pero claro, el Madrid en una final es que es otra cosa. Son admirables, lo que han hecho esta Champions es admirable y tiene un punto paranormal, no se le acaba nunca el partido al rival. Guardiola en el último de la Premier hizo un Madrid", apunta.

Basté confirma que tiene amigos culés que prefieren desentenderse de lo que ocurra en París "porque están convencidos de que cae la decimocuarta. En cambio lo de Mbappé creo que se ha celebrado más por ser una derrota del florentinismo y los dos años en que se decía que estaba hecho, que estaba hecho y luego nada. Aquí, como todos los directivos van con el megáfono incorporado, hay varias fuentes, pero en el Madrid es él y la derrota, suya. Y sí, claro, ha sido una alegría y un título para muchos barcelonistas".

Entregados al pánico

El jefe de deportes en Rac1, Edu de Batlle, confirma la frustración azulgrana. Él, que es aficionado del Espanyol, también lo es del Liverpool, así que por una vez coincide con las preferencias mayoritarias en la ciudad: "A los culés los veo un poco cagados, la verdad, y la trayectoria del Madrid en esta Champions ha añadido épica al asunto. Desde octavos estaban convencidos de que iban a caer con el PSG y ahora ya directamente están entregados al pánico, son muy fatalistas. Es normal, la rivalidad también es eso, pero yo creo que el Liverpool está mucho mejor que hace cuatro años y se ha convertido también ya en un equipo ganador. Preveo una final mucho más equilibrada".

Mientras, el periodista, escritor y colaborador de 'Mundo Deportivo', Xavi Bosch, invitó a ver la última final en su casa (la de la decimotercera) al amigo más gafe que tiene. No funcionó. En la de Lisboa escuchó canto gregoriano. Tampoco. En otra se fue al cine y ni por esas, así que ahora admite que no sabe qué hacer: "Que no la veré es seguro, igual me pongo música clásica, pero lo difícil será no enterarme porque en Sant Cugat, donde vivo, tiran petardos cada vez que marca el Madrid. No sé dónde encerrarme".

En lo que no duda ni un segundo es en el pronóstico. Bosch apuesta por la victoria madridista: "Yo siempre tengo esperanzas. En la de Ámsterdam prometí comprarme un Fiat si ganaba la Juve y terminó marcando Mijatovic. El día que Donnarumma falló y empató Benzema vi clarísimo que ganan la decimocuarta. ¡Qué le vamos a hacer! Nos ha tocado esta desgracia y el único título que ha ganado el Barça esta temporada es que no hayan podido fichar a Mbappé".

placeholder Benzema celebra el gol de la victoria ante el Manchester City. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Benzema celebra el gol de la victoria ante el Manchester City. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En cambio, el jefe de Deportes de la SER en Catalunya, Jordi Martí, admite tener una pizca de fe en el triunfo del Liverpool: "Una esperanza muy frágil, pero ahí está. Y si ganan que sea en el minuto 94 con un penalti a Salah a cinco metros del área, un desplome tremendo, un escándalo. Y que el VAR no intervenga, eso quiero. Es que con el Madrid no consigues estar tranquilo ni en el minuto 89 y con dos goles de ventaja. ¡Un 8-0! Con un 8-0 también estaría relajado". Al rato, eso sí, cambia de opinión: "Veo favorito al Real Madrid porque tiene al mejor portero del mundo y al mejor delantero y un centro del campo muy sólido".

Su compañero Lluis Flaquer, narrador del Barça en la SER, tiene el punto fatalista, pero advierte que está basado en hechos y no en supersticiones: "Es que yo no he visto nunca perder una final al Real Madrid, así que ya me he acostumbrado. Será una protección por mi parte teniendo en cuenta la rivalidad que tenemos con el Madrid, pero con la Champions que ha hecho este año, que es de no creérselo, muy bestia, me cuesta creer que vaya a perder ahora. Aunque el Liverpool está futbolísticamente un nivel por encima por ritmo, idea, equipo, si Benzema tiene el día, ya está".

Flaquer admite que no solo la rivalidad, sino la mala temporada del Barça, es la que provoca que las sensaciones para los culés sean aún más dolorosas: "Han jugado la Europa League y han sido incapaces de ganarla y esa frustración de estar tan lejos del Madrid cuenta. Volver a jugar una final de la Champions se antoja como una quimera ahora mismo, algo imposible a corto plazo, y si encima tienes que ver al Madrid levantando otra orejona, el fiasco es aún mayor. Es un triste consuelo, pero el Barça también juega esta final".

"El culé está para cortarse las venas. Ha creído tres veces que el Madrid estaba fuera de la Champions, y ahí están"

Joan Josep Pallàs, jefe de Deportes en 'La Vanguardia', comparte el análisis de Flaquer respecto a la sensación de chasco del aficionado azulgrana. Incluso va más allá: "El culé está para cortarse las venas. Ha creído tres veces que el Madrid estaba fuera de la Champions y ahí están, en la final. Creo mucho en los antagonismos para crear un relato en el deporte, en que son necesarios. Klopp-Guardiola, o los Celtics y los Lakers, pero es que el Barça ahora mismo no tiene ese peso, por no tener ni siquiera tiene a un jugador referencial a la espera de que Ansu Fati se recupere. Yo relativizo mucho ya a estas alturas, pero entiendo perfectamente que haya algunos que no quieran ni verlo".

Pallàs no ve un favorito claro, considera que las fuerzas están igualadas y defiende que lo del Madrid no ha sido una cuestión de suerte: "Eso de que no tienen fútbol, yo no lo comparto. Me parece incluso ridículo. Si analizas las remontadas ahí hay mucho fútbol; el control de Benzema por ejemplo para el gol de Rodrygo ante el City. ¡Buah! Eso es fútbol. Y dominar los últimos minutos, el control del estrés también es fútbol. Eso por no hablar de que han ganado LaLiga holgadamente".

Marcos López, periodista de 'El Periódico de Catalunya' coincide en que no es ninguna casualidad que el Madrid esté en París: "Me rebelo contra esa creencia de que el Madrid es un milagro. No, no, no hay nada de milagro, hay fútbol. ¿O es milagro tener a Benzema que es el mejor ahora mismo? ¿O el pie de Courtois parando aquel balón a Grealish? Queda muy bonito venderlo como que en el Bernabéu pasan cosas irreales —que también es verdad— pero si vas al juego encuentras la razón. Es mérito de Ancelotti que ha sabido manejar una plantilla que supuestamente iba a ser peor porque perdía a Varanne y a Ramos".

placeholder Courtois atiende a los medios en París. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Courtois atiende a los medios en París. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

López resume el sentir general de los culés con la palabra resignación, "pero lo que tiene que hacer el Barça es olvidarse del Madrid que bastante trabajo tienen con reconstruir esto y pensar en que algún día puedan volver a estar en una situación así porque cada vez se van alejando más. El Barça ya hace siete años que no está en una final de Champions, es que no han estado ni cerca de la final de la Europa League… ¡Si no tienen dinero para hacer un equipo y el entrenador te está pidiendo fichajes!".

Dejar de sufrir

Jordi Costa y Sónia Gelmà dirigen y presentan el programa de deportes más escuchado en Catalunya, 'Tot Costa', en Catalunya Ràdio. Ambos están de acuerdo en que no se perderán el partido y también en que el Liverpool es mejor equipo ahora que el de la última Champions que ganaron los blancos: "Lo fácil aquí es decir que la va a ganar el Madrid porque lo tienes asumido y así lo que venga será un regalo, pero algún día tiene que perder una final, no puede ser siempre todo tan bonito, tan ideal", opina Gelmà, que confía al menos en que si cae la decimocuarta, no sea con crueldad. "Los últimos dos meses han sido durísimos. Me lo he creído en cada eliminatoria, contra el PSG, el Chelsea y con el City ni te cuento, que en el 89 ya estaba pensando en lo que iba a decir Guardiola y lo chula que iba a ser una final entre el City y el Liverpool. Dolió casi como si hubiera sido el Barça. Nos han puesto la miel en los labios y ahora lo único que se puede pedir es que si ganan, que lo hagan bien y fácil y dejemos de sufrir de esta manera. Es triste, pero es así. Ni siquiera nos hemos podido alegrar del todo de lo de Mbappé —que parecía que lo tenían cedido en el PSG— porque ese mismo día el Barça femenino perdió la final de Champions en Turín. Ha sido un año tremendo que espero que no vaya a peor".

Jordi Costa admira el aplomo con el que el Madrid está afrontando la final "porque es como si la fueran a jugar desde el sofá y fríamente el Liverpool me parece mejor equipo. En la última eran puro rock and roll y ahora tienen a Thiago que sabe poner pausa. Entiendo también el pesimismo por parte de los culés. Hay quien te dice: 'si ya tienen 13, ¿qué más da que ganen otra?'. Pero yo como aficionado prefiero que tengan 13 que 14. El daño ya está hecho, pero puede ser peor. Si el Madrid gana esta Champions es colosal, se habrán cargado a la flor y nata de Europa, así que, como decía Zubi, si te meten un gol desde el centro del campo solo te queda aplaudir". Eso sí, apunta a que, pase lo que pase, nadie le quitará el mal sabor de boca por la temporada que ha firmado el Barça: "Intentar creer que si el Madrid pierde, el año del Barça habrá sido mejor me parece ridículo. Han hecho una temporada de mierda, de transición".

Refugiarse en un búnker

Santi Giménez, delegado del diario 'As' en Cataluña, no vio la decimotercera porque estaba en el 'Aplec del Cargol', en Lleida, disfrutando del concurso cerveza-polvorón-cerveza, que este año se acaba de celebrar el fin de semana pasado, así que confirma con un suspiro que verá la final: "Ya he decidido que no depende de mí. Un año estaba volando a Ucrania, la octava la vi con Tomás Roncero —que pensé que nada podía ser ya peor— varias con amigos y el año pasado en Lleida, así que me rindo y esta vez me quedo en casa. Eso sí, por si acaso, al día siguiente, el domingo, tengo una visita programada a un refugio antiaéreo, un búnker subterráneo de la Guerra Civil que está en la Plaça del Diamant. Dependiendo de lo que pase en París, igual me quedo ahí metido un rato".

Pese a todo, Giménez reconoce que no pierde la esperanza en que no le haga falta esconderse en el entresuelo: "Es una esperanza disimulada. Muchos estamos intentando disimular porque se da por hecho que el Madrid gana por cábala, por superstición y pocos se atreven a decir lo contrario por estupidez generalizada. Es lógico también porque el Real Madrid nos está dando muy mala vida".

El victimismo culé no le pilla por sorpresa a Ramon Besa, redactor jefe del diario 'El País', "aunque como yo nunca he sido antimadridista esta final la estoy viviendo con mucho entusiasmo porque el Madrid ha firmado una Champions extraordinaria y el Liverpool es el equipo del momento, así que pienso pasármelo muy bien. La aguardo impaciente".

Foto: Imagen: L. M.
TE PUEDE INTERESAR
Los galácticos matan al padre: cómo Mbappé devoró a Florentino (gracias a Neymar)
Carlos Prieto Datos: Darío Ojeda Ilustración: Laura Martín

Besa comprende, en cambio, el desánimo general: "Parece que volvemos a la etapa pre-Cruyff, al acomplejamiento y al pendientes del Madrid porque el Barça no gana. La rivalidad es lógica, pero para mí ha habido un ejemplo: en el fútbol femenino, los enfrentamientos que ha habido Barça-Madrid, sobre todo el que se disputó en el Camp Nou en Champions, yo aprendí que una cosa es la rivalidad y otra la enemistad. Creo más en el activismo que en ser reactivo, se disfrutan más las cosas en la vida queriendo lo bueno para ti y no el mal para el contrario. Si gana el Madrid al Liverpool, pues a asumirlo y ya está".

La final de Champions entre el Real Madrid y el Liverpool se vive en Barcelona con una mezcla de fatalidad, resignación ante lo que se considera inevitable y cierta esperanza disimulada en que esta vez el Madrid la pifie. A estas alturas no vamos a descubrir que la rivalidad existe, pero sí intentar comprobar cómo digiere el barcelonismo días así. Spoiler: mal.

Champions League Real Madrid FC Barcelona
El redactor recomienda