El dolor de ver a Cristiano Ronaldo desde el sofá o por qué escuece en el Real Madrid

El remate a la mala temporada del Real Madrid se lo puede poner Cristiano Ronaldo como le dé por ganar la Champions. No falló con un gol en el empate contra el Ajax (1-1). En esta semana vacía del equipo de Zidane —juega en Leganés el lunes—, toca ver con nostalgia y desde el sofá cómo el portugués y su Juventus siguen adelante en la competición europea. Para Florentino Pérez, tiene que ser un dolor seguir presenciando un gol de Cristiano. Esa especie de pulso que se echaron y que consistía en comprobar quién llegaría más lejos lo gana el portugués. El Madrid eliminado y él haciendo un gol de cabeza al Ajax de Ámsterdam. Es el colmo para el madridismo que tiene morriña de un goleador y un presidente al que no le ha salido bien la jugada en la primera temporada pos-Cristiano.

En Turín, dan saltos como los niños en las colchonetas. Tan contentos de ver que funciona lo que necesitaban. Un goleador que les dé fiabilidad y más garantías para la conquista de la ansiada Champions. No es nada sencillo, pero Cristiano está cumpliendo con sus obligaciones. Se cargó al Atlético de Madrid con los tres goles en una remontada épica y para la historia. Al Ajax le hizo un gol de cabeza que vale su peso en oro. Queda la vuelta en Turín y con los niños del Ajax no te puedes fiar ni relajar. Juegan muy bien, son atrevidos y descarados. Los mismos que enterraron al Madrid de Solari plantaron cara a la Juve de Cristiano.

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En estos días en los que Florentino y Zidane analizan las bajas y las altas, buscan fichajes, estrellas y estrategias negociadoras, en la Juventus empiezan a dar por baratos los 117 millones de euros gastados en el portugués. Es su gran baza para la Champions. El ‘Scudetto' lo tienen en el bolsillo. Con Cristiano son felices y les da igual que tenga 34 años. Lo que no le servía al Real Madrid —sus motivos tendrá— es muy útil para un equipo italiano que necesita esta Champions.

El Bernabéu lo echa de menos

Cristiano Ronaldo ya ha hecho más, por ejemplo, que Neymar. El brasileño se fue del Barcelona para ser una estrella y lleva dos temporadas estrellándose en la Champions con el Paris Saint-Germain. Es la diferencia entre un competidor nato y un jugador que se ha acomodado en Francia. Ver a Cristiano Ronaldo provoca admiración por cómo está enchufado, la tensión con la que juega y las ganas. No se relaja. Es la ambición en carne y hueso. Su gol de cabeza en Ámsterdam vale oro en un mal partido contra un Ajax muy superior con la pelota. Pero ya hay un avance. El resultado es mejor que la derrota que se llevaron los juventinos en la ida contra el Atlético de Madrid en el Metropolitano. Sería muy extraño que el equipo que lidera Cristiano Ronaldo sufriera un accidente en la vuelta.

Lo que no se puede discutir es que el gol tiene un precio y se paga caro. La Juventus lo hizo con Cristiano y, de momento, le salen las cuentas. El Real Madrid repuso la baja del portugués con el fichaje de Mariano —dos goles en la temporada— y está fuera de todo. Con un Bernabéu que no se llena, la depresión de una afición, jugadores señalados y dificultades para encontrar un goleador para el próximo proyecto que tiene que reconstruir Zidane. Cristiano compitiendo por su sexta Champions y en el Madrid viéndolo desde el sofá.