La planificación del Real Madrid: tres fichajes en la grada y otro más cantando

Los que están en la grada se permiten el lujo de mirar a otro lado, de pensar que ellos no son los culpables. En este caso, la tribuna del Bernabéu estaba llena de ilustres: Isco, Brahim, Odriozola, Mariano o el sancionado Ramos. No culpables, en principio, pero en sí mismos parte de la locura que ha sido el Real Madrid de esta temporada. Todos y cada uno de ellos son una historia que contar, por los motivos de su ausencia y por la paradoja que era que estuviesen ahí.

Mariano, por ejemplo, estaba llamado a ser revulsivo. Hace semanas, si no meses, que se apunta a la falta de gol como principal problema del equipo. A pesar de que todo el mundo está de acuerdo en ese diagnóstico, Solari ha decidido dejar en la grada en todos los partidos importantes al único delantero centro punto que tiene en la plantilla. Nadie le pedía, es cierto, que fuese él quien llenase las botas de Cristiano Ronaldo, demasiada tarea para cualquiera, pero sí era parte del plan de relevo. 22 millones de euros le costó al Real Madrid este verano en una operación en la que le quitó el caramelo al Sevilla. Se vendió como una operación inteligentísima, ha sido dinero perdido.

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EC

Odriozola, otro fichaje, 32 millones se pagaron por él. Se supone que para apuntalar el lateral derecho del equipo. Incluso para desafiar a Carvajal si se terciaba. Parecía mucho gasto en un año en el que se necesitaba gol, pero bueno, un jugador de futuro. Otro fiasco, en la grada en los partidos más importantes de la temporada, y no porque Carvajal haya estado enorme en estos meses, todo lo contrario, ha rendido muy por debajo de su nivel, ha sido un coladero y no ha ayudado demasiado en ataque. A pesar de su mediocre nivel, y que Odriozola ha hecho cosas bien en el pasado, Solari lo dejó en la grada.

Brahím, el tercero de los cuatro fichajes de esta temporada —Vinícius fue fichado el pasado año—. Quizás el más incomprensible de todos, porque se pagaron 18 millones con la idea de que pasase unos meses en la grada. El Real Madrid le regaló ese dinero al Manchester City por un jugador que no ha tenido nada de espacio en el plantel porque no está hecho. Es gravísimo esto, porque podría haber sido firmado en enero y haber llegado en verano. Pero no, Florentino Pérez decidió que era importante dar dinero a un rival para nada. No solo incomprensible, culposo. Si fue una cortina de humo para acallar críticas, se volverá en su contra.

El recuerdo de Keylor Navas

Antes de terminar el palco, una más de fichajes. Courtois costó 45 millones de euros. Se le supone uno de los mejores porteros del mundo, aunque contra el Ajax no lo demostró. No ha estado en toda la temporada a la altura, en realidad, ha alternado días buenos con otros en los que no justificaba su valor. Hay que tener en cuenta, además, que su suplente Keylor Navas fue parte de tres Champions, no era exactamente una urgencia quitarle el puesto. ¿Qué sí era urgente? Encontrar gol. 117 millones en cuatro jugadores y ninguno de ellos ha hecho nada por contribuir en esa carencia que es alarmante.

Dos más en la grada, estos clásicos en el plantel. Sergio Ramos, sancionado, forzó su tarjeta amarilla. Cometió uno de esos errores tremendos, despreciar a un rival. Más todavía, a un rival europeo. Y, más allá de las declaraciones que le iban a costar dos partidos, eso no suele salir bien. Isco puede ser que sea de los menos tristes con todo eso. Fue señalado por Solari y el equipo ha naufragado. Tampoco le justifica el mal de su equipo, si no formó parte de los planes sería por algo. Y ya tiene que haber hecho cosas mal para no estar siquiera en el plantel cuando el nivel medio es el más bajo que se recuerda.