Luis Suárez, el ejemplo perfecto de los problemas del Barcelona
La clasificación en la Champions como primero de grupo es agua bendita para un equipo castigado, pero hay que tomar decisiones si pretenden llegar bien al tramo definitivo de la temporada
El Barcelona puede aparcar ya la Champions hasta febrero después de ganar al PSV (1-2) y asegurarse la primera plaza a falta del último partido. Es una fantástica noticia para un equipo al que se le empieza a llenar la enfermería y al que Valverde no encuentra solución ni en el banquillo ni en la cantera. "No quiero experimentos", fue la frase del técnico, visiblemente molesto, en la previa del encuentro ante el conjunto holandés cuando le cuestionaron sobre su falta de confianza en los jugadores del filial. El problema es que el equipo empieza a descoserse, hay jugadores que empiezan a caer por la acumulación de minutos y todavía no estamos ni en diciembre. Luis Suárez es el ejemplo perfecto.
El uruguayo lleva con molestias en la rodilla derecha desde la temporada pasada. En la actual, decidió no acudir en octubre con su selección para cuidarse y funcionó, porque a partir de entonces se vio su mejor versión coincidiendo además con la ausencia de Leo Messi. El uruguayo fue el primero en levantar la mano cuando se preguntó: y ahora, ¿quién tira del carro? Sin embargo, Suárez reconoció en septiembre en una entrevista en Rac1 que debía dosificarse, arrepentido de haber jugado ante el Leganés cuando esperaba la Roma. "Jugué todo el partido cuando teníamos muchos puntos de ventaja y en tres días teníamos la final contra la Roma. Llegas un poco desgastado. También uno va siendo consciente y el entrenador ve estos pequeños detalles que creo que ayudarán a regular la plantilla este año”, dijo. Pues de lo dicho a lo hecho, hay mucho trecho. Porque Suárez apenas ha descansado, está lesionado y llegará muy justo para el derbi ante el Espanyol.
Solo una vez suplente
De las 13 jornadas de Liga disputadas, Suárez solo fue suplente en la cuarta ante el Leganés. Y ante el resultado adverso salió en el minuto 60, sustituyendo a Munir. En el resto, ha sido sustituido solo en dos ocasiones, frente al Valladolid en el minuto 90 para perder tiempo y ante el Sevilla en el minuto 80.
Después de jugar con su selección frente a Brasil y Francia en el reciente parón, llegó el encuentro ante el Atlético, y otra vez titular y sin descanso. Dos días después llegó el parte médico: otra vez las molestias en la rodilla derecha y el tratamiento de “terapia biológica a base de células madre”. Tiene el cartílago tocado y la mejor solución es el descanso, pero no lo tiene. Valverde no confía en Munir, el uruguayo no tiene sustituto y, pese al propósito de enmienda a comienzos de campaña, no tiene tregua. A punto de cumplir 32 años, sería hora de tomárselo en serio, porque el escarmiento de la pasada temporada fue una lección que debería haber aprendido ya. Él y Valverde, que mira solo a corto plazo y no quiere “experimentos”.
El Barcelona se plantea acudir al mercado de invierno para fichar un central con experiencia y con el mínimo coste posible
Umtiti, otra vez lesionado
El caso de Umtiti tiene similitudes. También desde el final de la anterior campaña tenía molestias en su rodilla izquierda, disputó el Mundial con una protección y se vio obligado a parar el 28 de septiembre después del partido ante el Leganés. Reapareció el sábado en el Wanda Metropolitano y este miércoles se quedó en la grada. Las molestias no remiten, pese al tratamiento conservador, y el quirófano parece ser ya la única opción.
Piqué y Lenglet no van a poder con todo si Umtiti no se recupera, y Vermaelen —que también está lesionado— no es fiable. El Barça se plantea acudir al mercado de invierno para fichar un central con experiencia y con el mínimo coste posible para ir tirando, porque Chumi, el defensa del filial, tampoco entra como solución en los planes de Valverde.
El Barça está a un solo punto del Sevilla en la Liga y la clasificación en la Champions como primero de grupo es agua bendita para un equipo castigado, pero hay que tomar decisiones si pretenden llegar al tramo definitivo de la temporada en condiciones. Porque, además de Luis Suárez y Umtiti, Busquets y Rakitic están fatigados, Arthur, pese a su juventud, ya sufre molestias y no viajó a Holanda, Rafinha se ha lesionado de gravedad, y ante el PSV no hubo ningún control y se sucedieron las ocasiones en contra con Arturo Vidal que cojeaba. La sensación es que, así, no llegan.
El Barcelona puede aparcar ya la Champions hasta febrero después de ganar al PSV (1-2) y asegurarse la primera plaza a falta del último partido. Es una fantástica noticia para un equipo al que se le empieza a llenar la enfermería y al que Valverde no encuentra solución ni en el banquillo ni en la cantera. "No quiero experimentos", fue la frase del técnico, visiblemente molesto, en la previa del encuentro ante el conjunto holandés cuando le cuestionaron sobre su falta de confianza en los jugadores del filial. El problema es que el equipo empieza a descoserse, hay jugadores que empiezan a caer por la acumulación de minutos y todavía no estamos ni en diciembre. Luis Suárez es el ejemplo perfecto.
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