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Fernando Torres y su estatus de mito, otro fuerte dolor de cabeza para Simeone
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es el cuarto delantero hasta que llegue costa

Fernando Torres y su estatus de mito, otro fuerte dolor de cabeza para Simeone

El Atlético se va a jugar su última bala para sobrevivir en la Champions con el canterano de titular, pero el Cholo hace tiempo que perdió su confianza en él, pese a que fue él quien lo pidió

Foto: Torres no marca desde la última jornada de la pasada liga. (EFE)
Torres no marca desde la última jornada de la pasada liga. (EFE)

Minuto 76 del partido Atlético de Madrid-Real Madrid. Diego Pablo Simeone decide realizar una sustitución, pero está obligado a hacer dos. Para disimular lo máximo posible los abucheos a Griezmann, cambia también a su pareja de ataque, Correa, y da entrada a Torres y Gameiro. Pese a su intento, no consigue camuflar el enfado de la grada con su jugador franquicia, los silbidos varían a ovación, sin embargo, cuando Griezmann choca las manos con Torres. Entra el chico amado por todo atlético que no participaba en un partido de Liga desde el mes anterior. No había estado lesionado, seguía perfectamente disponible para su entrenador, pero no jugaba.

Torres solo ha sido titular en dos partidos esta temporada, el primero de Liga, contra el Girona, y el primero de Copa, contra el Elche. Más allá de esos días en los que tuvo la ocasión de salir desde el primer minuto, sus apariciones se han limitado a algunas sustituciones y a largas esperas en el banquillo, tanto fuera como en casa. En octubre Torres sumó 46 minutos entre tres partidos. Media parte. Solo Augusto y Moyá han jugado menos, pues Gameiro ha jugado exactamente el mismo tiempo que su compañero de ataque. Pero Torres no es como los otros tres futbolistas a la cola de importancia en el equipo: Torres es un pilar para la grada, un capitán en el vestuario... y un futbolista residual para Simeone.

Foto: Carrasco saluda a Griezmann mientras deja el terreno de juego en el derbi. (EFE) Opinión

Fue al Cholo al que se le metió entre ceja y ceja que quería a Fernando Torres en su equipo. A nadie más. Ni siquiera a Andrea Berta, director deportivo y quien se encargó de encauzar la negociación a tres bandas con el Chelsea (propietario de los derechos del jugador) y el Milan (club donde estaba cedido). Volvía el Niño al Calderón por la puerta grande, con 45.000 personas en las gradas diciéndole lo mucho que lo querían, con el Cholo emocionado por conseguir una contratación que soñaba desde seis meses antes. Y de repente juega y le mete dos al Madrid en el Bernabéu y clasifica al Atleti en Copa. Vamos, que lo de ser suplente en el Chelsea y en el Milan tenía que ser por negligencia de sus entrenadores...

De eso hace ya casi tres años y el Torres de entonces ha desaparecido por completo. Ahí está, con sus compañeros entrenando cada día, pero sin la calidad y la velocidad de otros días ni el beneplácito de la persona que más lo quiso a su lado. Y con 33 años ya sobre sus hombros, con el correspondiente peso que eso tiene sobre la cabeza y las piernas. Simeone lo va a utilizar como titular este miércoles ante la Roma en la primera final que tiene el Atlético para seguir vivo en la Champions League, pese a que sus constantes son muy débiles y la muerte se aproxima.

placeholder Torres jugó 15 minutos contra el Real Madrid. (Reuters)
Torres jugó 15 minutos contra el Real Madrid. (Reuters)

Pero no cree en él. Torres ni siquiera forma parte de la guardia pretoriana del Cholo, sus hombres de absoluta confianza, los únicos a los que les confiesa sus preocupaciones y sus planes. No está ahí desde el principio, sino que llegó cuando la cuesta empezó a empinarse y los títulos dejaron de añadirse a las vitrinas rojiblancas. Y nunca ha sido importante. No ha demostrado en el campo la trascendencia histórica que acarreaba su presencia. Jugaba porque no había otro mejor en el equipo, pues Gamiero tampoco se ganó el puesto.

Si hubiera sido por Simeone, se habría desecho de él el pasado verano y, si no ocurrió así, fue por la sanción de la FIFA de no poder fichar. De hecho, el último partido de Fernando de la temporada, contra el Athletic, pareció casi una despedida: último día en el Calderón, con Torres como titular y autor de dos goles. En ambiente era tan festivo, tan emotivo, que parecía el día perfecto para que Torres dijera de nuevo adiós a su grada. El Cholo hubiera firmado eso con los ojos cerrados, pero lo necesitaba. Y Fernando Torres había firmado su renovación por una temporada más. ¿Por qué? Porque el jugador decidió que así sería, era su decisión, y la directiva estaba dispuesta a hacer un esfuerzo por retener a un baluarte colchonero, también porque tampoco querían tener a la grada en contra por desprenderse (otra vez) del mito.

No había nada mejor en el equipo, sí lejos de él. Y para el entrenador no hay nadie mejor que Diego Costa y por fin lo tiene de vuelta en poco más de un mes. Para entonces, la situación de Fernando Torres no será mejor. Si juega más será porque el Cholo 'castigará' a Griezmann por su falta de compromiso y el '9' aparecerá más por las elecciones. Ya dependerá de sus goles si es capaz de presionar al técnico para obligarle a ponerle. O, desde otro punto de vista, para convencer a algún otro club para acometer su fichaje este mismo mes de enero.

Minuto 76 del partido Atlético de Madrid-Real Madrid. Diego Pablo Simeone decide realizar una sustitución, pero está obligado a hacer dos. Para disimular lo máximo posible los abucheos a Griezmann, cambia también a su pareja de ataque, Correa, y da entrada a Torres y Gameiro. Pese a su intento, no consigue camuflar el enfado de la grada con su jugador franquicia, los silbidos varían a ovación, sin embargo, cuando Griezmann choca las manos con Torres. Entra el chico amado por todo atlético que no participaba en un partido de Liga desde el mes anterior. No había estado lesionado, seguía perfectamente disponible para su entrenador, pero no jugaba.

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