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El Barça se vulgariza, Sergi Roberto se lesiona y Luis Suárez se desespera
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algo no termina de funcionar

El Barça se vulgariza, Sergi Roberto se lesiona y Luis Suárez se desespera

El equipo azulgrana se enfrentó al equipo más flojo del grupo y no consiguió sacar más que un empate a cero y una lesión en el bíceps femoral del lateral derecho catalán

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Hay empates que dejan un buen sabor de boca, un último regusto dulce en el paladar y la sensación de que el equipo termina creciendo y que con cinco minutos más de partido hasta habría ganado; eso pasó frente al Atlético en el Wanda. Hay empates como el de Atenas que sirven para evidenciar la creciente vulgarización del Barça, que no fue capaz de marcarle al Olympiacos -el rival más débil del grupo- que sumó ayer su primer punto en la Champions en un partido plano de los de Valverde.

La afición que llenó el Giorgios Karaiskakis celebró por todo lo alto el resultado, mientras que el Barça no se marchó contento, lógicamente. Según los números, el conjunto catalán va como un tiro, con 9 victorias y un empate en la Liga y líder en solitario y tres triunfos y un empate en Europa y con sólidas posibilidades de estar en la siguiente fase, líder de su grupo. No hay motivos para alarmarse, pero, digámoslo claro, las sensaciones no son buenas. A ratos hasta aburre, que es lo peor que le puede pasar a un equipo donde el estilo, la manera, es motivo siempre de un profundo debate.

Foto: Ter Stegen, portero del Barcelona celebrando un gol. (EFE)

En la primera mitad Valverde optó por un claro 4-4-2 con Paulinho acompañando a Busquets de doble pivote y Denis Suárez como gran novedad. Sergi Roberto se lesionó cuando faltaban apenas cuatro minutos par que el árbitro pitara el descanso y se dio cuenta enseguida que se había hecho daño; se sentó en el césped y esperó el cambio. Los médicos después certificaron la rotura fibrilar en el bíceps femoral de su pierna derecha. Sergi Roberto ha sido titular en 11 de los 17 encuentros que ha disputado su equipo y ha jugado minutos en 16. Es decir, que su baja es sensible teniendo en cuenta además su polivalencia: puede jugar de lateral derecho, de extremo y de interior. Deulofeu lo sustituyó y en la segunda parte, el asunto no mejoró.

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YAN01. PIRAEUS (GRECIA), 31 10 2017.- Lionel Messi de FC Barcelona se lamenta luego de una acción ante Olympiacos hoy, martes 31 de octubre de 2017, durante un partido del grupo D de la Liga de Campeones entre Olympiacos Piraeus y FC Barcelona, en el estadio Georgios Karaiskakis en Piraeus (Grecia). EFE ORESTIS PANAGIOTOU

Luis Suárez sigue mal

Al Barça le falta brillo, verticalidad, fluidez en el juego, profundidad. Messi no lo puede hacer todo él solo, por mucho que quiera, y poco a poco, partido a partido, el conjunto catalán va descendiendo un peldaño. En Atenas sumó un empate ramplón, sin más ni más; ni ocasiones espectaculares, ni paradones del guardameta Proto, ni un juego coral que seduzca, entretenga o divierta, por mucha posesión de pelota que tenga. Y eso es muy poco botín para un equipo como el culé.

Mención aparte merece el progresivo desquiciamiento de Luis Suárez. Necesita el gol como respirar; para eso luce el ‘9’ en su camiseta. El pistolero por el momento se ha quedado sin pólvora y está de los nervios. Dejó todo un catálogo de gestos de ansiedad e impotencia en Atenas y es tal su desazón que en una falta a su amigo Messi casi deja sordo a Tatchsidis de las voces que le pegó, mientras el argentino lo resolvió con un apretón de manos y aquí no ha pasado nada.

No está inspirado Suárez y el Barça nota su falta de acierto y su creciente desasosiego. Leo no deja de buscarle, pero no termina de encontrarle. No está, pero se le espera. Igual que se espera que vuelva el buen juego, mientras se mira de reojo al resto de rivales en Liga y Champions y se conviene con un resignado vamos por el buen camino. Pero le conviene a Valverde darle vueltas al coco porque debe comprender, inteligente como es, que algo no termina de funcionar, que a estas alturas aburrirse viendo un partido del Barça no es una buena señal, por mucho que siga sumando.

Hay empates que dejan un buen sabor de boca, un último regusto dulce en el paladar y la sensación de que el equipo termina creciendo y que con cinco minutos más de partido hasta habría ganado; eso pasó frente al Atlético en el Wanda. Hay empates como el de Atenas que sirven para evidenciar la creciente vulgarización del Barça, que no fue capaz de marcarle al Olympiacos -el rival más débil del grupo- que sumó ayer su primer punto en la Champions en un partido plano de los de Valverde.

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