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El Atlético ya ha dado los pasos adelante que pide Simeone para seguir creciendo
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la evolución en inversión ha sido grande

El Atlético ya ha dado los pasos adelante que pide Simeone para seguir creciendo

Desde la final de Lisboa, el club rojiblanco ha invertido 336 millones de euros en fichajes y no se han obtenido los títulos que antes sí consiguió levantar el técnico argentino

Foto: Griezmann se queda sin títulos por tercera temporada consecutiva. (Cordon Press)
Griezmann se queda sin títulos por tercera temporada consecutiva. (Cordon Press)

Había transcurrido aproximadamente una hora desde que Çakir confirmó la clasificación del Real Madrid a la final de la Champions League cuando entró Diego Pablo Simeone en la sala de prensa del Vicente Calderón, nunca antes tan concurrida. Un compañero periodista expresó en pregunta la sorpresa que supuso para todos los presentes la amplia sonrisa que traía el entrenador del equipo que acababa de ser eliminado. "Estoy feliz", dijo el Cholo, confirmando que su alegría no era una pose, no al menos del vestuario hacia fuera. "Es un éxito del club" haber estado tan cerca de la gloria europea tantas veces en tan poco tiempo. "El equipo tiene un crecimiento enorme, pero a este crecimiento le faltan pasos y hay que darlos".

Foto: El Cholo Simeone, pensativo durante el partido. (EFE)

¿Ha tocado techo el Atlético? El Cholo cree que no, que aún hay camino por recorrer. Casi seis años de trabajo duro han dado como resultado cinco títulos y décadas por venir de felicidad para la afición rojiblanca por unos resultados que ni el más optimista hubiera soñado en noviembre de 2011, cuando Goyo Manzano estaba apurando sus últimas semanas en el banquillo del Calderón. Antes de hacer un traumático traslado al Wanda Metropolitano, el Atlético está en un momento magnífico, que no perfecto. Esa perfección es la que pide Simeone con palabras, gestos y señalizaciones a la directiva, la cual se muestra dispuesta a colaborar, pero siempre a su manera.

Después de numerosos rumores sobre una prematura salida del técnico del Manzanares este mismo verano, el Cholo aseguró que ahora mismo no está pensando en si tiene que plantearse su futuro, no necesita guardar un luto por otra muerte más, la cuarta en cuatro años, contra el Real Madrid. Lo que realmente dijo claro fueron dos cosas: que clonaría a un par de jugadores (Gabi y Godín) y que el Atleti está bien, pero que tiene que dar un paso más. ¿Cuál es ese paso? Si lo dice él da a entender que no es él mismo el que debe exigirse esa superación personal, sino que el cambio a mejor debe provenir desde el mismo club, es decir, desde arriba.

El Atlético no va a ser en un futuro a corto o medio plazo como el Real Madrid y el Barcelona, no puede serlo, no tiene el potencial económico de esos dos gigantes ni lo va a tener, a no ser que hiciese precisamente lo que no hace, ganar Copas de Europa. En plural, una no sirve de mucho. Se ha consolidado entre los mejores del continente y esa posición le permite aspirar a jugadores de mayor calidad y renombre, obviamente. Los ingresos en la Champions no son solo los básicos por jugarla, sino que cada victoria, cada empate y cada clasificación aportan liquidez a las cuentas rojiblancas, las cuales se reinvierten en futbolistas... y en el estadio nuevo, claro.

Se habla y con razón de que el Atlético no puede competir con Madrid y Barça, pero no lo puede hacer tampoco con Bayern, los Manchester, Juventus ni PSG. Su nicho de mercado es otro, pero en ese hueco que han encontrado, el Atleti es poderoso. No son muchos los equipos con aspiraciones a victorias europeas y nacionales que pueden invertir unos 100 millones de euros en fichajes por temporada, y la directiva de Gil Marín lo hace. Curiosamente, las campañas de fichajes con la mayor inversión de la historia rojiblanca, las que van desde la final de Lisboa hasta el pasado verano, han sido las que no han generado ningún título importante, más allá de la Supercopa de España del 2013. Para ser exactos, 336 millones que se han transformado en cero títulos.

Viendo la inversión y el nulo resultado obtenido en materia de trofeos (porque al tercer puesto también se aspiraba cuando se gastaban 30 millones al año) hay dos conclusiones que se pueden extraer. La primera de ellas es que el acierto en los fichajes ha sido más bien escaso. La columna vertebral del equipo sigue siendo la misma que en la 2014-15 (Oblak, Juanfran, Giménez, Godín, Filipe, Gabi, Koke, Saúl, Griezmann), por lo que el gasto no se ha realizado para mejorar el once inicial o al menos no se ha conseguido tal fin y en el banquillo se sientan futbolistas que han costado mucho y cuestan mucho a diario. Otros se han ido por donde vinieron, como Mandzukic, Jackson, Guilavogui, Baptistao, Vietto o Jiménez; otros que no han funcionado como se esperaba, al estilo de Gameiro y Gaitán. Y luego está Cerci, al que no se ha podido colocar en ninguna parte (se pagaron 15 millones al Torino).

La segunda, que el pasito que Simeone pide a los de arriba ya se ha dado y, por tanto, la evolución que necesita el equipo es futbolística. De Lisboa al Calderón, el Madrid no ha cambiado mucho, solo determinadas piezas, igual que el Atlético. Y en ningún caso ha podido superar al eterno rival. Cuatro veces. El planteamiento blanco ha sido siempre el mismo, con el factor diferencial nada despreciable de la acumulación de experiencia y confianza, lo cual sumado a la desconfianza del contrario se convierte en una combinación decisiva. Hablamos de la Champions, pero bien se puede aplicar a la Liga y la Copa, no competidas como candidatos firmes al título.

Foto: En la imagen, Simeone, sentado en el banquillo del Santiago Bernabéu. (Reuters)

De todas formas, los pasos (fichajes) serán complicados de dar si el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) no les levanta la sanción de dos ventanas de traspasos sin poder inscribir jugadores. Ya lleva una, el pasado enero, pero les queda el verano, el mercado importante.

Había transcurrido aproximadamente una hora desde que Çakir confirmó la clasificación del Real Madrid a la final de la Champions League cuando entró Diego Pablo Simeone en la sala de prensa del Vicente Calderón, nunca antes tan concurrida. Un compañero periodista expresó en pregunta la sorpresa que supuso para todos los presentes la amplia sonrisa que traía el entrenador del equipo que acababa de ser eliminado. "Estoy feliz", dijo el Cholo, confirmando que su alegría no era una pose, no al menos del vestuario hacia fuera. "Es un éxito del club" haber estado tan cerca de la gloria europea tantas veces en tan poco tiempo. "El equipo tiene un crecimiento enorme, pero a este crecimiento le faltan pasos y hay que darlos".

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